¿Que significa ser discípulo (o seguidor) de Jesús el Ungido?

malcho

Miembro senior
10 Abril 2022
132
27
25. Y muchas gentes iban con él; y volviéndose les dijo:
26. Si alguno viene á mí, y no aborrece á su padre, y madre, y mujer, é hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo.
27. Y cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
28. Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que necesita para acabarla?
29. Porque después que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos los que lo vieren, no comiencen á hacer burla de él,
30. Diciendo: Este hombre comenzó á edificar, y no pudo acabar.
31. ¿O cuál rey, habiendo de ir á hacer guerra contra otro rey, sentándose primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
32. De otra manera, cuando aun el otro está lejos, le ruega por la paz, enviándo le embajada.
33. Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia á todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo.
34. Buena es la sal; mas si aun la sal fuere desvanecida, ¿con qué se adobará?
35. Ni para la tierra, ni para el muladar es buena; fuera la arrojan. Quien tiene oídos para oir, oiga.

Yo de verdad he visto muchos que no querían dejar todo, y de verdad han fracasado en la fe.
 
25. Y muchas gentes iban con él; y volviéndose les dijo:
26. Si alguno viene á mí, y no aborrece á su padre, y madre, y mujer, é hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo.
27. Y cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
28. Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que necesita para acabarla?
29. Porque después que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos los que lo vieren, no comiencen á hacer burla de él,
30. Diciendo: Este hombre comenzó á edificar, y no pudo acabar.
31. ¿O cuál rey, habiendo de ir á hacer guerra contra otro rey, sentándose primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
32. De otra manera, cuando aun el otro está lejos, le ruega por la paz, enviándo le embajada.
33. Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia á todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo.
34. Buena es la sal; mas si aun la sal fuere desvanecida, ¿con qué se adobará?
35. Ni para la tierra, ni para el muladar es buena; fuera la arrojan. Quien tiene oídos para oir, oiga.

Yo de verdad he visto muchos que no querían dejar todo, y de verdad han fracasado en la fe.

Hola malcho:

Si una persona no está dispuesta a perder su vida por el Evangelio, es que NO TIËNE LA FE SUFICIENTE, para afrontar este camino. Hay que estar muy seguro de poder soportarlo para empezarlo.

Lucas 14:27-29 Nueva Versión Internacional
27 Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

28 »Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? 29 Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él,


Quien empieza este camino, y al tercer día de no haber comido nada, decide abandonarlo para no perder la vida, no debía de haberlo empezado.

Saludos
Daniel de Dios "El Ignorado"
 
Hola malcho:

Si una persona no está dispuesta a perder su vida por el Evangelio, es que NO TIËNE LA FE SUFICIENTE, para afrontar este camino. Hay que estar muy seguro de poder soportarlo para empezarlo.


Lucas 14:27-29 Nueva Versión Internacional

27 Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

28 »Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? 29 Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él,


Quien empieza este camino, y al tercer día de no haber comido nada, decide abandonarlo para no perder la vida, no debía de haberlo empezado.

Saludos
Daniel de Dios "El Ignorado"
Hola Daniel de Dios. Yo lo leo así: Si alguien ama demasiado esta vida y no empieza a seguir al señor, al final empieza vivir como este mundo. Muchas veces sus hijos se pierden en el mundo, no pocas -- su familia. Sí, puede tener una carera buena y ganar "pasta", pero no puede tener los dos reinos a la vez.
 
Aquí voy a poner una visión (que no la he visto yo) pero muestra de una forma muy clara que significa no pagar el precio de ser discípulo de un lado y pagarlo por otro lado.

Vi una señora sentada en el suelo al lado de una carretera, tomando su cara con las dos manos, sus codos descansando sobre sus rodillas. Parecía que estaba perpleja. En el medio del camino había una antigua maquina de escribir que parecía bastante pesada. La señora escuchó una suave voz que le decía:

—Coge la maquina de escribir.

Su propia oración al Señor había sido, que le diera el rumbo exacto hacia su Carretera, como ella había visto que muchos de los que pasaban por el camino, volvían al no ser capaces de encontrar la Carretera. Ella había venido hasta aquí y no quería volverse atrás. Había salido de su casa con dos enormes maletas con ruedas que estaban repletas y con ambas manos ella había tirado de las maletas hasta aquí.

