¿Pueden los celos matar el matrimonio?
Busca tu intimidad con Dios, pídele sabiduría y ora, es una de las herramientas más poderosas que Dios nos ha dado para cuidar a nuestra familia
Cantares 8:6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos”
La palabra “celos” en la Biblia tiene algunas connotaciones las cuales de acuerdo al contexto y a la palabra original, podríamos simplificar de la siguiente manera: Dice que Dios es celoso, Exodo 20:5 “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso…” Celos como observamos en Numeros 5:14 “si viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella amancillado…” Este pasaje habla de un “espíritu de celos” causados aparentemente por una infidelidad de la esposa, pero si demuestra inocencia, es liberada de toda maldición. En ambos casos es un enojo provocado por una infidelidad cometida o que podría cometerse.
1 Corintios 10:22: “¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? 23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.”
Otra connotación respecto a los celos es la que encontramos en pasajes en que los relaciona directamente con obras de la carne tales como la envidia y la contienda, no precisamente con infidelidades. Dice en 1 Corintios 3:3: “porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” y en Santiago 3:14: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.”
Dios nos a creado a las mujeres como ayuda idónea de nuestro esposo y parte de nuestra función es cuidar celosamente lo que el nos ha confiado, tanto esposo como hijos, pero esto no significa en ningún momento, desconfiar ni sobreproteger. Dios nos ha dado a todos un libre albedrío y nos dice también lo que sucederá si somos infieles. No obstante El nos cuida con sabiduría y amor, nos atrae, nos enamora y nos bendice.
Celos no significa desconfianza ni atosigamiento de nuestra pareja. Si tu estás desconfiando de tu esposo, si te atormenta y lo atormentas a el con cada mujer que se le acerca o le dirige la palabra, si lo está sofocando y ocasionando contiendas con estas actitudes, entonces si estás en serios problemas y si puedes acabar con tu matrimonio. Nunca olvides lo que dice Proverbios 14:1: “La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.”
¿Qué es lo primero que debes hacer? Pon tu confianza en Dios, dice la Palabra que confiemos en El y El hará, también nos señala que busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás nos será añadido. Cree en lo que Dios ha hecho de ti, confía en ti misma y cree en tu esposo, haz de tu hogar un lugar deseable en donde la paz y el amor de Cristo prevalezcan. Cuídalo, atiéndelo, atráelo, pero no lo sofoques. Busca tu intimidad con Dios, pídele sabiduría, ora (la oración es una de las herramientas mas poderosas que Dios nos ha dado para cuidar a nuestra familia) por tu esposo para que sea guardado de todo mal y apartado de toda tentación y sobre todas las cosas, confía, confía y confía en el Señor.
Busca tu intimidad con Dios, pídele sabiduría y ora, es una de las herramientas más poderosas que Dios nos ha dado para cuidar a nuestra familia
Cantares 8:6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos”
La palabra “celos” en la Biblia tiene algunas connotaciones las cuales de acuerdo al contexto y a la palabra original, podríamos simplificar de la siguiente manera: Dice que Dios es celoso, Exodo 20:5 “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso…” Celos como observamos en Numeros 5:14 “si viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella amancillado…” Este pasaje habla de un “espíritu de celos” causados aparentemente por una infidelidad de la esposa, pero si demuestra inocencia, es liberada de toda maldición. En ambos casos es un enojo provocado por una infidelidad cometida o que podría cometerse.
1 Corintios 10:22: “¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? 23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.”
Otra connotación respecto a los celos es la que encontramos en pasajes en que los relaciona directamente con obras de la carne tales como la envidia y la contienda, no precisamente con infidelidades. Dice en 1 Corintios 3:3: “porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” y en Santiago 3:14: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.”
Dios nos a creado a las mujeres como ayuda idónea de nuestro esposo y parte de nuestra función es cuidar celosamente lo que el nos ha confiado, tanto esposo como hijos, pero esto no significa en ningún momento, desconfiar ni sobreproteger. Dios nos ha dado a todos un libre albedrío y nos dice también lo que sucederá si somos infieles. No obstante El nos cuida con sabiduría y amor, nos atrae, nos enamora y nos bendice.
Celos no significa desconfianza ni atosigamiento de nuestra pareja. Si tu estás desconfiando de tu esposo, si te atormenta y lo atormentas a el con cada mujer que se le acerca o le dirige la palabra, si lo está sofocando y ocasionando contiendas con estas actitudes, entonces si estás en serios problemas y si puedes acabar con tu matrimonio. Nunca olvides lo que dice Proverbios 14:1: “La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.”
¿Qué es lo primero que debes hacer? Pon tu confianza en Dios, dice la Palabra que confiemos en El y El hará, también nos señala que busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás nos será añadido. Cree en lo que Dios ha hecho de ti, confía en ti misma y cree en tu esposo, haz de tu hogar un lugar deseable en donde la paz y el amor de Cristo prevalezcan. Cuídalo, atiéndelo, atráelo, pero no lo sofoques. Busca tu intimidad con Dios, pídele sabiduría, ora (la oración es una de las herramientas mas poderosas que Dios nos ha dado para cuidar a nuestra familia) por tu esposo para que sea guardado de todo mal y apartado de toda tentación y sobre todas las cosas, confía, confía y confía en el Señor.