Por nada esteís afanosos

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5 Septiembre 2001
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Árbol de la Vida

Yo soy la Vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer. (Juan 15:5)

Por nada estéis afanosos

En el capitulo 6 del Evangelio de Mateo, el Señor Jesús se está refiriendo aparentemente al asunto de las riquezas materiales (vs.19-34). En realidad, su enfoque está centrado en el asunto de la ansiedad, el problema básico de nuestro vivir. Todo el mundo está envuelto por la ansiedad. En verdad, ella es el engranaje que mueve al mundo, es el incentivo para toda cultura humana. Si no fuera por la ansiedad en cuanto al vivir, nadie haría nada. Todos permanecerían ociosos. De esta manera, al tocar la ansiedad, el Señor toca el engranaje de la vida humana.
Al oír estas palabras los jóvenes pueden decir “¡Aleluya! Porque el Señor Jesús tocó la ansiedad, el engranaje de la vida humana, y no necesitamos estudiar ni trabajar mucho. Si tenemos hambre, podemos simplemente comer algunas sobras”. En 6:26 el Señor Jesús dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”. Si el Señor Jesús estuviera aquí, tal vez le preguntaríamos: “Señor Tú nos comparaste con los pájaros. Los pájaros no siembran ni cosechan; solo vuelan y no hacen nada. Señor, ¿significa eso que no debemos hacer nada? Los pájaros se alimentan de la labor humana. Señor Jesús, ¿quieres decir Tú que debemos sacar ventaja de los demás? ¿Debemos olvidarnos de trabajar y simplemente ser pájaros en el aire, disfrutando la vida y sacando provecho de la labor de otros?” Podríamos hacerle otra pregunta: “Tú también nos comparaste con los lirios. Los lirios no hacen nada, y se visten con más gloria que el rey Salomón (vs.28-30). ¿Tú estás diciendo que no debemos hacer nada, sino simplemente disfrutar el aire, la luz del sol, el suelo y el agua?”
Este es el concepto defendido por muchos jóvenes que citan esas palabras del Señor Jesús. Ellos dicen: “Seamos pájaros en el aire y lirios en los valles”. Hay una dificultad en entender esta porción de la palabra del Señor. Si pudiéramos, continuaríamos preguntándole al Señor: “¿Lo que los pájaros hacen es correcto? Otros siembran y cosechan y ellos llegan sólo a disfrutar. ¿Eso es justo? Pareciera que todos los pájaros son ladrones. A veces tenemos sólo una pequeña área, pero los pájaros vienen y sacan ventaja de lo que está creciendo allí. ¿Tu estas diciendo que deberíamos hacer lo mismo?”.
Hacemos esas preguntas por que conocemos la psicología de los jóvenes. Después de gastar tantos años en la escuela, ustedes pueden estar cansados de estudiar.
Cuando pasan de la primaria a la secundaria, de la secundaria a la universidad y de esta al postgrado, donde la labor es mayor aun; muchos de ustedes preferirían ser como pájaros volando en lugar de estudiar mucho. Si no son honestos, admitirán que tienen ese concepto.
Vamos a considerar la intención del Señor en los versículos del 19-34. ¿Quiere El que los jóvenes concluyan sus estudios o que los abandonen y sean como pájaros en el aire? Es equivocado tener ansiedad, por que la ansiedad no pertenece a la vida divina. En la vida de dios no hay ansiedad. Pero, el Señor no quiere decir que no debemos cumplir nuestra obligación. Cuando el Señor llevo los hijos de Israel a la buena tierra, todos tenían que trabajar en la tierra. Esa era su obligación.
Si la buena tierra producía o no una rica cosecha, dependía de varias cosas: el tiempo, y la luz del sol, la cantidad apropiada de lluvias y temperatura correcta. Ninguna de esas cosas estaba debajo del control de los hijos de Israel su responsabilidad era solo laborar en la tierra. Ellos trabajaban, no solo para si mismos, sino también para los pájaros. Si no hubieran cultivado, seria difícil que los pájaros pudieran vivir. Cumplir sus obligaciones era justo y necesario, pero tener ansiedad era equivocado. De manera semejante, debemos cumplir nuestra obligación hoy, pero hacerla sin estar ansiosos por nuestro vivir. La razón por la que las personas se resisten tanto a donar cosas a los demás y especialmente, ofrendar al señor, es la ansiedad. Por causa de la ansiedad, amamos las cosas materiales. Si no fuéramos ansiosos, no nos preocuparíamos por las cosas materiales. La ansiedad es la que nos causa problemas.
Los jóvenes cristianos deben trabajar. Nuestra realidad es diferente a la de los hijos de Israel, pero no podemos trabajar literalmente en la tierra de Canaan, pero, sin duda, los jóvenes de hoy, deben estudiar y adquirir una buena educación. Estudiar es como labrar la tierra y el diploma de la facultad es como segar la cosecha. Joven, estudiar es su obligación y usted debe cumplirla con determinación; sin embargo mientras estudia y se gradúa, usted debe distinguirse de las personas del mundo. Ellas estudian por causa de la ansiedad, pero usted no debe estudiar por ansiedad.
Booz, un antepasado de David, es un ejemplo de alguien que cumplió su obligación sin ansiedad. El era un hacendado rico, tenía una gran producción. Sin embargo, aquel hombre no producía por ansiedad, sino para producir su obligación. Cuando llego la hora, el señor le dijo que donara cierta cuantía, y el así lo hizo. Al vencer la ansiedad, Booz acumulo tesoros en el cielo.
Joven, las riquezas que usted produce y producirá no deben ser usadas para su ansiedad, sino para su deber. Nuestro deber, como jóvenes cristianos, es ofrendar al Señor.
De esa forma estaremos acumulando tesoros en el cielo. ¡Que seamos buenos dadores, según la vida y la naturaleza de nuestro Padre celestial! Este es el significado de esa porción de la Palabra.

¡Jesús es el Señor!

Articulo publicado por: Periódico “Árbol de la Vida” de editora Árvore da vida.