Razones tengo muchas, pero hay una que es la principal:
La concepción teologica sobre el mal y el pecado.
Todas las religiones llamadas cristianas manejan en mi opinión, una doctrina errada sobre cómo un creyente debe afrontar el mal y el pecado.
La mayoría de creyentes de todas las religiones cristianas tiene la idea sembrada de que todo el mal que les sucede es el resultado de un ataque del enemigo, y ante esta situación algunos creyentes débiles sienten temor, los más audaces se sienten guerreros para luchar contra el mal, otros van a la iglesia para pedir protección a sus pastores, apóstoles, vírgenes o santos (de cerámica o yeso), y muchos sucumben creyendo que el mal tomó el control de sus vidas, cuando todo les sale mal. Algunos optan por tener agua bendita en sus casas, otros van a la iglesia para que los ministren y les saquen los malos espíritus, por la enfermedad, por problemas económicos, emocionales, psicológicos, etc.
Sé que casi de ipso facto les viene a la mente aquella cita de Efesios 6 sobre la armadura de Dios y me dirán: "estamos en una lucha, es una batalla espiritual"
Pero también hay otras tantas citas que nos ayudan como creyentes, a comprender mejor como debemos manejar el mal, en mi opinión, Romanos 8:28 que enseña:
El mal y el bien, son inevitables en la vida de todo ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte, nadie puede alegar que nunca en su vida le ha sucedido ningún mal.
Ahora ¿Porqué te sucede el mal?
En mi opinión, por dos razones:
1- Por el pecado de cada uno. (Santiago 1:14-15)
2- Por prueba de fe. (Leer Job)
Comprendiendo estás dos causas que originan el mal, entonces ya estaremos preparados para afrontar el mal, y nuestra armadura de fe estará aún más sólida y robusta.
La concepción teologica sobre el mal y el pecado.
Todas las religiones llamadas cristianas manejan en mi opinión, una doctrina errada sobre cómo un creyente debe afrontar el mal y el pecado.
La mayoría de creyentes de todas las religiones cristianas tiene la idea sembrada de que todo el mal que les sucede es el resultado de un ataque del enemigo, y ante esta situación algunos creyentes débiles sienten temor, los más audaces se sienten guerreros para luchar contra el mal, otros van a la iglesia para pedir protección a sus pastores, apóstoles, vírgenes o santos (de cerámica o yeso), y muchos sucumben creyendo que el mal tomó el control de sus vidas, cuando todo les sale mal. Algunos optan por tener agua bendita en sus casas, otros van a la iglesia para que los ministren y les saquen los malos espíritus, por la enfermedad, por problemas económicos, emocionales, psicológicos, etc.
Sé que casi de ipso facto les viene a la mente aquella cita de Efesios 6 sobre la armadura de Dios y me dirán: "estamos en una lucha, es una batalla espiritual"
Pero también hay otras tantas citas que nos ayudan como creyentes, a comprender mejor como debemos manejar el mal, en mi opinión, Romanos 8:28 que enseña:
"los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien"
El mal y el bien, son inevitables en la vida de todo ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte, nadie puede alegar que nunca en su vida le ha sucedido ningún mal.
Ahora ¿Porqué te sucede el mal?
En mi opinión, por dos razones:
1- Por el pecado de cada uno. (Santiago 1:14-15)
2- Por prueba de fe. (Leer Job)
Comprendiendo estás dos causas que originan el mal, entonces ya estaremos preparados para afrontar el mal, y nuestra armadura de fe estará aún más sólida y robusta.