Cuando Natanael preguntó: “¿Puede salir algo bueno de Nazaret?”, no fue una pregunta inocente…
Fue una expresión de prejuicio, de duda y de falta de discernimiento espiritual.
Fue la voz de todos los que, aún hoy, juzgan por apariencias.
La voz de los que piensan que Dios solo obra en lo grande, en lo visible, en lo aprobado por el sistema.
Pero Jesús no nació en Jerusalén.
No fue criado en Roma.
No estudió en la escuela rabínica de los fariseos.
No se ajustó al molde.
Y esa es la esencia del Reino: Dios se especializa en levantar lo vil, lo menospreciado, lo oculto… y hacerlo glorioso.
Ni aún la cruz tuvo belleza a los ojos del mundo:
Y sin embargo, la redención más gloriosa de la historia ocurrió ahí.
Cuando el profeta Samuel fue enviado a la casa de Isaí para ungir al próximo rey de Israel, todos esperaban que el elegido fuera Eliab, el mayor, fuerte y de buena presencia.
Pero Dios dio una advertencia que define toda esta sección:
Dios no llama como el mundo llama. Dios no escoge como el mundo escoge.
Isaí hizo pasar a todos sus hijos… menos a uno.
El más joven, el menos considerado, el pastor de ovejas.
Él era David.
¡Detente aquí!
El que fue ignorado por su padre, fue el escogido por el Padre celestial.
El que no fue llamado a la fiesta, fue llamado a reinar.
Así como David fue ignorado por Isaí,
Jesús fue rechazado por Israel.
Pero así como David reinó sobre todo Israel,
Jesús reinará sobre toda la tierra.
En los días de Jesús, Nazaret era una ciudad despreciada, sin prestigio religioso, político ni cultural.
Era una aldea común en Galilea, considerada impura por su cercanía con los gentiles.
Y sin embargo, ahí fue donde el Mesías vivió la mayor parte de su vida.
Esto desconcertó a todos los que esperaban un rey como David, glorioso, militar, nacionalista…
No un carpintero nazareno sin reputación.
Mateo 2:23 declara que Jesús sería llamado Nazareno, aunque no hay un versículo directo que lo diga.
¿Qué significa esto entonces?
Algunos estudiosos lo conectan con Isaías 11:1, que dice:
La palabra netzer (retoño) es fonéticamente similar a Nazaret.
Jesús es ese “retoño”, humilde, frágil, pero lleno del Espíritu.
Jesús no fue solo un hombre de Nazaret; fue el Nazareno profetizado, el brote inesperado de la raíz de Isaí.
Jesús no encajó en el perfil del Mesías esperado:
Y por eso fue despreciado:
DIOS SIEMPRE USA LO QUE NADIE ESPERA
“Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios;
y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte…” 1 Corintios 1:27-29
Desde Génesis hasta Apocalipsis, hay un patrón que no cambia:
Dios no elige lo evidente. No llama lo que todos miran. Él escoge lo ignorado, lo quebrado, lo débil...
Y a través de eso, revela Su gloria.
Lo despreciado por los hombres → es lo que Dios honra.
Lo que el mundo desecha → es donde Dios derrama su unción.
Cada uno fue “Nazaret” ante los ojos del mundo… pero “Jerusalén” ante los ojos de Dios.
El patrón se repite en el fin:
En Apocalipsis, los mártires, no los poderosos, son los que reinan con Cristo.
Hoy, muchos buscan a Dios en escenarios, luces y discursos persuasivos...
Pero Dios sigue manifestándose en lo simple, en lo quebrado, en lo oculto.
EL DESPRECIADO QUE REGRESARÁ EN GLORIA
Ubicación: Jerusalén, hace más de 2.000 años...
El polvo del camino se levanta. La multitud grita.
Un hombre camina arrastrando un madero...
Tiene la espalda abierta por los azotes.
La frente herida por una corona de espinas.
La túnica desgarrada. La cara ensangrentada.
Y alguien susurra con desdén…
Así terminó su vida pública: despreciado, rechazado, clavado como un criminal.
El cielo enmudeció.
Los ángeles se detuvieron.
Y la tierra tembló… mientras el Hijo de Dios moría como un don nadie.
Apocalipsis 19:11-16
¡Ahora sí!
Él no viene con espinas, sino con corona.
No viene cargando una cruz… viene con un ejército celestial.
No viene como Cordero… viene como León.
El que fue despreciado como “Nazareno”, ahora viene como el Dueño del universo.
Apocalipsis 1:7
No habrá escondite.
No habrá excusas.
Los que se burlaron… tendrán que postrarse.
Los que lo ignoraron… tendrán que reconocerlo.
Los que dijeron “¿Puede salir algo bueno de Nazaret?”… verán al Rey de toda la tierra.
¡Y la voz tronará desde el cielo!
¿Te das cuenta?
El mismo Jesús que fue despreciado como Nazareno,
¡volverá como el Rey de Reyes con poder, juicio y gloria!
“Y NO SE HALLÓ LUGAR PARA ELLOS”
Apocalipsis 20:11
La historia que comenzó con un Niño en un pesebre y con un Nazareno despreciado,
termina con el trono más glorioso jamás visto,
un trono ante el cual ni el cielo ni la tierra pueden permanecer.
Todo lo creado huye.
No hay lugar para esconderse.
No hay abogados.
No hay excusas.
Solo queda el rostro de Aquel a quien despreciaron… y que ahora juzga.
¿Para quiénes?
Lucas 13:25
Es el momento más devastador de toda la Biblia…
Se cerró la puerta. Y no se halló lugar para ellos.
Para los que fueron fieles en la persecución…
Para los que no se avergonzaron de llamarlo “Jesús de Nazaret”…
Para los que creyeron en el despreciado…
Para los que amaron Su venida…
Apocalipsis 21:3-4
¡Habrá un lugar para ellos!
Un nuevo cielo. Una nueva tierra. Un trono eterno.
Hoy es el día de elegir…
Al Nazareno de ayer, o al Rey de Apocalipsis que viene mañana.
¡Pero no olvides!
Y tú, iglesia…
¿Estás preparada para recibir al Nazareno glorificado?
¿O estás esperando a un Mesías que se parezca más a tu religión que a la profecía?
Cuando Él venga en gloria… ¿te verá entre los que creyeron en lo vil, lo despreciado, lo humilde…?
¿O estarás entre los que lo menospreciaron porque “no parecía nada bueno”?
Fue una expresión de prejuicio, de duda y de falta de discernimiento espiritual.
Fue la voz de todos los que, aún hoy, juzgan por apariencias.
La voz de los que piensan que Dios solo obra en lo grande, en lo visible, en lo aprobado por el sistema.





