¿QUE ES UNA PERSONA LEGALISTA?

1 Noviembre 2001
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Que la paz de Adonay y su hijo Yaohushua sea con vosotros

¿Qué significa el término legalismo?

La definición del diccionario nos dice que es un "respeto exagerado por la letra de las leyes" (Diccionario de uso del español). Una interpretación muy popular, sobre todo en los círculos religiosos, nos dice que legalismo es cualquier forma de observancia de la Torá y que por lo tanto debe ser evitada. Esta palabra es usada en forma peyorativa, especialmente contra ciertas prácticas, entre las cuales está incluida la observancia del sábado, la abstención de animales inmundos para comer, o de cualquier otro mandamiento que haya sido dado en lo que llamamos el Antiguo Testamento. Sin embargo, usar esta palabra así es incorrecto. Obedecer correctamente las leyes de Dios no es legalismo. Ser legalista en el sentido religioso es aplicar las leyes de Dios de una manera que Dios nunca pretendió.

Los fariseos, una rama excesivamente estricta del judaísmo cuyas interpretaciones predominaban en el pensamiento popular en el tiempo de Cristo, fueron legalistas. Ellos añadieron muchísimas reglas de su invención a los preceptos de Yahweh, lo que hacía que éstos fueran tergiversados e interpretados incorrectamente. Sus interpretaciones "añadidas" a la Ley de Dios eran tan desvirtuadas que invalidaban la Ley y la hacían totalmente ineficaz (Mateo 15:6). El enfoque errado que tenían de la Ley de Dios llevó a muchos a rechazar a Yeshúa como el Mesías prometido, aunque la misma Torá dio testimonio de él (Juan 5:39-40; Lucas 24:44). Esta fue la razón por la que Yeshúa condenó tan duramente la falta de entendimiento y la hipocresía de los dirigentes religiosos de su época. Él les advirtió que debían volver a la enseñanza correcta y a la práctica de la Ley de Dios según el propósito y la intención originales; también les mostró que él era el Mesías prometido.

El apóstol Pablo también condenó en sus escritos a todos aquellos que tergiversaban el uso correcto de la Ley de Dios. Esto es muy evidente en la Epístola a los Gálatas. Lo que Pablo estaba tratando no era el hecho de guardar la Ley de Dios correctamente, algo que él siempre defendió como necesario (Romanos 3:31; 7:12, 14, 22, 25), sino el alegato de que la justificación (el perdón y la restauración del pecador al estado de justicia) podía lograrse por medio de la circuncisión y la obediencia estricta de la Ley. Algunos falsos maestros socavaron las congregaciones de Galacia insistiendo erróneamente en que la circuncisión y la obediencia a la Ley eran elementos suficientes para alcanzar la justificación y la salvación, sin tener en cuenta la fe en Yeshúa ha Mashíaj.

El apóstol condenó esta falsa enseñanza haciendo notar que la obediencia a la Ley nunca había hecho posible tener la vida eterna (Gálatas 3:21). Dejó claro que la justificación, ser hecho justo a los ojos de Dios y tener acceso con esto a la vida eterna, es posible solamente por medio de Yeshúa (Gálatas 2:16; 3:1-3, 10-11, 22; 5:1-4) . Pablo explicó claramente que para el perdón de los pecados se necesitaba un sacrificio, y que aun la observancia más estricta de la Ley no puede eliminar la necesidad de este sacrificio. La fe no anula ni hace que la Ley desaparezca (Romanos 3:31), como algunos suponen erróneamente. El apóstol Pablo dijo que la fe es la que establece la correcta aplicación de la Ley. La conclusión expresada por Salomón de que el todo del hombre es temer a Dios y guardar sus mandamientos (Eclesiastés 12:13), hace manifiesto que el propósito de la Ley de Dios perdura para toda la humanidad. El apóstol Juan lo confirmó cuando dijo: "Este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos" (1 Juan 5:3). Cuando la mujer sorprendida en adulterio fue llevada delante de Yeshúa, él le dijo: "No peques más" (Juan 8:11); en otras palabras: "Aférrate a la Ley de Dios". Cuando el joven rico le preguntó qué debía hacer para tener la vida eterna, la respuesta fue: "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mateo 19:17).

