Casi nunca nos atrevemos a preguntarlo con honestidad: ¿cómo está usando el Infierno la Iglesia visible y nuestra vida social “normal” para enfriar, distraer y corromper nuestra fe?
Mientras muchos imaginan al diablo con cuernos y fuego, su arma más letal suele ser respetable, religiosa y socialmente aceptada.
Jesús lo advirtió con extrema seriedad:
¿Qué tal si el campo de batalla no es la “vida mundana extrema”, sino la vida social respetable, cortes, educada… pero espiritualmente tibia?
Hoy nos metemos justamente ahí:
En esas pequeñas grietas de orgullo, crítica, doble vida y superficialidad por donde el Infierno entra sin hacer ruido… y sin levantar sospechas.
Prepárate: este tema no es cómodo, pero es urgente.
No se trata de la Iglesia eterna, la novia pura de Cristo.
Se trata de la institución visible, con sus aciertos… y sus puntos vulnerables, que el Infierno conoce muy bien.
El nuevo creyente llega encendido, con lágrimas y emociones fuertes.
Muy pronto descubre que la vida cristiana también es rutina, obediencia diaria, fidelidad cuando no hay fuegos artificiales.
En ese momento el Infierno susurra:
“¿Ves? Esto es aburrido. Ya no sientes nada. Dios se alejó de ti.”
Pero la Escritura ya lo había dicho:
“El justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17)
No por emociones pasajeras, sino por una fidelidad perseverante.
El que desafina al cantar.
El que usa botas ruidosas.
La que se viste llamativa.
El que parece hipócrita.
El que tiene maneras raras de hablar o de ser.
Y otra vez la voz del Infierno:
“Esta gente es ridícula. Tu fe es ridícula.”
Pero Jesús pregunta:
“¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?” (Mateo 7:3)
La meta es clara: convertir al creyente en crítico profesional, no en discípulo obediente.
Hoy se ve por todas partes.
No buscamos dónde servir, sino qué lugar nos gusta más:
Sin embargo, la instrucción bíblica es otra:
“Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; corrige, reprende, exhorta…” (2 Timoteo 4:2)
El llamado no es “que te guste”, es que te convierta.
El Infierno celebra cuando la iglesia se rompe por asuntos no esenciales:
“Para que todos sean uno… para que el mundo crea.” (Juan 17:21)
La división innecesaria no solo hiere relaciones: mata el testimonio ante el mundo.
Muchas veces el objetivo del Infierno no es eliminar la fe, sino diluirla.
No quiere que renuncies a Cristo, sino que lo mezcles con algo más:
“No os dejéis mover del evangelio…” (Gálatas 1:6-8)
Cuando Jesús deja de ser suficiente, todo el mensaje se contamina.
No solo la iglesia visible es vulnerable; tu círculo social es un campo de batalla espiritual diario.
Especialmente con la madre y los más cercanos.
El Infierno fomenta pequeñas fricciones diarias:
“Honra a tu padre y a tu madre.” (Éxodo 20:12)
No dice: “cuando te caigan bien”, ni “cuando piensen como tú”.
Personas atractivas, exitosas, brillantes, escépticas.
Poco a poco logran que el creyente se sienta:
“Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” (1 Corintios 15:33)
No toda amistad que parece inofensiva es neutral espiritualmente.
El creyente que:
“Nadie puede servir a dos señores.” (Mateo 6:24)
La doble vida no solo cansa: destruye por dentro y apaga la sensibilidad espiritual.
No es el humor sano; es la burla constante de lo santo.
Llega el momento en que:
Por eso la Escritura advierte:
“No se engañen: Dios no puede ser burlado.” (Gálatas 6:7)
El propósito final: borrar lo que Dios hizo único en ti.
El Infierno quiere que el creyente:
¿Estás discerniendo cuándo la Iglesia visible y tu vida social están siendo usadas para enfriar, diluir o distorsionar tu fe… o simplemente te estás dejando llevar?
Mientras muchos imaginan al diablo con cuernos y fuego, su arma más letal suele ser respetable, religiosa y socialmente aceptada.
Jesús lo advirtió con extrema seriedad:
“Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas… y engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.” (Mateo 24:24)
¿Qué tal si el campo de batalla no es la “vida mundana extrema”, sino la vida social respetable, cortes, educada… pero espiritualmente tibia?
Hoy nos metemos justamente ahí:
En esas pequeñas grietas de orgullo, crítica, doble vida y superficialidad por donde el Infierno entra sin hacer ruido… y sin levantar sospechas.
Prepárate: este tema no es cómodo, pero es urgente.
