PORQUE NO HAY RESPUESTA A NUESTRAS ORACIONES
· Porque debemos buscar a Dios.
Cuando nos acercamos a Dios para pedir algo nuestras mentes están más
ocupadas en lo que queremos, que en buscarlo a Él.
Nuestra mente se ocupa del don en lugar de ocuparse del dador.
Muchos de nosotros que nos decimos Cristianos decimos que servimos a Dios, pero la realidad es que nos queremos servir de Él.
Fijémonos la meta de buscar el rostro de Dios, no solamente su mano.
Si en realidad buscamos a Dios, nunca nos faltará nada.
Salmo 34:10
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Dios no contestará a nuestras oraciones hasta que volvamos a poner nuestra atención en Él.
· Porque debemos confiar en Él.
Si Dios nos diera todo lo que queremos cuando lo pedimos ¿Qué sucedería?
Que daríamos por seguras todas nuestras peticiones y poco a poco
perderíamos la confianza en Él.
Cuando un niño le dice a su papá - ¡me llevas de vacaciones! Y el padre le contesta: si en el transcurso del año, sacas buenas calificaciones y te portas bien en la casa, le está enseñando a su hijo a confiar en él.
Así Dios quiere saber si todavía creemos que Él cumplirá su palabra.
Dejar de orar y creer es darnos más crédito a nosotros mismos que a la sabiduría de Dios.
Si nosotros permitimos que Dios pruebe una y otra vez que él es fiel se nos hará más fácil confiar en Él.
· Él nos está preparando.
Muchas veces que pedimos algo, decimos ¿Qué pasa? ¿Qué está esperando
Dios para contestarme? Pudiera estar esperando hasta saber que estamos
preparados.
Si nos pusiéramos a recordar algunos episodios de nuestra vida, nos daríamos cuenta, que si Dios hubiera respondido ciertas oraciones según el tiempo escogido por nosotros, hubiéramos fracasado completamente.
Por ejemplo: si usted fuera cazador y su hijo de cuatro años quiere una navaja y una linterna. A usted no le importaría darle la linterna, pero esperaría a que creciera más para darle la navaja. Así Dios espera que nosotros crezcamos más espiritualmente para darnos todas las bendiciones que nos tiene prometidas.
· Porque a veces Dios tiene algo mejor.
Muchas veces Dios quiere darnos algo mejor de lo que pedimos. Pudiera ser
mas de lo que pedimos, mas de lo que esperamos, mas de lo que
merecemos.
Un hermoso ejemplo de esto es la historia de Lázaro. ( Juan 11 )
Si Jesús hubiera sanado a Lázaro, no lo hubiera resucitado.
¿Cuál es mayor bendición? ¿ Sanar a un hombre o resucitarlo de entre los muertos?
Él esperó y proporcionó algo mucho mejor de lo que habían estado pidiendo María y Marta para su hermano.
En nuestra familia ha ocurrido algo semejante, nosotros estuvimos pidiendo y pidiendo que Dios sanara a nuestro hijo, quien padece de insuficiencia renal y no sabíamos por qué Dios no nos hacía caso.
No era que Dios no nos hiciera caso, no, Dios nos tenía algo mucho mejor, algo que era mucho mas de lo que pedíamos, mucho mas de lo que esperábamos y mucho mas de lo que merecíamos.
Nosotros (mi querida esposa y yo) fuimos resucitados.
Fuimos rescatados de la muerte por la gracia de Dios Jesucristo y nos ha dado nueva vida. Nueva vida en Cristo.
Hemos entregado a nuestros hijos en manos de Dios Padre y sabemos que por su amor Él realizará el milagro de sanación que estamos esperando.
Dios Espíritu Santo nos guiará para estar preparados y aceptar la decisión de nuestro Señor, sea cual fuere.
En cada momento de nuestra vida buscamos el rostro de Dios y hemos aprendido a confiar en Él.
Dios los bendiga a todos
Sus hermanos en Cristo
Laura Treviño y Pepe Briseño
[email protected]
<IMG SRC="no.gif" border="0">
· Porque debemos buscar a Dios.