Al Este, el camino se estrechaba y giraba alrededor de una montaña. Vi que el camino estrecho llevaba hasta una carretera y aunque había mucho trafico en el camino, muy pocos en realidad conseguían llegar a la Carretera. Justo antes de que uno pudiera llegar a la Carretera, había una apertura que parecía el ojo de una aguja gigante. Ninguna persona que llevaba equipaje podía caber. Las instrucciones eran claras. SIN EQUIPAJE. Esto ofendió a muchos. Algunas personas viajaban en coches caros y lujosos, otros con carretas, otros con motocicletas que parecían ser de colección. Llevaban bolsas llenas de cosas antiguas, cartas de amantes, cartas de felicitaciones, ropa que parecía trajes de teatro y muchas otras cosas que ellos consideraban valiosas. La no-negociable condición de que ellos no podían llevar sus cosas favoritas con ellos les ofendía. Ellos preferían volver antes que continuar hacia su Carretera.

Ninguno del trafico que iba hacia la Carretera se paró para hablar con la mujer, ellos simplemente pasaron alrededor de la maquina de escribir y siguieron. Pero los que volvían, con mucho equipaje, ahora tenían tiempo libre de sobra. Así que cuando vieron la mujer sentada en el suelo, estando perpleja, poco a poco se reunieron alrededor suya. El grupo de espectadores se reunía lentamente en la forma una herradura alrededor de la mujer. Todos empezaron a preguntarla porque miraba fijamente a esa maquina de escribir. Así que ella les explicó:

—Pregunté al Señor como llegar a su Carretera y cuando había terminado de orar y continuado de andar, vi esta maquina de escribir en medio del camino. Oí una pequeña voz decirme: «Coge la maquina de escribir».

—Ja, ja, ja —se rió un hombre del grupo—, Dios jamas diría que cogieras la maquina de escribir. Él nos advierte contra lo de trabajar, ¿o es qué no lees la Biblia? Si él quisiera que tu tuvieras esta maquina de escribir, ella simplemente aparecería en tus pies, así que yo digo que no, no has oído la voz del Señor. Esto tiene que ser el enemigo —y el hombre se marchó, meneando su cabeza, y diciendo disgustado—: Las mujeres son tan crédulas…

Otro de los espectadores se paró, oyó la conversación y le dijo a la mujer:

—Si recuerdo bien … no había maquinas de escribir en la era de Dios, así que no, yo diría que no has oído de Dios.

Un hombre que llevaba un bombín, un paraguas en una mano y un carrito lleno de libros con la otra, llamó a sus amigos, que todos tenían doctorados en teología, y que también tenían carritos llenos de libros, y dijo:

—Ahora, estudiemos las Escrituras muy detenidamente.

Y todos esos amantes de los libros rápidamente rebuscaron en sus carritos y sacaron las concordancias y comentarios en lengua Griega, Latín, Hebrea, Ingles y otras, y empezaron a hojear emocionadamente. Estos hombres, que se creían tan importantes, espantaron la multitud que se juntaba alrededor de la mujer.

—Dejad esto a los expertos —dijo el hombre del bombín–. Veamos ahora… «M» para maquina de escribir… No, no hay tal palabra en las versiones en Hebreo, Griego, Chino, Ingles o Arameo. Pero veamos, aquí esta, tenemos «escribir» pero no «maquina» y eso demuestra que aunque la palabra «escribir» puede que sea de Dios, la palabra «maquina» es conspicua ya que no esta. Por lo tanto —dijo el hombre del bombín con gran condescendencia—, yo concluyo que esta frase es mixta. La parte de «escribir» puede ser de Dios, pero la parte «maquina» no. Y ya que sabemos que Dios nunca manda mensajes mixtos…

Mientras hablaba el hombre del bombín, una larga limusina blanca se paro al lado de la multitud y las ventanas se bajaron. Guardaespaldas salieron de la limusina y todos se callaron y miraban mientras una mujer bajaba del coche. Llevaba un vestido con grandes diamantes de imitación incrustados. El collar que iba con el vestido tenia bombillas de luz y una cadena tachonada con diamantes. La mujer tenia consigo un gran grupo de lacayos que se quedaron alrededor suya. Tenia tanto maquillaje en su cara, que parecía haber usado una pala para ponerlo. Salio dramáticamente del coche, en una manera lenta y deliberaba, para estar segura que ella tendría toda la atención y nadie mas. Tenia un paternóster de diamantes y lo hacia rodar mientras cantaba:

