PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 4--- El día de Pentecostés
Viernes --- Leer con oración: Hch 2:14-18, 21-24, 28; Hch 2:33, 36
"Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Ro 10:13)
QUIEN INVOCARE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO
Puesto que los judíos venidos de todas partes, que oyeron a los discípulos hablar en sus propios dialectos en sus propias lenguas, pensaban que estaban embriagados, Pedro entonces se levantó con los once apóstoles y les dijo: “Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel” (Hch 2:14-16). La tercera hora del día correspondía a las nueve horas de la mañana.
Era como se Pedro hubiese dicho: “paisanos que están en Jerusalén, en la Fiesta de Pentecostés, ustedes deben oír lo que yo tengo que decirles. Son las nueve horas de la mañana: no es hora para beber, y no estamos llenos de mosto. Lo que ocurre aquí es lo dicho por el profeta Joel. Ustedes piensan que el dialecto que ellos están hablando son lenguas, pero, en realidad, es el Espíritu Santo que fue derramado sobre ellos. El Espíritu Santo tiene una expresión, una manifestación, y quiere decirles algo a ustedes de acuerdo con la palabra de Dios”.
Pedro entonces citó al profeta Joel: “Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán” (Hch 2:17-18). Ellos recibieron el derramamiento del Espíritu Santo y, por eso, pudieron tener esas diferentes manifestaciones del Espíritu.
En el versículo 21 Pedro dijo: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. Era como si dijese a los judíos: “Ellos están teniendo todas esas manifestaciones exteriores, pero ninguna de esas manifestaciones tienen algo que ver con la vida o la salvación, pues son sólo manifestaciones exteriores del Espíritu, y solamente quien invoque el nombre del Señor será salvo”. Lo que quiso decir es que las visiones, los sueños y milagros, lenguas y dialectos no nos pueden salvar. Para ser salvo sólo hay una condición: invocar el nombre del Señor. Después de haber dicho esto, Pedro predicó el evangelio.
En Hechos 2:22-24 leemos: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella”. Cristo entró en el Hades, pero salió después de tres días, pues resucitó. Pedro predicó el evangelio clara e intrépidamente.
El versículo 28 cita las palabras de David: “Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia”. David ya sabía, en su época, que el hombre necesita del camino de la vida. Con Cristo, llegó ahora el camino de la vida. Pedro entonces continuó: “Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís [...] Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hch 2:33, 36). Cuando los israelitas oyeron esto se compungieron de corazón. Era como si hubiesen dicho: “Hace cincuenta días que hemos estado gritando: “Crucifíquenlo, crucifíquenlo”. Él era el Hijo de Dios y vino a la tierra para salvarnos. ¿Qué haremos ahora? Nosotros lo hemos crucificado”. El corazón de ellos se quedó compungido, sensibilizado. Esa es la eficacia del evangelio.
Punto Clave: Invocar para ser salvo
Pregunta: De acuerdo con el mensaje de Pedro ¿qué es lo que puede salvar al hombre?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Árvore da Vida”
Semana 4--- El día de Pentecostés
Viernes --- Leer con oración: Hch 2:14-18, 21-24, 28; Hch 2:33, 36
"Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Ro 10:13)
QUIEN INVOCARE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO
Puesto que los judíos venidos de todas partes, que oyeron a los discípulos hablar en sus propios dialectos en sus propias lenguas, pensaban que estaban embriagados, Pedro entonces se levantó con los once apóstoles y les dijo: “Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel” (Hch 2:14-16). La tercera hora del día correspondía a las nueve horas de la mañana.
Era como se Pedro hubiese dicho: “paisanos que están en Jerusalén, en la Fiesta de Pentecostés, ustedes deben oír lo que yo tengo que decirles. Son las nueve horas de la mañana: no es hora para beber, y no estamos llenos de mosto. Lo que ocurre aquí es lo dicho por el profeta Joel. Ustedes piensan que el dialecto que ellos están hablando son lenguas, pero, en realidad, es el Espíritu Santo que fue derramado sobre ellos. El Espíritu Santo tiene una expresión, una manifestación, y quiere decirles algo a ustedes de acuerdo con la palabra de Dios”.
Pedro entonces citó al profeta Joel: “Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán” (Hch 2:17-18). Ellos recibieron el derramamiento del Espíritu Santo y, por eso, pudieron tener esas diferentes manifestaciones del Espíritu.
En el versículo 21 Pedro dijo: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. Era como si dijese a los judíos: “Ellos están teniendo todas esas manifestaciones exteriores, pero ninguna de esas manifestaciones tienen algo que ver con la vida o la salvación, pues son sólo manifestaciones exteriores del Espíritu, y solamente quien invoque el nombre del Señor será salvo”. Lo que quiso decir es que las visiones, los sueños y milagros, lenguas y dialectos no nos pueden salvar. Para ser salvo sólo hay una condición: invocar el nombre del Señor. Después de haber dicho esto, Pedro predicó el evangelio.
En Hechos 2:22-24 leemos: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella”. Cristo entró en el Hades, pero salió después de tres días, pues resucitó. Pedro predicó el evangelio clara e intrépidamente.
El versículo 28 cita las palabras de David: “Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia”. David ya sabía, en su época, que el hombre necesita del camino de la vida. Con Cristo, llegó ahora el camino de la vida. Pedro entonces continuó: “Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís [...] Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hch 2:33, 36). Cuando los israelitas oyeron esto se compungieron de corazón. Era como si hubiesen dicho: “Hace cincuenta días que hemos estado gritando: “Crucifíquenlo, crucifíquenlo”. Él era el Hijo de Dios y vino a la tierra para salvarnos. ¿Qué haremos ahora? Nosotros lo hemos crucificado”. El corazón de ellos se quedó compungido, sensibilizado. Esa es la eficacia del evangelio.
Punto Clave: Invocar para ser salvo
Pregunta: De acuerdo con el mensaje de Pedro ¿qué es lo que puede salvar al hombre?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Árvore da Vida”