Todos estos textos que citas están muy bien, son perfectos para identificar la postura del cristiano, cómo debemos pensar y actuar en teoría; pero para que la teoría se convierta en realidad debemos encontrar un camino, o procedimiento, práctico que nos lleve lo más directamente posible al fin que perseguimos, esto es, a demostrar nuestro amor a todo el mundo de la forma más efectiva y realista. Recordemos que Jehová, el Dios justo y amoroso que fue, y sigue siendo siempre, ordeno matar a hombres, mujeres y niños de los habitantes de Canaán, y otras muchas cosas que parecen inhumanas cuando no se conocen los motivos por las que fueron hechas. ¿Te lo has preguntado alguna vez? ¿lo encuentras acorde con tu forma de pensar ahora? Recordemos también que cuando Dios intentó organizar a los israelitas como pueblo suyo, una de sus principales normas, o mandatos, que dio a su pueblo fue que no se mezclaran con los demás pueblos circundantes, que continuaran separados por completo de ellos, y ya les explicó claramente las razones de este mandato, (Deuteronomio 7:3,4), razones muy lógicas como podemos ver. Más tarde, Jesucristo da a sus discípulos otras órdenes muy similares, al decirles que ellos no deberían ser parte de este mundo, las personas apartadas de Dios (Juan 15:19, 17:16), esto es, que no debían participar en las prácticas injustas, o conductas relajadas que llevan a cabo los que no creen o no observan las auténticas normas cristianas.