La cruz misma fue despreciada
Ni aún la cruz tuvo belleza a los ojos del mundo:
“Despreciado y desechado entre los hombres… como que escondimos de él el rostro…” (Isaías 53:3)
Y sin embargo, la redención más gloriosa de la historia ocurrió ahí.
Cuando el profeta Samuel fue enviado a la casa de Isaí para ungir al próximo rey de Israel, todos esperaban que el elegido fuera Eliab, el mayor, fuerte y de buena presencia.
Pero Dios dio una advertencia que define toda esta sección:
“No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura… porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
1 Samuel 16:7

David ni siquiera fue invitado a la cena profética
Isaí hizo pasar a todos sus hijos… menos a uno.
El más joven, el menos considerado, el pastor de ovejas.
Él era David.
“Y dijo Samuel a Isaí: ¿Son estos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas.” 1 Samuel 16:11

El que fue ignorado por su padre, fue el escogido por el Padre celestial.
El que no fue llamado a la fiesta, fue llamado a reinar.
CONEXIÓN CON JESÚS:
Así como David fue ignorado por Isaí,
Jesús fue rechazado por Israel.
“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron…” (Juan 1:11)
Pero así como David reinó sobre todo Israel,
Jesús reinará sobre toda la tierra.
“Y pondrá su pie sobre el monte de los Olivos…” (Zacarías 14:4)
En los días de Jesús, Nazaret era una ciudad despreciada, sin prestigio religioso, político ni cultural.
Era una aldea común en Galilea, considerada impura por su cercanía con los gentiles.
Y sin embargo, ahí fue donde el Mesías vivió la mayor parte de su vida.
Esto desconcertó a todos los que esperaban un rey como David, glorioso, militar, nacionalista…
No un carpintero nazareno sin reputación.
CUMPLIENDO LO QUE LOS PROFETAS HABÍAN DICHO… A SU MANERA
Mateo 2:23 declara que Jesús sería llamado Nazareno, aunque no hay un versículo directo que lo diga.
¿Qué significa esto entonces?

“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago (נֵצֶר – netzer) retoñará de sus raíces.”

Jesús es ese “retoño”, humilde, frágil, pero lleno del Espíritu.

Jesús no encajó en el perfil del Mesías esperado:
- No vino montado en caballo de guerra, sino en un asno.
- No destruyó a Roma, sino que murió bajo ella.
- No trajo espada… sino un Reino que comienza en el corazón.
Y por eso fue despreciado:
- Por su pueblo: Juan 1:11
- Por los religiosos: Mateo 26:65
- Por los poderosos: Lucas 23:11
DIOS SIEMPRE USA LO QUE NADIE ESPERA
“Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios;
y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte…” 1 Corintios 1:27-29
UN PRINCIPIO DIVINO QUE SE REPITE COMO ADN EN TODA LA BIBLIA
Desde Génesis hasta Apocalipsis, hay un patrón que no cambia:
Dios no elige lo evidente. No llama lo que todos miran. Él escoge lo ignorado, lo quebrado, lo débil...
Y a través de eso, revela Su gloria.


