Hoy en día hay mucha doctrina basada en los tiempos, y muchas veces la iglesia sigue esperando el cumplimiento de “tiempos” (eventos), basados en los tiempos kronos (nuestra cronología), y en una palabra que encontramos repetida en el Nuevo Testamento. Esta palabra es: “pronto”.
Cuando leemos esta expresión...”pronto”, concluimos que se refiere a que son cosas que sucederán así.... “pronto”, es decir, rápido, mañana, pasado, al instante, en un tiempo futuro no muy lejano, casi inmediato. De hecho, esta es una de las principales razones por las que hemos creído que Apocalipsis es un libro que nos habla del futuro, ¿no es así?
Por ejemplo, en el capítulo 1 de Apocalipsis, leemos estas palabras: (resalto estas expresiones, con azul) “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”
De la misma manera, en el último capítulo de este libro (N.T.), encontramos estas palabras: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve.”
Estas expresiones a primera lectura nos hablan de cosas que tendrían lugar “pronto”, es decir...en corto tiempo, ¿no es así? O al menos es la primera impresión que tenemos, basados en nuestro entendimiento de “nuestros tiempos.”
Pero...¿qué tan pronto es “pronto”, para Dios?
Recordemos que esta revelación (Apocalipsis) fue dada a Juan, estando en el exilio en la isla de Patmos, y después enviada a las siete iglesias que se encontraban en Asia. De manera que los primeros destinatarios fueron los cristianos del primer siglo.
Así que hagámonos unas preguntas: ¿Por qué el Señor les iba a decir que lo que en esa revelación leerían sucedería “pronto”, y lo cierto es que no fue así?
¿Será que Dios estaba jugando con la esperanza y la fe de sus hijos, y les hizo creer en algo que él sabía que no iba a cumplir pronto?
¿O será que no hemos terminado por entender a qué se refiere el Señor cuando nos dice: ”pronto”?

Cuando leemos esta expresión...”pronto”, concluimos que se refiere a que son cosas que sucederán así.... “pronto”, es decir, rápido, mañana, pasado, al instante, en un tiempo futuro no muy lejano, casi inmediato. De hecho, esta es una de las principales razones por las que hemos creído que Apocalipsis es un libro que nos habla del futuro, ¿no es así?
Por ejemplo, en el capítulo 1 de Apocalipsis, leemos estas palabras: (resalto estas expresiones, con azul) “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. 3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”
De la misma manera, en el último capítulo de este libro (N.T.), encontramos estas palabras: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve.”
Estas expresiones a primera lectura nos hablan de cosas que tendrían lugar “pronto”, es decir...en corto tiempo, ¿no es así? O al menos es la primera impresión que tenemos, basados en nuestro entendimiento de “nuestros tiempos.”
Pero...¿qué tan pronto es “pronto”, para Dios?
Recordemos que esta revelación (Apocalipsis) fue dada a Juan, estando en el exilio en la isla de Patmos, y después enviada a las siete iglesias que se encontraban en Asia. De manera que los primeros destinatarios fueron los cristianos del primer siglo.
Así que hagámonos unas preguntas: ¿Por qué el Señor les iba a decir que lo que en esa revelación leerían sucedería “pronto”, y lo cierto es que no fue así?
¿Será que Dios estaba jugando con la esperanza y la fe de sus hijos, y les hizo creer en algo que él sabía que no iba a cumplir pronto?
¿O será que no hemos terminado por entender a qué se refiere el Señor cuando nos dice: ”pronto”?
