La Iglesia Católica acepta oficialmente la Biblia como la Palabra inspirada de Dios, pero no como la autoridad final. La tradición, juntamente con las declaraciones de los papas y de los concilios, es considerada igualmente autoritaria. Sin embargo, hay muchos puntos en los que la tradición de la Iglesia Católica no está de acuerdo con la Biblia. Es en relación a ellos que cada uno de nosotros debe decidir a cuál seguirá.
Para decidir si debemos someternos a la autoridad de la Biblia o de la iglesia, debemos tomar en cuenta que lo que la Iglesia Católica cree que es correcto o incorrecto, cambia con el paso del tiempo.
* Oficiar la comunión en el idioma del pueblo era, en un tiempo, una herejía protestante. La misa debía decirse en latín. Luego el Papa Juan XXIII inició un período de reforma en el que la misa debía decirse en los idiomas del pueblo. Sin embargo, la Biblia no cambia; por tanto, no siempre está de acuerdo con una iglesia cambiante.
* Una anciana católica me dijo una vez: "Si el Papa desea comer carne los viernes e ir al infierno, él puede hacerlo, ¡pero yo no lo haré!" Puesto que la Biblia concuerda con la actual doctrina católica de que no es pecado comer carne los viernes, antes no podía estar de acuerdo con la enseñanza de que comer carne los viernes era pecado.
* A través de los siglos se han introducido muchos cambios en la enseñanza de la iglesia que están en serio desacuerdo con la Biblia. Podemos mencionar, por ejemplo, la aceptación de la veneración de imágenes en la iglesia. Las diferencias entre la doctrina católica y la de aquellos para quienes la Biblia es la autoridad final no se deben a que los evangélicos deseen ofender, sino a que donde hay conflicto entre las enseñanzas de la Biblia y las de la Iglesia Católica, es imposible aceptar ambas. En estos puntos cada persona debe elegir a cuál autoridad obedecerá.
La mayoría de las tradiciones que están en contradicción con la Biblia comenzaron a formarse después del año 300 d.C., en la época del emperador Constantino, y gradualmente se desarrollaron hasta llegar a ser dogmas de la iglesia. Sin embargo, algunas doctrinas antibíblicas son recientes. ...
...
preparado.
Porque como el apóstol Pedro nos dice en su segunda carta, la Biblia es más confiable que lo que él había visto con sus ojos y escuchado con sus oídos, porque fue escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:16-21). Parece obvio que si la Biblia es más confiable que lo que Pedro mismo había visto y oído, es también más confiable que cualquier tradición que la contradice.
Algunos interpretan mal una parte de este pasaje y dicen que sólo la Iglesia Católica Romana puede interpretar la Biblia. Sin embargo, el pasaje habla de la dirección de Dios para quienes escribieron la Biblia, y no dice que sólo algunos pueden interpretarla. El apóstol Pablo elogió a los creyentes de Berea, porque escudriñaron las Escrituras para ver si lo que él les estaba enseñando era realmente bíblico: Estos eran mejores que los de Tesalónica y recibieron la Palabra de Dios con mucho interés. Diariamente examinaban las Escrituras para comprobar lo dicho por Pablo (Hechos 17:11). Si ellos hicieron bien en examinar las enseñanzas del apóstol Pablo comparándolas con las Escrituras que tenían, ¿cuánto más debemos aplicar el mismo examen a las tradiciones de la iglesia hoy?
El Nuevo Testamento habla mucho de la tradición, y la condena cuando es contraria a la Palabra de Dios. Jesús dijo: Ustedes incluso dispensan del mandamiento de Dios para mantener la tradición de los hombres... anulan la Palabra de Dios con la tradición que se han ido transmitiendo (Marcos 7:8, 13; vea también Mateo 15:2-6; Colosenses 2:8; 1 Tesalonicenses 2:13; Gálatas 1:14).
Algunos, tratando de justificar la autoridad de la Iglesia Católica sobre la de las Escrituras, nos hacen recordar que la Biblia no contiene todo lo que enseñaron Jesús y los apóstoles. Esto es verdad y la Biblia misma lo dice. Sin embargo, este hecho no nos autoriza a aceptar las muchas doctrinas católicas que están en explícita contradicción con las enseñanzas de las Escrituras (Apocalipsis 22:18-19; Marcos 7:3-13). La Biblia contiene todo lo necesario para llevarnos a la fe en Cristo y para ayudarnos a crecer en esa fe (Juan 20:30-31; 2 Timoteo 3:16-17).
La mayoría de las diferencias entre los protestantes que creen en la Biblia y la Iglesia Católica Romana no provienen de diferentes interpretaciones de la Biblia o de Biblias diferentes, sino de una diferencia respecto a cuál es la "autoridad final". La Biblia debe interpretarse a la luz de la Biblia misma, y no ser tergiversada o puesta a un lado para honrar la declaración de los papas, de los concilios o de la tradición (2 Tesalonicenses 2:15; 3:6).
