¿ Alguien puede explicar esto convincentemente ?..
LA OBRA DE LA REDENCIÓN
Al usar esta norma exegética, ideada por Dios, no por el hombre, podemos asociar expresiones que el mismo Espíritu de Dios, que habita en nosotros, nos impulsa, nos conduce, al propósito de glorificar a Cristo.
¿Cuál norma?
Aquí está:
1Co 2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
1Co 2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu,
acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Empecemos.
LA SANGRE COMO ELEMENTO PURIFICADOR DEL PECADO
BASE BÍBLICA
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está,
y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
La expresión: "Y YO OS LA HE DADO" proviene directamente de Dios Padre, considerando la llegada de su Hijo a la tierra, como EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO (Jn.1:29).
Pedro nos informa que fue un plan preparado desde antes de la fundación del mundo, es decir, antes de la Creación (1P.1:18-20)
Dios comienza a instruir a su pueblo, luego de su caída, en Edén, con el sacrificio de animales inocentes, que nada tenían que ver con el pecado de Adán y Eva, leemos:
DIOS BUSCANDO AL HOMBRE EN SU PECADO PARA PERDONARLO
Gén 3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
Hubo derramamiento de sangre.
La piel de estos animales, Dios la usa para cubrir, la desnudez, símbolo de pecado, de Adán y Eva.
La ofrenda de Abel, fue acepta ante los ojos de Dios, porque prefiguraba el Sacrificio de su Hijo.
La ofrenda de Caín fue rechazada, por cuanto no tenía sangre para expiar su propio pecado, y era el fruto de una tierra maldita por el pecado de Adán (Gén 3:17).
La imagen y semejanza de Dios, en el primer hombre, fue echada a perder por el pecado (Gén 1:26).
DIOS ES SOBERANO
En su soberanía, Dios elimina la raza humana cuando vio esto:
Gén 6:5
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Gén 6:6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Gén 6:7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
Gén 6:8
Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
La imagen y semejanza de Dios, fue echada a perder en la primera creación.
Con Noé, Dios se dispone a restaurar esta imagen, que bien sabemos, tampoco funcionó, al contemplar a Noé borracho y desnudo en su tienda (Gén 9:21), pero el arco iris había sido izado, como garantía que jamás Dios volvería a enviar otro diluvio (Gén 9:13).
Pero ¿ de verdad el ser que se supone más sabio, inteligente, poderoso, perfecto, etc., etc., etc., siente placer cuando una insignificante criatura de su misma creación es asesinada y quemada su carne en su nombre ?...
NO SIENTE PLACER, SIENTE DOLOR, SIENTE TRISTEZA CON LA DESCENDENCIA DEL PRIMER ADÁN.
Estando ya presente Cristo, como el Cordero de Dios, los cielos se abren, para dar testimonio de la complacencia del segundo Adán en la tierra, leemos:
Mat 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado,
en quien tengo complacencia
Cuando leemos en Juan 3:16 que de tal manera, Dios nos ha amado, al Sacrificar a su propio Hijo, no debemos reducir este sacrificio, como lo reduce usted, por su ignorancia, a este nivel:
una insignificante criatura de su misma creación es asesinada y quemada su carne en su nombre ?...
1. El Hijo no es una criatura
2. Forma parte de su propio Ser de Dios.
3. Es Dios mismo "Emanuel" manifestado en carne.
Todos los sacrificios del AT fueron imperfectos, porque la sangre de estos animales, no podían quitar el pecado, solo lo cubrían ante los ojos del Creador, como cuando un gato cubre sus heces con arena o tierra.
Leemos:
Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos
no puede quitar los pecados.
Esto significa que todos los santos del AT, fueron confinados en el Hades, por el Emperador de la Muerte, con sus pecados intactos.
Abraham y su descendencia estaban presos allí, esperando su liberación.
Entre ellos Moisés y Elías, a quien vemos en el monte santo, ante los ojos de Pedro, Jacobo y Juan Mat 17:1-3.
Moisés y Elías no estaban en el cielo, como piensan la mayoría de foristas, ellos al igual que Job, los profetas, y el pueblo santo de Israel, estaban presos en el Hades bajo el dominio y control del Tirano, esto es el diablo.
PERO CRISTO TIENE EL CONTROL ABSOLUTO DE TODO
1Sa 2:6 Jehová mata, y él da vida;
Él hace descender al Seol, y hace subir.
Permítame esta digresión, hay un tema, sobre la bruja de Endor, donde se calumnia a Samuel, señalándole como un demonio disfrazado.
Pero tal calumnia, es un ataque rastrero a la Soberanía de Jehová, quien desbarató esa sesión espiritista, y no dejó caer las palabras de su profeta ni en vida ni en muerte.
SOBRE LA LIBERACIÓN DE LOS PRESOS EN EL HADES DEL CONTROL DEL TIRANO
Existe esta escritura:
Isa 49:24 ¿Será quitado el botín al valiente?
¿Será rescatado el cautivo de un tirano?
Isa 49:25 Pero así dice Jehová: Ciertamente, el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos.
Donde Cristo se compromete a descender al Hades, no en debilidad, como aparece en su ruego como Hombre, en el Salmo 16:10, citado en el N. T., leemos:
Hch 2:27 Porque no dejarás mi alma en el Hades,
Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
La expresión "Justificado en Espíritu" que aparece en el misterio de la piedad, luego del cumplimiento de su misión redentora, indica que asumió toda su potestad en los cielos y en la tierra, de la cual se había vaciado (Kenosis) a efectos de llevar a cabo la obra de la expiación, por medio de su Sacrificio y derramamiento de su sangre, como está escrito:
Y quitaré el pecado de la tierra en un día. (Zac.3:9)
El Señor desciende al Hades, no en debilidad, sino en todo el Majestuoso Poder de la Plenitud de la Deidad en Él.
EL VA AL HADES, POR LO QUE ES SUYO, POR LO QUE LE PERTENECE, POR LO QUE EL PAGÓ EN EL ALTAR DE LA CRUZ.
Allí hay una multitud esperando su Liberación, esperando su Rescate de las garras del Tirano, del cruel Emperador que a sus presos nunca abrió la cárcel.
Allí está Abraham que se gozó de que había de ver su día y lo vio.
Allí están todos los santos del AT, que fueron rescatados por Cristo, y traslados al tercer cielo (2Co 12:2), que el apóstol identifica como el Paraíso (2Co 12:4), leemos:
Efe 4:8 Por lo cual dice:
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.
En esa compañía de santos trasladados al Paraíso, podemos contemplar al último salvado de la dispensación de la ley, leemos:
Luc 23:43 Entonces Jesús le dijo:
De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
CONCLUSIÓN
Dios ha restaurado su imagen y semejanza, en el segundo Adán, quien tiene pleno derecho de afirmar:
Jua 10:30
Yo y el Padre uno somos.
Jua 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
De manera que los sacrificios de los animales en ofrenda a Dios, solo fue la antesala, de un Sacrificio Mayor, que habría de venir en el futuro, para hacernos partícipes de su Naturaleza Divina (2Pe 1:4).
Donde la sangre de Cristo como el Cordero de Dios, desempeña una importancia vital, leemos:
1Jn 1:7, pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros,
y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Dios nos ha dotado de su Santo Espíritu, quien toma de lo de Cristo y nos lo hace saber, de manera que la orden de ser llenos del Espíritu Santo, no es opcional, es una responsabilidad de todo aquel que invoca el Nombre de Cristo.
De lo contrario, no podrá entender el lenguaje de las Escrituras, y estará siempre cuestionando la Sabiduría de Dios...
Pásala bien.