—Yo soy una nueva creación, yo soy una nueva creación, yo soy una nueva creación…

—No miente —susurró un hombre en traje gris—. Ella es una nueva criatura y yo mas que nadie lo se, porque soy su cirujano plástico. Aquí esta mi tarjeta de visita.

La mujer se acercó a la señora que estaba sentada en el suelo y los demás se alejaron un poco, dejando espacio libre.

—Escucha, cariño —dijo la «nueva creación» a la mujer que estaba sentada en el suelo—, muchas veces he visto una cruz de madero en el suelo y una voz me decía: «Coge la cruz y sígueme». Yo se que Dios nunca diría eso, porque yo ya llevo una cruz, mira —ella señaló con el dedo una cruz tachonada con diamantes que colgaba de su cuello.

La multitud que se había reunido allí tembló, como si todos tuvieran una revelación. Cada uno de la multitud llevaba una cruz alrededor de su cuello, algunos de oro, otros de plata, otros de hierro. Ellos también habían escuchado una voz que les decía que cogieran la cruz y le sugieran, pero también habían creído que no era la voz de Dios, ya que ellos ya llevaban una cruz, colgando de una cadena alrededor de sus cuellos. «Que confirmación», pensaron todos y siguieron escuchando a la ostentosa «nueva creación».

—¡Yo también llevo mi cruz! —gritó cada uno

Viendo que tenia un gran impacto, ella se volvió hacia su guardaespaldas, le guiño y le señaló con sus dedos llenos de anillos que cogiera algo del coche y luego continuó hablando.

—O sea, lo que intento decirte, cariño, es que Dios es un Dios rico. ¿Dio el una maquina de escribir a Solomon? No, el dio a Solomon todas las riquezas del mundo, ¿no lo ves? Entonces, ¿por qué querría Dios que una hija suya cogiera una «maquina de escribir»? ¿Por qué no un avión privado, o un coche, o un vestido de diamantes?

»Deja me compartir un testimonio. Una mañana me desperté, corrí hasta mi espejo, levanté mi pie y con fe repetí setecientas setenta y siete veces: «Yo creo que mi pie calzará con botas de piel de cocodrilo». ¡Y adivina qué! Volaba yo en mi avión privado con mi marido y el mejor zapatero de los Estados Unidos a bordo. Mi marido, que parecía muy feliz, de repente exclamó: «¡Mira, cariño, veo dos cocodrilos!»

»Así que aterrizamos allí, en la jungla, y tuvimos una gran aventura. Yo oré por las tierras de los nativos, para que se conviertan en un recurso prospero, a través de mi marido, que es un hombre de negocios, luego pase con la bolsa de ofrendas y he aquí, los nativos me dieron un diezmo de dos cocodrilos. Uno me lo llevé y el otro lo dí al mejor zapatero para que me haga unas botas de piel de cocodrilo. Costaron 20.000 dolares, pero merecían la pena, y ademas, la congregación fue la que pagó por ellos. Claro, los oficiales en el aeropuerto levantaron un alboroto, pero les dije simplemente que eran cocodrilos religiosos y que no tenía que pagar impuestos».

Y mirando con prisa su caro reloj de pulsera, dijo:

—Mira, cariño, lo que estoy diciendo es que tú no has oído de Dios.

La «nueva criatura» mujer ahora se volvió hacia la multitud y dijo al guardaespaldas que pasase la roja bolsa de ofrendas entre la gente.

—Yo nunca salgo de casa sin esta bolsa –dijo ella, sonriendo—. Habéis escuchado mi sermón, ahora dad generosamente.

Cuando la bolsa estaba llena, ella señaló otra vez al guarda espaldas y él montó una mesa a unos metros de la señora que estaba en el suelo.

—El mensaje que acabáis de oír esta ahora disponible en CD y DVD y por una pequeña donación de $7777 puede ser vuestro —dijo la «nueva criatura».

