-La primera sorpresa que me llevé esta mañana fue la noticia que reproduce el sitio de infovaticana.com respecto a las declaraciones del obispo de Jérez (España) monseñor José Rico Pavés:
"textos propios de las universidades luteranas o calvinistas han entrado acríticamente en el ámbito de la teología católica. No fueron presentados como textos luteranos o calvinistas sino como textos para la formación de católicos».
-Me anticipo a prever que no pocos de mis hermanos cristianos evangélicos fruncirán el ceño en señal de desconfianza, sospechando que esto no sea más que parte de la diplomacia ecuménica, pero yo prefiero pensar mejor que quizás algunos profesores de los seminarios han echado mano a buenos materiales de la Reforma Protestante, que no los tienen de autores católicos aprobados por la censura eclesiástica.
-De ser como digo, me alegraría que al menos un atisbo de honestidad espiritual lleve a los católicos a aprovechar lo bueno que pueda provenir de fuentes luteranas y calvinistas. Así como no desdeño leer con gusto y provecho a autores católicos como Tomás de Aquino, Fray Luis de León, Fray Luis de Granada y Teresa de Ávila, considero que destellos de luz espiritual procedentes de la Palabra de Dios pueden alumbrar mentes y corazones de seminaristas católicos.
"textos propios de las universidades luteranas o calvinistas han entrado acríticamente en el ámbito de la teología católica. No fueron presentados como textos luteranos o calvinistas sino como textos para la formación de católicos».
-Me anticipo a prever que no pocos de mis hermanos cristianos evangélicos fruncirán el ceño en señal de desconfianza, sospechando que esto no sea más que parte de la diplomacia ecuménica, pero yo prefiero pensar mejor que quizás algunos profesores de los seminarios han echado mano a buenos materiales de la Reforma Protestante, que no los tienen de autores católicos aprobados por la censura eclesiástica.
-De ser como digo, me alegraría que al menos un atisbo de honestidad espiritual lleve a los católicos a aprovechar lo bueno que pueda provenir de fuentes luteranas y calvinistas. Así como no desdeño leer con gusto y provecho a autores católicos como Tomás de Aquino, Fray Luis de León, Fray Luis de Granada y Teresa de Ávila, considero que destellos de luz espiritual procedentes de la Palabra de Dios pueden alumbrar mentes y corazones de seminaristas católicos.
