Yo he entendido que si estás enojado y vas al aire libre, pues baja un poco la gorra de béisbol para que no te de el sol en la feis, y de esa forma no arrugues el ceño, puedes seguir enojado contra tu prójimo, puedes presentarte delante de Dios y decirle "Oh Dios te amo tanto (y le cantas y oras), pero en tu mente sigues batallando, y piensas "amo a Dios, menos a ese engreído que me hizo enojar hasta patalear, ¿que se cree ese?"
Claro, Dios no va aceptar tu ofrenda de amor, Jesús te dice, ve ponte de acuerdo con tu hermano:
Mateo 5:22-23
[22] "Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
[23] Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
[24] deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda".
Reconciliate pronto, antes que se ponga el sol, antes que termine el día, cuanto antes, antes de ir a la cama así, sobre todo si es tu pareja. Quítate la gorra de Fariseo, avientala por alla, lejos, ve y abraza tu conjugue, pide perdón. Oren juntos, y que la gracia de Dios os ayude a vencer el mal temperamento, celos, ira o enojo, lo que sea, con aquello que sigues batallando. Dios te dará la gracia.
Perdonen los lectores, no tengo la gracia de decir las cosas como son.