Cuando la Iglesia visible se vuelve herramienta del Infierno
No se trata de la Iglesia eterna, la novia pura de Cristo.Se trata de la institución visible, con sus aciertos… y sus puntos vulnerables, que el Infierno conoce muy bien.
La decepción del “ya no siento nada”
El nuevo creyente llega encendido, con lágrimas y emociones fuertes.Muy pronto descubre que la vida cristiana también es rutina, obediencia diaria, fidelidad cuando no hay fuegos artificiales.
En ese momento el Infierno susurra:
“¿Ves? Esto es aburrido. Ya no sientes nada. Dios se alejó de ti.”
Pero la Escritura ya lo había dicho:
“El justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17)
No por emociones pasajeras, sino por una fidelidad perseverante.
Obsesionarse con los defectos del prójimo
El que desafina al cantar.El que usa botas ruidosas.
La que se viste llamativa.
El que parece hipócrita.
El que tiene maneras raras de hablar o de ser.
Y otra vez la voz del Infierno:
“Esta gente es ridícula. Tu fe es ridícula.”
Pero Jesús pregunta:
“¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?” (Mateo 7:3)
La meta es clara: convertir al creyente en crítico profesional, no en discípulo obediente.
Cristianos “catadores de iglesias” 
Hoy se ve por todas partes.No buscamos dónde servir, sino qué lugar nos gusta más:
- Música a mi gusto
- Predicador a mi gusto
- Ambiente a mi gusto
- Doctrina ajustada a mi gusto
Sin embargo, la instrucción bíblica es otra:
“Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; corrige, reprende, exhorta…” (2 Timoteo 4:2)
El llamado no es “que te guste”, es que te convierta.
Divisiones por cosas pequeñas… consecuencias enormes 
El Infierno celebra cuando la iglesia se rompe por asuntos no esenciales:- Velas o no velas
- Misa o Santa Cena
- Coro tradicional o banda moderna
- Forma exacta del bautismo
- Lenguaje antiguo o lenguaje contemporáneo
“Para que todos sean uno… para que el mundo crea.” (Juan 17:21)
La división innecesaria no solo hiere relaciones: mata el testimonio ante el mundo.
El veneno del “Cristianismo Y…”
Muchas veces el objetivo del Infierno no es eliminar la fe, sino diluirla.No quiere que renuncies a Cristo, sino que lo mezcles con algo más:
- Cristianismo y prosperidad
- Cristianismo y política
- Cristianismo y conspiraciones
- Cristianismo y activismo sin evangelio
- Cristianismo y la última corriente intelectual
“No os dejéis mover del evangelio…” (Gálatas 1:6-8)
Cuando Jesús deja de ser suficiente, todo el mensaje se contamina.
La vida social como campo de corrupción espiritual
No solo la iglesia visible es vulnerable; tu círculo social es un campo de batalla espiritual diario.
Relaciones familiares usadas como campo de guerra
Especialmente con la madre y los más cercanos.El Infierno fomenta pequeñas fricciones diarias:
- Irritaciones “sin importancia”
- Susceptibilidades exageradas
- Interpretaciones maliciosas del tono y los gestos
- Oraciones “espirituales” por la familia, pero sin amor práctico y concreto
“Honra a tu padre y a tu madre.” (Éxodo 20:12)
No dice: “cuando te caigan bien”, ni “cuando piensen como tú”.
Amigos que apagan el fuego de la fe 
Personas atractivas, exitosas, brillantes, escépticas.Poco a poco logran que el creyente se sienta:
- Anticuado
- Ingenuo
- Exagerado
- “Demasiado religioso”
“Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” (1 Corintios 15:33)
No toda amistad que parece inofensiva es neutral espiritualmente.
La doble vida: la trampa favorita
El creyente que:- Calla donde debería confesar a Cristo
- Ríe donde debería guardar silencio
- Finge equilibrio cuando en realidad tiene miedo al rechazo
- Divide su corazón entre dos lealtades
“Nadie puede servir a dos señores.” (Mateo 6:24)
La doble vida no solo cansa: destruye por dentro y apaga la sensibilidad espiritual.
La ligereza: cuando el bien se vuelve chiste 
No es el humor sano; es la burla constante de lo santo.Llega el momento en que:
- La castidad es chiste
- La fidelidad es chiste
- La generosidad es chiste
Por eso la Escritura advierte:
“No se engañen: Dios no puede ser burlado.” (Gálatas 6:7)
La muerte silenciosa de la individualidad
El propósito final: borrar lo que Dios hizo único en ti.El Infierno quiere que el creyente:
- Abandone sus gustos puros y sencillos
- Suelte lo que realmente le da paz
- Se alinee con la moda, el consumo, la presión social
- Pierda su esencia y su sencillez delante de Dios