Las personas se amontonaron alrededor de su mesa y en cuestión de minutos, todos los discos fueron vendidos. Entonces, la «nueva creación» y su séquito se marcharon.

Ahora, un nuevo grupo de espectadores se había reunido alrededor de la señora que estaba sentada en el suelo, de nuevo en la forma de una herradura, con ella en el centro.

—Para comprender las cosas profundas de Dios, necesitas recubrimiento —dijo uno del grupo—. Solo cuando la cubertura esta encima tuya, entonces puedes discernir correctamente.

Un joven con patines, su ropa cubierta con todo tipo de dispositivos electrónicos, interrumpió:

—Yo no se pa’ el recubrimiento ni na’, pero lo que no me entero es … ¿por qué una maquina de escribir? ¿Por qué no, ya sabes, un portátil o algo? No… Nosotros servimos a un Dios moderno, ¿por qué querrá él que cogieras una cosa tan anticuada…? Yo…

Otra persona del grupo miró al joven con desprecio:

—¿Tu crees que Adán tuvo una maquina de escribir? ¿O Moisés? O sea, que si Dios no dio a los patriarcas maquinas de escribir, ¿por qué iba a darnos a nosotros ahora? No… Toda esta tecnología es cosa de los demonios. Y señora, con todo mi respeto, pero me parece que no ha oído usted de Dios por nada.

Un hombre, vestido pulcramente y rodeado por sus varias esposas, pasando, se paró y dijo a la señora:

—Tu lo que necesitas es un esposo, no una maquina de escribir. Levántate y ven conmigo. Únete a mi familia.

Los sonidos de muchos consejos necios llenaron el aire y al final la señora no pudo soportarlo mas.

—¡Fuera! Idos. Marchaos… Fuera, todos vosotros… ¡Idos! Dejadme sola…

Mientras la gente se dispersaba, una mujer muy delgada, de la multitud, miró hacia atrás con rabia y señaló a la señora que estaba sentada y dijo:

—Esto es a lo que me refiero. ¿Visteis su comportamiento elitista? ¿Oísteis lo que dijo? «Dejad me sola». Ella sigue la doctrina de los aislacionistas, la doctrina de «yo soy superior que tu» y «yo no te necesito». Así es como estas personas al final crean cultos. Si Dios de verdad había hablado, ¿no creéis que ella debería tener nos a nosotros, sus seguidores, alrededor suya para medir y examinar el mundo a través de la Biblia? Me refiero… ¿Es ella elitista o no lo es?, os pregunto. Nos esta despreciando porque hemos vuelto. ¿Veis su orgullo? ¿Su arrogancia?

La señora estuvo callada y no contestó. La multitud dispersó.

—Perdóname, Señor—ella lloró y se postró en el suelo—. Yo te obedeceré, Señor, no buscaré otro consejo que el tuyo —gritó ella.

Algunos del grupo que estaban ahora a una distancia de la señora, se dieron la vuelta y la vieron postrada en el suelo delante de la maquina de escribir.

—¡Mirad, se ha postrado! ¡Esta adorando a la maquina de escribir! ¿No os dije yo que los elitistas son todos así? —dijo la mujer delgada.

La señora, ahora que estaba refrescada, se levantó e hizo como el Señor le había dicho que hiciera hace bastante tiempo. Se dobló para levantar la maquina de escribir y notó, que debajo había una tapa de plata, justo donde estaba la maquina. Abrió la tapa y encontró una pequeña mochila. Dentro había un mapa e instrucciones como llegar a la Carretera. También había suficientes provisiones para llegar hasta allí. Ella comprendió en su espíritu que esta bolsa es lo único que necesitaba. Se deshizo de sus dos maletas al lado del camino y corrió con alegría cuando ce acercó a la apertura con la forma de ojo de aguja. Dio un paso y entro con éxito.

Desde el momento que había cogido la maquina de escribir, ella había estado llena con una seguridad y paz absolutas y no había tenido ninguna duda de si podría pasar por la apertura, porque la bolsa que llevaba se la había dado el Señor.




Swarna Jha. Vi esta visión el 30 de Noviembre de 2007, unas horas después de ver la visión: La danza del olivo