¿Qué nos dice la Biblia acerca de la Ley?

Que sustituir los preceptos del Dios de Israel por leyes inventadas por el hombre, como lo hicieron los fariseos, es un grave error.
Creer que guardar el sábado, o cualquier ley lo hace a uno recto a los ojos de Dios, en lugar de reconocer la necesidad de tener fe en el Mesías, es legalismo .
Si nos concentramos exclusivamente en obedecer la ley sin tener la motivación de complacer a Dios, amándolo a él y amando al prójimo, desvirtuamos el propósito de la ley (Mateo 22:36-40; Romanos 13:10) y somos legalistas.
Si creemos que por guardar el sábado o cualquier mandamiento podemos hacernos acreedores de la salvación, somos culpables de legalismo.
Obedecer estrictamente la letra exacta de la ley, mientras buscamos cómo dejar de lado el propósito y el espíritu de la misma, es legalismo.

¡La obediencia correcta no es legalismo!

Yeshúa y las Escrituras nos dejan una cosa perfectamente clara: La obediencia correcta de la Ley de Dios no es legalismo.

Después de su conversión, el cristiano verdadero recibe mucho mayor entendimiento del propósito y el espíritu de la Torá, particularmente cuando uno decide obedecer aún cuando no comprende todo.
A medida que obedecemos, valoramos la importancia del sacrificio de Yeshúa y recibimos un mayor conocimiento de por qué es necesaria la obediencia, pero es decisión de la persona si obedece o no. Esto no es legalismo.

Obedecer con una actitud correcta los mandamientos dados por Dios, incluido el mandamiento del Sábado, para santificarlo, no es legalismo.

No permitamos que nadie nos engañe con tal razonamiento, el cual contradice claramente la exhortación que Yeshúa nos hace en Mateo 5:19-20:

"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
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SHALOM EN EL MESIAS DE ISRAEL
 
Re: ¿QUE ES UNA PERSONA LEGALISTA?

Originalmente enviado por: JULIO GAMEZ
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¡La obediencia correcta no es legalismo!

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Interesante. Esa aseveración implica directamente que la obediencia correcta es posible en esta vida.

Curiosamente en el Sermón del Monte, una parte que parece ser muy recomendada por usted, Cristo enseñó que hay 2 niveles de pecado, o que la ley tiene dos planos, el físico y el espiritual.

No cometer adulterio físico no es suficiente, no se debe pensar tampoco.

Lo mismo es con matar. Sin embargo hay otra forma de matar.

¿Cumple usted la ley totalmente? ¿Vive usted en obediencia correcta?

Ya ve, estimado Julio, con un simple argumento y sin tener que escribir un compendio, todo lo que usted escribió se disipa como el humo.

En sus escritos usted quita con la mano izquierda lo que primero da con la derecha.

Gracias a Dios que los cristianos de este foro ya estamos advertidos de estas huecas sutilezas.

Dios lo bendiga

Pablo

Lectura recomendada: Toda la Biblia

Lectura no recomendada: Los escritos del falso maestro Armstrong.
 
LLAMADO AL LEGALISTA


UNA INTRODUCCION A GALATAS 5

"La Doctrina de la gracia de Pablo es una doctrina peligrosa", dicen los judaizantes.

"Substituye la Ley con licencia para pecar", afirman.

Los judaizantes del primer siglo no fueron los únicos que temen depender de la gracia de Dios.

Los legalistas de hoy, adventistas, Iglesia de Dios y otros, advierten que no se debe enseñar a la gente sobre la libertad que tenemos en Cristo porque ello puede resultar en anarquía religiosa.

Esta gente, al igual que sus primos directos del primer siglo, han malentendido la enseñanzas de Pablo con respecto a la gracia.

En Gálatas 5, Pablo comienza la aplicación de su argumento anterior. Cambia de la doctrina a la práctica.

EL CRISTIANO QUE VIVE POR LA FE NO SE VA A CONVERTIR EN UN REBELDE.

Por el contrario, va a estar sujeto a la disciplina interna de Dios, la cual es muy superior a la disciplina de las reglas hechas por el hombre.

Nadie que dependa de la gracia de Dios se hará un rebelde, sino que obedecerá al Espíritu, vivirá para otros, y buscará glorificar a Dios.

