Las amarguras tienen que ser sacadas de raíz.
Me gusta el ejemplo de las muelas porque no hay nada más vívido para entender lo que es un dolor, que lo que significa un dolor de muela.
A veces quedan raíces que se infectan y entonces hay infección, hay dolor, hay inflamación, hay contaminación porque si la infección no se trata, puede seguir contaminando el resto de la boca.
Puedo contaminar una herida que está ahí tapada en mi vida, puedo contaminar mi trabajo, mi familia, mi matrimonio, mi relación en la Iglesia.
Entonces pensamos en las muelas y se nos dice: Pero, hay que sacar la raíz.
Si usted no quita esta raíz va a seguir sufriendo porque esto se va a volver a infectar con cualquier cosita que pase por ahí.
Si nosotros no sacamos esta raíz del alma que nos infecta la vida, todo lo que pase va a estar pudiendo ser contaminado por algo que infecta, que destruye y que arruina la vida.
Porque no me digan que sí, uno puede vivir bien con un dolor de muelas. ¿Hacen todo lo de costumbre? ¿Viven la vida normal cuando tienen dolor?
Tampoco se puede vivir bien con dolores en el alma, con raíces de amargura que no han sido sanadas. Es lo mismo.
Pero no hay que tener miedo de encontrarse con esa raíz infectada si uno va de la mano del Espíritu Santo.
La va a arrancar y tal vez duela. Pero Él va a estar para mitigar también ese dolor que nos provoque el sacudir esa raíz.
Muchas personas sienten vergüenza cuando descubren algo en sus vidas que quedó como raíz amarga, un episodio denigrante, alguna vergüenza familiar.
A veces es difícil tener que hablar de cosas que nos sucedieron y que nos dan vergüenza.
Pero esto, yendo de la mano del Espíritu Santo, es la garantía de poder pasar, ver este dolor y salir restaurado.
Lo peor que se puede hacer es tapar esto. Debemos ver porqué causas pueden quedar estas raíces de amargura. Porqué quedan raíces amargas.
Para finalizar, te propongo que a lo largo de esta semana recuerdes lo que Pablo escribió: "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados".
Me gusta el ejemplo de las muelas porque no hay nada más vívido para entender lo que es un dolor, que lo que significa un dolor de muela.
A veces quedan raíces que se infectan y entonces hay infección, hay dolor, hay inflamación, hay contaminación porque si la infección no se trata, puede seguir contaminando el resto de la boca.
Puedo contaminar una herida que está ahí tapada en mi vida, puedo contaminar mi trabajo, mi familia, mi matrimonio, mi relación en la Iglesia.
Entonces pensamos en las muelas y se nos dice: Pero, hay que sacar la raíz.
Si usted no quita esta raíz va a seguir sufriendo porque esto se va a volver a infectar con cualquier cosita que pase por ahí.
Si nosotros no sacamos esta raíz del alma que nos infecta la vida, todo lo que pase va a estar pudiendo ser contaminado por algo que infecta, que destruye y que arruina la vida.
Porque no me digan que sí, uno puede vivir bien con un dolor de muelas. ¿Hacen todo lo de costumbre? ¿Viven la vida normal cuando tienen dolor?
Tampoco se puede vivir bien con dolores en el alma, con raíces de amargura que no han sido sanadas. Es lo mismo.
Pero no hay que tener miedo de encontrarse con esa raíz infectada si uno va de la mano del Espíritu Santo.
La va a arrancar y tal vez duela. Pero Él va a estar para mitigar también ese dolor que nos provoque el sacudir esa raíz.
Muchas personas sienten vergüenza cuando descubren algo en sus vidas que quedó como raíz amarga, un episodio denigrante, alguna vergüenza familiar.
A veces es difícil tener que hablar de cosas que nos sucedieron y que nos dan vergüenza.
Pero esto, yendo de la mano del Espíritu Santo, es la garantía de poder pasar, ver este dolor y salir restaurado.
Lo peor que se puede hacer es tapar esto. Debemos ver porqué causas pueden quedar estas raíces de amargura. Porqué quedan raíces amargas.
Para finalizar, te propongo que a lo largo de esta semana recuerdes lo que Pablo escribió: "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados".