GRACIAS HERMANOS POR SUS ORACIONES. MI SUEGRA YA ESTA DESCANSANDO. Y DESDE LEJOS QUE ESTAMOS DE NUESTRO PAIS, MI ESPOSA ACABA DE ESCRIBIR ESTA CARTA QUE VA A SER LEIDA EN POCAS HORAS. LA QUIERO COMPARTIR CON USTEDES. DIOS ME LOS BENDIGA.
Esta carta es para todas las personas que se encuentran presente en un mismo sentir por el fallecimiento de mi madre Aída, y también para los que de repente no pudieron estar presente.
Ante todo, quiero empezar estas líneas dando gracias primeramente a Dios, mi Creador, mi Padre, mi Salvador, mi Consolador, el único Amigo fiel y verdadero en quien podemos confiar. A Dios primeramente va mi agradecimiento que me permite escribirles expresándoles desde muy dentro de mi corazón mi sentir por la muerte de mi madre Aída, una esposa que amaba mucho a su esposo a pesar de sus errores como cada uno de nosotros los tiene, porque no somos perfectos, (el único perfecto es Dios) soy consciente que ella siempre me demostró todo eso, lógicamente también una muy buena madre, y además buena persona, siempre pendiente por los demás, cualquier necesidad que veía ella ,siempre daba de lo poco o mucho que tenía, siempre dando todo por los demás ,no importando quedarse sin nada …así era mi hermosa y dulce madre, al pie de una cama velando por algún enfermo, eso es un don muy bonito que mi madre tenía, y me siento muy orgullosa de ella y siempre la recordaré así.
En estos momentos, Dios me está dando mucha paz y tranquilidad ante esta situación difícil. Desde que yo me enteré que mi madre estaba delicada me encomendé mucho más al Señor y le pedía que por favor me ayudara a entender su voluntad, a aceptar su decisión de llevársela con El. No quería que ella sufriera con esa enfermedad y fue así que Dios me lo está concediendo, El me esta dando nuevas fuerzas, y me dio además un regalo bonito el día domingo cuando le estaba orando, clamándole por el alma de mi madre y diciéndole el anhelo de mi corazón de haber querido estar allí en su último momento presente con ella para poder tocarla y darle un beso de despedida. El Señor sintió mi dolor y me regaló un sueño muy bonito, en el cual estábamos mi madre y yo abrazadas, las dos recostadas en una cama parecida a la de un hospital, luego yo la cargué y le ayudaba a levantarse de la cama porque ella estaba muy débil, y su cuerpo muy frágil, la atendía como cuando una madre atiende a un niño de meses que no puede caminar. Era como si realmente estuviera con ella.
Sé también que como humanos nos duele esta pérdida porque mi madre ha sido una persona muy pero muy querida por todos nosotros, alguien muy especial que siempre estará en nuestros corazones, pero estoy segura que Dios nos va a dar mucha fortaleza y sobre todo paz porque sólo Dios nos da la verdadera paz.
Ahora mi madre esta descansando con el Señor: que mejor lugar y que mejor compañía que estar con Dios. Realmente es un privilegio y un regalo divino que nuestro Padre Celestial nos concede y me siento muy agradecida con El.
Les pido mucha fortaleza a cada uno de ustedes, que se refugien más en el Señor porque solo en El vamos a encontrar la verdadera paz, no una paz pasajera que el mundo nos da, sino la verdadera paz que el Señor nos concede cuando nos acercamos más a El, le abrimos nuestro corazón y le entregamos todas nuestras cargas: ahí Dios se hace manifiesto, extiende su mano poderosa y nos levanta. No temas; entra a esa comunión con Dios: cuando estés en tu habitación cierra la puerta, arrodíllate ante El, cierra tus ojos, derrama tu corazón delante del Señor, El esta ahí viéndote y escuchándote aunque tú no lo puedas ver porque Dios es Espíritu, pero vas a ver un cambio en ti, y hasta si fuera posible lo vas a sentir, créelo por favor, créelo porque el Señor vive, El no está muerto, vive en nuestros corazones, solamente abre tu corazón. Dios te dice en este día : Hijo mío ,dame tu Corazón. Permítele entrar en tu corazón, hazlo y comprobarás que Dios existe. La vida en este mundo es pasajera. Hoy estamos aquí y mañana no sabemos, estamos en las manos de nuestro Dios, el nos ama, y que mejor refugio y que mayor consuelo que estar con El, aquel que envió a su único hijo Jesucristo, aquel que dió su vida por ti y por mi en la cruz del calvario, que derramó su sangre por cada uno de nosotros para perdón de pecados y salvarnos de la muerte eterna prometiéndonos una vida eterna. Me pregunto si uno de nosotros entregaría su vida realmente por alguien, con un amor verdadero como el Señor la dió, sufriendo por nosotros, siendo golpeado, insultado, escupido, El Señor Jesús se humilló por amor a nosotros, porque nos Ama. Dios es Amor, no hay nadie más que haya hecho ese sacrificio, no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en que podamos ser salvos, créelo y léelo en Hechos Capitulo 4 , versiculo 12.
Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. El cambió mi vida y la de mi familia y siempre le oro para que haga lo mismo con tu vida. Confia en Dios, El está contigo y nunca te desamparará.
Desde aquí les enviamos un beso y un fuerte abrazo a cada uno de ustedes, recíbanlo de parte de mi esposo Rafael, de mi hijo Isaac y de mi.
A mi Padre quiero decirle que lo quiero con todo mi corazón y que en cualquier momento que necesite hablar conmigo ,allí voy a estar por teléfono dispuesta, hasta que Dios permita que algún día nos encontremos aquí o allá no lo sé, sólo el Señor lo sabe. A mis hermanos también les mando un fuerte abrazo, gracias por sus palabras de aliento, los quiero mucho y a pesar de la distancia están siempre presente en mi corazón. Cuídense mucho y manténganse siempre unidos aferrándose al Señor en todo momento y sobretodo en los momentos difíciles de nuestra vida. Cuiden mucho de mi padre por favor, que Dios los siga bendiciendo a cada uno de ustedes.
Aida Comparte Mi Victoria Sobre La Muerte!!!
porque la muerte NO TENDRA LA ULTIMA PALABRA....
Karina
Los Angeles, 27 de octubre de 2009