****** El legalista es el que se rebela eventualmente porque vive en esclavitud, dependiendo de la carne, viviendo para él mismo, y buscando la alabanza de los hombres, no la gloria de Dios.

La doctrina de Pablo sobre la libertad cristiana por medio de la gracia no es peligrosa.

LO QUE ES PELIGROSO ES EL LEGALISMO, porque el legalismo intenta hacer lo imposible, o sea cambiar la vieja naturaleza y hacer que ésta obedezca las leyes de Dios.

El legalismo tiene éxito por un corto tiempo, y luego la carne comienza a rebelarse.

El cristiano rendido al poder del Espíritu y que depende de la gracia de Dios NO ESTA NEGANDO LA GRACIA DE DIOS, ni rebelándose contra ella.

Por el contrario, la ley está siendo cumplida en él por medio del Espíritu (Rom.8:1-4).

La secuencia de los pensamientos de Pablo es ésta:

1) He sido liBerado por Cristo. Ya no estoy bajo la esclavitud de la Ley (5: 1-12)

2) Pero necesito algo ---- ALGUIEN ----que controle mi vida desde dentro. Ese alguien es el Espíritu Santo (5:13-26).

3) Por medio del amor del Espíritu tengo el deseo de vivir para otros, no para mí (6:1-10).

4) Esta vida de libertad es hermosa, y quiero vivirla para la gloria de Dios porque El es el que hace posible que yo la viva (6:11-18).

CONTRASTEMOS LO ANTERIOR CON LA VIDA DEL QUE ESCOGE VIVIR BAJO LA LEY, o bajo la disciplina de un líder u organización religiosa.

1) Si yo obedezco estas leyes seré una persona más espiritual. Soy un gran admirador de este líder religioso (¿Ellen? ¿Armstrong?), y ahora me someto a sus sistema.

2) Yo creo que tengo la fortaleza para obedecer y mejorar yo mismo. Hago lo que me dicen, y de esa forma doy la medida de los estandars que son requeridos de mí.

3) Estoy progresando. NO HAGO ALGUNAS DE LAS COSAS QUE HACIA. LA GENTE ME ELOGIA EN CUANTO A MI DISCIPLINA Y OBEDIENCIA. PUEDO VER QUE SOY MEJOR QUE OTROS EN MI CONGREGACION. ¡QUE BELLO ES SER ESPIRITUAL!

4) ¡OH, SI SOLO LOS OTROS FUERAN COMO YO! Dios es afortunado que me tiene a mí. Tengo el deseo de compartir esto con otros para que de esa forma puedan ser como yo. Nuestro grupo está creciendo y tenemos una buena reputación. ¡Qué lástima que otros grupos no sean tan espirituales como nosotros!

No importa por donde lo miremos, el legalismo es un peligroso y dañino enemigo.

CUANDO USTE ABANDONA LA GRACIA Y LA CAMBIA POR LA LEY, USTED SIEMPRE PIERDE.

En Gálatas 5:1-12 Pablo explica lo que el creyente pierde cuando deja de lado la gracia de Dios y la substituye por leyes y reglas establecidas por el hombre.
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La exhortación a Julio es que ya es hora de no vivir más en rebelión contra Dios.

Diga no a la desobediencia y disfrute de los beneficios de una relación espiritual con Dios por medio de la gracia.
 
Hermano Julio muy buena su aportación. Ser legalista es cambiar el uso correcto que Dios tiene de su ley. Tambien me animaria a decir que aquellos que dicen ser "libres de la ley" son legalistas, pues tergiversan la voluntad de Dios.

Hermano Pablo: ¿que le sucede?

Creo que usted no mata, verdad? tampoco lohace con el pensamiento? o si? Cuando lo hace con el pensamientos, que sucede luego? No importa total usted es "libre"?

Observar la ley de Dios no es legalismo, creer que uno se salva por guardarla si lo es.
Si usted cree que guardar la ley es legalismo, entonces Cristo y los apostoles fueron "legalistas", pues guardaron los 10 mandamientos.

Puedo asegurarle que un servidor tambien es LIBRE, pero segun la biblia libre de la esclavitud del pecado

amen
Thin