Pues si, efectivamente, la criatura tiene libre albedrío sea ángel sea humano, pero desde el punto de vista humanista.
El ángel que se rebeló cuando fue presentado el Hijo de Dios, y quiso ser semejante al Altísimo, no pudo soportar que de entre las criaturas, hubiese uno mayor que él, pues hasta el día de hoy, no quiere reconocer que es Dios Hijo.
Su soberbia está cimentada en los siguientes hechos:
1. Se le dotó de perfección y hermosura
2. Se le dotó de vestiduras cuya brillantez sobrepasaba a las de todos los demás
3. Se le dotó de liderazgo al llamarlo "Querubín Protector".
Adán no fue engañado, sino que Eva, siendo engañada, cayó en transgresión.
Eva sucumbió ante la proposición del Tentador "Seréis como Dios" (Gén.3:5); el mismo propósito que lo indujo a rebelarse en el cielo (Is.14:14).
Adán si pecó voluntariamente, allí en su alejamiento de Dios, influye los siguientes factores:
1. La desnudez de Eva (Gén_2:25) cuando se acercó a ofrecerle el fruto prohibido a su marido.
2. Supo que iba a ser muerta por su desobediencia (Gén.2:17) y no quiso quedarse solo.
Por muerte, en este contexto, Dios no enseña la muerte física, sino espiritual, porque ambos siguieron poblando la tierra después de este pecado.
Ahora, desde la apreciación de la Iglesia de Cristo, los ángeles y los hombres fueron dotados por su Creador con una voluntad totalmente libre.
Pero, aunque toda la bendición dependía de que la voluntad de la criatura se mantuviera en sujeción al creador, ambos, tanto los ángeles como los humanos, actuaron en oposición a la voluntad divina.
Este hecho nos revela un elemento en la naturaleza de la criatura, que es imposible que posea el Creador, la codicia.
En el caso del Querubín Protector, cuando se anuncia la presentación del Hijo de Dios a las huestes angelicales, no albergo ninguna duda que el Querubín Protector pensó igual que Amán, la mano derecha del Rey Azuero.
Amán era un funcionario prominente en la corte del rey y es conocido por su intento de exterminar a todos los judíos en el imperio persa, como se relata en el libro de Ester.
Est 6:6 Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey honrar más que a mí?
¿A QUIEN DESEARÁ HONRAR DIOS MÁS QUE A MÍ COMO HIJO?
La humildad del Señor cuando entra en el escenario humano me hace deducir que esa misma Humildad lo caracterizó cuando llevó a cabo la creación de todo cuanto existe, ni los ángeles conocían que el Hijo de Dios era su Creador.
Pero también tengo esta Escritura:
Heb 1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy, y otra vez:
¿CÓMO QUE OTRA VEZ?
¿Por qué los ángeles provocaron la repetición de esa declaración?
Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo
Este es el tiempo de la rebelión del Querubín Protector, decepcionado porque no fue él el elegido, y no quiso honrar al Hijo como Dios igual a su Padre, sino que organizó una batalla contra el Altísimo (Is.14:14).
Luego de sofocada la rebelión, escuchamos un mandato, una orden, no quisieron amar al Hijo de Dios, ahora les toca obedecer:
Heb 1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
CONCLUSIÓN
Dios se ha revelado a Sí mismo en Cristo, y por ello mismo la ignorancia de Su voluntad es un pecado que consigna a los hombres al juicio.
Obedecer a Cristo es obedecer a Dios Padre.
Cristo lo hizo como Hombre aquí en la tierra siendo igual a Dios.
En este sentido, la expresión "libre albedrío" no es otra cosa que una puerta abierta al pecado, su esencia es la rebeldía.
Lo comprobamos con el ejemplo del Querubín Protector donde resalta su soberbia.
Lo comprobamos con el ejemplo de Adán, donde vemos el surgimiento de la concupiscencia.
En ambos casos, observamos a la criatura orgullosa, sin consultar con el creador, tomando su propia decisión a sabiendas que le iba a ir mal.
¿Quién se ha revelado contra el Creador y le ha ido bien?
El deber de la criatura sea ángel, sea humano, su seguridad y felicidad demandan por igual que su voluntad quede subordinada a la voluntad de Dios, y toda revuelta contra la voluntad divina es pecado.
Su esencia es rebeldía.
Los ángeles fieles han preferido servir al Creador y adoran a Cristo como adoran al Padre.
Cuánto más su amada Iglesia.
El libre albedrío no es otra cosa que la vanagloria orgullosa, pero sumamente peligrosa de la criatura.