Todos pensamos en el futuro. Todos nos preguntamos cómo será nuestra vida y la de nuestros seres queridos: “¿Vivirán mis hijos en un mundo mejor? ¿Será destruida la Tierra? ¿Hay algo que pueda hacer para tener un buen futuro?”. Es natural que queramos saber la respuesta, pues deseamos tranquilidad, seguridad y estabilidad. Si supiéramos lo que pasará en el futuro, podríamos prepararnos física y emocionalmente para enfrentarlo.
Entonces, ¿qué nos depara el futuro? ¿Puede alguien saberlo? Quienes se dedican a hacer predicciones han tenido algunos aciertos, pero también muchos fracasos.
Entonces, ¿qué nos depara el futuro? ¿Puede alguien saberlo? Quienes se dedican a hacer predicciones han tenido algunos aciertos, pero también muchos fracasos.