Cuando nos acercamos a Dios para pedir algo nuestras mentes están más
ocupadas en lo que queremos, que en buscarlo a Él.
Nuestra mente se ocupa del don en lugar de ocuparse del dador.
Muchos de nosotros que nos decimos Cristianos decimos que servimos a Dios, pero la realidad es que nos queremos servir de Él.
Fijémonos la meta de buscar el rostro de Dios, no solamente su mano.
Si en realidad buscamos a Dios, nunca nos faltará nada.
Salmo 34:10
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Dios no contestará a nuestras oraciones hasta que volvamos a poner nuestra atención en Él.
· Porque debemos confiar en Él.
Si Dios nos diera todo lo que queremos cuando lo pedimos ¿Qué sucedería?
Que daríamos por seguras todas nuestras peticiones y poco a poco
perderíamos la confianza en Él.
Cuando un niño le dice a su papá - ¡me llevas de vacaciones! Y el padre le contesta: si en el transcurso del año, sacas buenas calificaciones y te portas bien en la casa, le está enseñando a su hijo a confiar en él.
Así Dios quiere saber si todavía creemos que Él cumplirá su palabra.
Dejar de orar y creer es darnos más crédito a nosotros mismos que a la sabiduría de Dios.
Si nosotros permitimos que Dios pruebe una y otra vez que él es fiel se nos hará más fácil confiar en Él.
· Él nos está preparando.
Muchas veces que pedimos algo, decimos ¿Qué pasa? ¿Qué está esperando
Dios para contestarme? Pudiera estar esperando hasta saber que estamos
preparados.
Si nos pusiéramos a recordar algunos episodios de nuestra vida, nos daríamos cuenta, que si Dios hubiera respondido ciertas oraciones según el tiempo escogido por nosotros, hubiéramos fracasado completamente.
Por ejemplo: si usted fuera cazador y su hijo de cuatro años quiere una navaja y una linterna. A usted no le importaría darle la linterna, pero esperaría a que creciera más para darle la navaja. Así Dios espera que nosotros crezcamos más espiritualmente para darnos todas las bendiciones que nos tiene prometidas.
· Porque a veces Dios tiene algo mejor.
Muchas veces Dios quiere darnos algo mejor de lo que pedimos. Pudiera ser
mas de lo que pedimos, mas de lo que esperamos, mas de lo que
merecemos.
Un hermoso ejemplo de esto es la historia de Lázaro. ( Juan 11 )
Si Jesús hubiera sanado a Lázaro, no lo hubiera resucitado.
¿Cuál es mayor bendición? ¿ Sanar a un hombre o resucitarlo de entre los muertos?
Él esperó y proporcionó algo mucho mejor de lo que habían estado pidiendo María y Marta para su hermano.
En nuestra familia ha ocurrido algo semejante, nosotros estuvimos pidiendo y pidiendo que Dios sanara a nuestro hijo, quien padece de insuficiencia renal y no sabíamos por qué Dios no nos hacía caso.
No era que Dios no nos hiciera caso, no, Dios nos tenía algo mucho mejor, algo que era mucho mas de lo que pedíamos, mucho mas de lo que esperábamos y mucho mas de lo que merecíamos.
Nosotros (mi querida esposa y yo) fuimos resucitados.
Fuimos rescatados de la muerte por la gracia de Dios Jesucristo y nos ha dado nueva vida. Nueva vida en Cristo.
Hemos entregado a nuestros hijos en manos de Dios Padre y sabemos que por su amor Él realizará el milagro de sanación que estamos esperando.
Dios Espíritu Santo nos guiará para estar preparados y aceptar la decisión de nuestro Señor, sea cual fuere.
En cada momento de nuestra vida buscamos el rostro de Dios y hemos aprendido a confiar en Él.
Dios los bendiga a todos
Sus hermanos en Cristo
Laura Treviño y Pepe Briseño
[email protected]
<IMG SRC="no.gif" border="0">