Hebreos 12: 2 "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe..."
Hoy en día nuestra sociedad está quebrada. Y que nadie lo dude. Las escuelas en casi todo el mundo están fuera de control, líderes confundidos y tomando decisiones egoístas y guerreristas, sistemas económicos en colapso, desempleo generalizado, los programas sociales no existen y los que existen son tragados por la corrupción, y ni hablar de los valores morales: torcidos completamente. Y como si nada de esto fuera poco, la humanidad podría estar parada al borde de una catástrofe nuclear. En resumen, el mundo entero va en una carrera desenfrenada hacia un precipicio.
Les pregunto ahora: ¿Cómo es posible que los creyentes en nuestro señor jesucristo nos podamos mantener firmes y estables en medio de todo este caos? Santiago en su primer capítulo nos da una breve respuesta acerca de esto: (1: 2-3) "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia."
Algunos pueden preguntarse: (la típica pregunta que casi siempre nos hacen) “¿Cómo es posible que Dios pueda estar en algo así? Y siempre la respuesta será: no culpen a Dios por el desastre que el hombre ocaciona, pues debido al hombre el mundo esta puesto al revés.
El apóstol Esteban es un ejemplo que siempre debemos tener presente en nuestras vidas como cristianos. A el se le pidio negar su fe o morir. Sin embargo, en medio de todo, él vio al Señor en su hora de gran tribulación. El apóstol Esteban permaneció firme mientras una turba de aborrecedores de Cristo lo rodeaba, armados de piedras y listos para matarlo. Esteban sabía que sólo le quedaban unos pocos minutos de vida, pero estaba lleno de paz y tranquilidad. ¿Cuál era el secreto de la resistencia de este hombre?
En ese mismo momento, Esteban testificó: “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre (Jesús) que está a la diestra de Dios” (Hechos 7:56). Esteban, enfrentando su momento más oscuro y a la misma muerte, mantuvo fijos sus ojos sólo en Jesús. Él sabia que Jesús estaba con él en todo momento. Y eso le dio paz a su corazon en su hora más oscura.
Estoy convencido de que el ejemplo de Esteban tiene algo de gran importancia para todos los que aman y sirven al Señor. Y es esto: en medio de nuestras aflicciones y dificultades, siempre escucharemos a nuestro señor Jesucristo decirnos: “¡No temas!”
Ya para terminar, es necesario que recordemos ese maravilloso salmo 23 escrito por el rey David, alguien que sin duda supo de aflicciones, pruebas y angustias: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento." (V. 4)
Dios los bendiga siempre!
Hoy en día nuestra sociedad está quebrada. Y que nadie lo dude. Las escuelas en casi todo el mundo están fuera de control, líderes confundidos y tomando decisiones egoístas y guerreristas, sistemas económicos en colapso, desempleo generalizado, los programas sociales no existen y los que existen son tragados por la corrupción, y ni hablar de los valores morales: torcidos completamente. Y como si nada de esto fuera poco, la humanidad podría estar parada al borde de una catástrofe nuclear. En resumen, el mundo entero va en una carrera desenfrenada hacia un precipicio.
Les pregunto ahora: ¿Cómo es posible que los creyentes en nuestro señor jesucristo nos podamos mantener firmes y estables en medio de todo este caos? Santiago en su primer capítulo nos da una breve respuesta acerca de esto: (1: 2-3) "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia."
Algunos pueden preguntarse: (la típica pregunta que casi siempre nos hacen) “¿Cómo es posible que Dios pueda estar en algo así? Y siempre la respuesta será: no culpen a Dios por el desastre que el hombre ocaciona, pues debido al hombre el mundo esta puesto al revés.
El apóstol Esteban es un ejemplo que siempre debemos tener presente en nuestras vidas como cristianos. A el se le pidio negar su fe o morir. Sin embargo, en medio de todo, él vio al Señor en su hora de gran tribulación. El apóstol Esteban permaneció firme mientras una turba de aborrecedores de Cristo lo rodeaba, armados de piedras y listos para matarlo. Esteban sabía que sólo le quedaban unos pocos minutos de vida, pero estaba lleno de paz y tranquilidad. ¿Cuál era el secreto de la resistencia de este hombre?
En ese mismo momento, Esteban testificó: “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre (Jesús) que está a la diestra de Dios” (Hechos 7:56). Esteban, enfrentando su momento más oscuro y a la misma muerte, mantuvo fijos sus ojos sólo en Jesús. Él sabia que Jesús estaba con él en todo momento. Y eso le dio paz a su corazon en su hora más oscura.
Estoy convencido de que el ejemplo de Esteban tiene algo de gran importancia para todos los que aman y sirven al Señor. Y es esto: en medio de nuestras aflicciones y dificultades, siempre escucharemos a nuestro señor Jesucristo decirnos: “¡No temas!”
Ya para terminar, es necesario que recordemos ese maravilloso salmo 23 escrito por el rey David, alguien que sin duda supo de aflicciones, pruebas y angustias: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento." (V. 4)
Dios los bendiga siempre!
