“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana...” – 1 Corintios 10:13 Cuando oímos la palabra tentación, enseguida pensamos en pecado, en debilidad, en culpa. Pero, ¿y si te dijera que la tentación no es tu enemiga... sino tu oportunidad? 
LA VERDAD OCULTA DETRÁS DE LA TENTACIÓN
La Biblia no describe la tentación solamente como una trampa del diablo. En su sentido más profundo y original, tanto en hebreo (masa, bahan) como en griego (peirazo, dokimazo), también significa ser probado, ser afinado, ser purificado como el oro en el fuego.
La tentación no es pecado, sino el campo de batalla donde se fortalece la fe.
Si no somos tentados, no somos humanos. Y si no somos humanos, ¿cómo podríamos crecer en obediencia, en carácter y en dependencia de Dios?Cuando tenía 24 años, trabajaba en una empresa donde era fácil “maquillar” ciertos reportes para ganar bonos. Un compañero me dijo una vez: "Dios sabe que todos lo hacen. No es robar, es sobrevivir".
Esa semana, mientras oraba, leí Hebreos 4:15-16:
Fue como una bofetada de amor. Comprendí que la tentación que vivía no era señal de que Dios me había abandonado, sino que me estaba dando una oportunidad de reflejar a Cristo. Rechacé la propuesta. No gané el bono, pero gané paz, carácter… y más adelante, una promoción inesperada.
¿QUÉ NOS ENSEÑA LA TENTACIÓN?
Que Dios no la evita, pero sí la regula: No permite que seas tentado más allá de lo que puedes soportar (1 Cor. 10:13).- Que es parte esencial del crecimiento espiritual: Así como el fuego refina el oro, la tentación fortalece tu fe (1 Pedro 1:6-7).
Que nunca estás solo: Cristo fue tentado y no pecó, y ahora intercede por ti con compasión (Heb. 2:18).
3 PREGUNTAS PARA EXAMINARTE HOY:
- ¿Estoy reconociendo mis tentaciones como oportunidades para depender más de Dios?
- ¿En qué áreas de mi vida estoy cediendo por no buscar la “salida” que Dios ya prometió darme?
- ¿Estoy siendo probado para ser promovido… o estoy perdiendo la oportunidad de crecer?
La tentación no es un castigo. Es una invitación divina a elegir bien.
El enemigo quiere hacerte caer, pero Dios quiere hacerte fuerte.
No huyas del fuego: deja que te refine. Porque si pasas la prueba, recibirás la corona de vida (Santiago 1:12).
Si esta palabra tocó tu corazón, deja un 
en los comentarios y etiqueta a alguien que necesita saber que ¡la tentación no es su fin, sino su oportunidad!
"No nos metas en tentación, mas líbranos del mal…" – Mateo 6:13