Este articulo fue extraido de www.chick.com/es/reading. Chick es un siervo de Dios y genial defensor del Evangelio
Para decidir si debemos someternos a la autoridad de la Biblia o de la iglesia, debemos tomar en cuenta que lo que la Iglesia Católica cree que es correcto o incorrecto, cambia con el paso del tiempo.
* Oficiar la comunión en el idioma del pueblo era, en un tiempo, una herejía protestante. La misa debía decirse en latín. Luego el Papa Juan XXIII inició un período de reforma en el que la misa debía decirse en los idiomas del pueblo. Sin embargo, la Biblia no cambia; por tanto, no siempre está de acuerdo con una iglesia cambiante.
* Una anciana católica me dijo una vez: "Si el Papa desea comer carne los viernes e ir al infierno, él puede hacerlo, ¡pero yo no lo haré!" Puesto que la Biblia concuerda con la actual doctrina católica de que no es pecado comer carne los viernes, antes no podía estar de acuerdo con la enseñanza de que comer carne los viernes era pecado.
* A través de los siglos se han introducido muchos cambios en la enseñanza de la iglesia que están en serio desacuerdo con la Biblia. Podemos mencionar, por ejemplo, la aceptación de la veneración de imágenes en la iglesia. Las diferencias entre la doctrina católica y la de aquellos para quienes la Biblia es la autoridad final no se deben a que los evangélicos deseen ofender, sino a que donde hay conflicto entre las enseñanzas de la Biblia y las de la Iglesia Católica, es imposible aceptar ambas. En estos puntos cada persona debe elegir a cuál autoridad obedecerá.
La mayoría de las tradiciones que están en contradicción con la Biblia comenzaron a formarse después del año 300 d.C., en la época del emperador Constantino, y gradualmente se desarrollaron hasta llegar a ser dogmas de la iglesia. Sin embargo, algunas doctrinas antibíblicas son recientes. ...
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preparado.
Porque como el apóstol Pedro nos dice en su segunda carta, la Biblia es más confiable que lo que él había visto con sus ojos y escuchado con sus oídos, porque fue escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:16-21). Parece obvio que si la Biblia es más confiable que lo que Pedro mismo había visto y oído, es también más confiable que cualquier tradición que la contradice.
Algunos interpretan mal una parte de este pasaje y dicen que sólo la Iglesia Católica Romana puede interpretar la Biblia. Sin embargo, el pasaje habla de la dirección de Dios para quienes escribieron la Biblia, y no dice que sólo algunos pueden interpretarla. El apóstol Pablo elogió a los creyentes de Berea, porque escudriñaron las Escrituras para ver si lo que él les estaba enseñando era realmente bíblico: Estos eran mejores que los de Tesalónica y recibieron la Palabra de Dios con mucho interés. Diariamente examinaban las Escrituras para comprobar lo dicho por Pablo (Hechos 17:11). Si ellos hicieron bien en examinar las enseñanzas del apóstol Pablo comparándolas con las Escrituras que tenían, ¿cuánto más debemos aplicar el mismo examen a las tradiciones de la iglesia hoy?
El Nuevo Testamento habla mucho de la tradición, y la condena cuando es contraria a la Palabra de Dios. Jesús dijo: Ustedes incluso dispensan del mandamiento de Dios para mantener la tradición de los hombres... anulan la Palabra de Dios con la tradición que se han ido transmitiendo (Marcos 7:8, 13; vea también Mateo 15:2-6; Colosenses 2:8; 1 Tesalonicenses 2:13; Gálatas 1:14).
Algunos, tratando de justificar la autoridad de la Iglesia Católica sobre la de las Escrituras, nos hacen recordar que la Biblia no contiene todo lo que enseñaron Jesús y los apóstoles. Esto es verdad y la Biblia misma lo dice. Sin embargo, este hecho no nos autoriza a aceptar las muchas doctrinas católicas que están en explícita contradicción con las enseñanzas de las Escrituras (Apocalipsis 22:18-19; Marcos 7:3-13). La Biblia contiene todo lo necesario para llevarnos a la fe en Cristo y para ayudarnos a crecer en esa fe (Juan 20:30-31; 2 Timoteo 3:16-17).
La mayoría de las diferencias entre los protestantes que creen en la Biblia y la Iglesia Católica Romana no provienen de diferentes interpretaciones de la Biblia o de Biblias diferentes, sino de una diferencia respecto a cuál es la "autoridad final". La Biblia debe interpretarse a la luz de la Biblia misma, y no ser tergiversada o puesta a un lado para honrar la declaración de los papas, de los concilios o de la tradición (2 Tesalonicenses 2:15; 3:6).
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