EJEMPLOS QUE MARCAN EL PATRÓN
PERSONA | MENOSPRECIO HUMANO | PROPÓSITO DIVINO |
---|---|---|
Moisés | Tartamudo, homicida, exiliado | Libertador de Israel |
Gedeón | El menor de la casa más pobre | Juez valiente con 300 |
Rut | Viuda, extranjera, moabita | Ancestro del Mesías |
José | Rechazado por sus hermanos, vendido como esclavo | Gobernador de Egipto |
Jeremías | Muy joven, sin experiencia | Profeta a las naciones |
María | Adolescente desconocida de Nazaret | Madre del Salvador |
Pedro | Pescador impulsivo e inculto | Pilar de la iglesia primitiva |

JESÚS MISMO ADVIERTE ESTE PRINCIPIO PARA LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
“Mirad que nadie os engañe… muchos falsos profetas se levantarán…”
Mateo 24:4,11
El patrón se repite en el fin:
- Los falsos serán populares.
- Los verdaderos serán perseguidos.
- Lo que parece débil será lo que Dios usará con poder.

“Estos son los que han salido de la gran tribulación… y han lavado sus ropas en la sangre del Cordero.”
Apocalipsis 7:14


EL DESPRECIADO QUE REGRESARÁ EN GLORIA

El polvo del camino se levanta. La multitud grita.
Un hombre camina arrastrando un madero...
Tiene la espalda abierta por los azotes.
La frente herida por una corona de espinas.
La túnica desgarrada. La cara ensangrentada.
Y alguien susurra con desdén…
“¿No es este Jesús de Nazaret?”
“¡Crucifíquenlo!”
“¡De Nazaret no puede salir nada bueno!”


Los ángeles se detuvieron.
Y la tierra tembló… mientras el Hijo de Dios moría como un don nadie.
EL CIELO SE ABRE

“Entonces vi el cielo abierto… y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero...
Sus ojos eran como llama de fuego… y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

Él no viene con espinas, sino con corona.
No viene cargando una cruz… viene con un ejército celestial.
No viene como Cordero… viene como León.

EL MUNDO ENTERO TIENE QUE VERLO

“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron…”

No habrá excusas.
Los que se burlaron… tendrán que postrarse.
Los que lo ignoraron… tendrán que reconocerlo.
Los que dijeron “¿Puede salir algo bueno de Nazaret?”… verán al Rey de toda la tierra.

“YO SOY el Alfa y la Omega… el que es, y que era, y que ha de venir, EL TODOPODEROSO.”
Apocalipsis 1:8

El mismo Jesús que fue despreciado como Nazareno,
¡volverá como el Rey de Reyes con poder, juicio y gloria!
“Y NO SE HALLÓ LUGAR PARA ELLOS”

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él,
de delante del cual huyeron la tierra y el cielo,
y ningún lugar se encontró para ellos.”
UN FINAL QUE NO ES FICCIÓN...
La historia que comenzó con un Niño en un pesebre y con un Nazareno despreciado,
termina con el trono más glorioso jamás visto,
un trono ante el cual ni el cielo ni la tierra pueden permanecer.

No hay lugar para esconderse.
No hay abogados.
No hay excusas.
Solo queda el rostro de Aquel a quien despreciaron… y que ahora juzga.
Y NO SE HALLÓ LUGAR PARA ELLOS…

- Para los que rechazaron su gracia.
- Para los que despreciaron su Palabra.
- Para los que se burlaron del Nazareno.
- Para los religiosos sin arrepentimiento.
- Para los que postergaron la decisión más importante: la eternidad.

“Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta… comenzaréis a decir: Señor, ábrenos. Y Él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.”

Se cerró la puerta. Y no se halló lugar para ellos.
PERO PARA LOS QUE CREYERON EN EL NAZARENO…
Para los que fueron fieles en la persecución…
Para los que no se avergonzaron de llamarlo “Jesús de Nazaret”…
Para los que creyeron en el despreciado…
Para los que amaron Su venida…

“He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres…
enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos;
y ya no habrá muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor…”

Un nuevo cielo. Una nueva tierra. Un trono eterno.

Al Nazareno de ayer, o al Rey de Apocalipsis que viene mañana.

Al final… solo quedarán dos clases de personas:
Los que reinarán con Él…
y los que no hallaron lugar.
Y tú, iglesia…



