Un element clave de la exegesis biblica es el context. Absolutamente TODOS los eventos descritos en las escrituras fueron dirijidos por la mano de Dios, a una audiencia especifica y por un proposito expreso. Por lo que debemos nosotros interpretarlos y acatar el significado original de los mismos ya que esa fue la intencion moriginal de Dios.
Sin duda, el propósito de la transfiguración de Cristo en al menos una parte de su gloria celestial fue que el círculo íntimo de sus discípulos pudiera comprender mejor quién era Jesús. Cristo experimentó un cambio drástico en su apariencia para que los discípulos pudieran contemplarlo en su gloria. Los discípulos, que solo lo habían conocido en su cuerpo humano, ahora tenían una mayor comprensión de la deidad de Cristo, aunque no podían comprenderla plenamente. Esto les dio la seguridad que necesitaban tras escuchar la impactante noticia de su muerte inminente.
Simbólicamente, la aparición de Moisés y Elías representaba la Ley y los Profetas. Pero la voz de Dios desde el cielo: "¡Escúchenlo!", mostró claramente que la Ley y los Profetas debían dar paso a Jesús. Aquel que es el camino nuevo y vivo está reemplazando al antiguo: Él es el cumplimiento de la Ley y las innumerables profecías del Antiguo Testamento. Además, en su forma glorificada, vieron un anticipo de su futura glorificación y entronización como Rey de reyes y Señor de señores.
Los discípulos nunca olvidaron lo que sucedió aquel día en el monte, y sin duda era su intención. Juan escribió en su evangelio: «Hemos visto su gloria, la gloria del único» (Juan 1:14). Pedro también escribió al respecto: «No seguimos fábulas ingeniosamente inventadas cuando les hablamos del poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de su majestad. Porque recibió honor y gloria de Dios Padre cuando le llegó una voz desde la majestuosa gloria: «Este es mi Hijo amado; en él tengo complacencia». Nosotros mismos oímos esta voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte sagrado» (2 Pedro 1:16-18). Quienes presenciaron la transfiguración dieron testimonio de ella a los demás discípulos y a incontables millones a lo largo de los siglos.
Todos esos eventos, a los que los Apostoles llamaron "señales y maravillas" fueron parte del testimonio y de la evidencia que Dios puso ante los ojos de los discipulos. Ellos dieron fe de los mismos y testificaron hasta la muerte que Jesus es el Cristo, El Hijo de Dios, Dios hecho hombre entre nosotros y el redentor y Salvador de nuestras almas.
Saludos