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PLENITUD
Por: Gary Amirault
Si usted es como la mayoría de Cristianos, entonces vive muy ocupado y no quiere perder tiempo leyendo material que no le interesa o no se ajusta a las enseñanzas de la denominación o movimiento que eligió seguir. Entonces, desarrolla métodos que eliminen aquellos materiales que no se ajusten a su molde. A veces, solo el nombre nos ahorra tiempo. Si no viene de la central de una organización propiamente dicha, muchos no lo leen. Los Testigos de Jehová por ejemplo: están entrenados para no aceptar material que no proceda del "Vigía". Ellos pueden pasar horas discutiendo con usted sobre las Escrituras, pero usted debe hablar en sus términos. Nada fuera de esto, es permitido.
Mientras notamos la ceguera del movimiento el "Vigía", no nos damos cuenta que también hemos sido programados de una manera similar. En realidad, con frecuencia nos programamos a nosotros mismos. Solo tenemos determinado tiempo, así que preferimos escuchar sobre lo que ya creemos, que escuchar algo diferente. Asumimos, naturalmente, que ya tenemos la verdad, así que cualquier otra cosa deber ser mentira. Suena razonable, ¿verdad? Pero en realidad es un razonamiento muy tonto.
Todos aquellos que han estudiado varias denominaciones y movimientos Cristianos, saben que cada uno, enfatiza un lado de Dios, excluyendo otros.
Las denominaciones de corriente Metodista, (hay muchas de ellas) se centran fuertemente en las buenas obras. Para ti Metodista, nosotros también enfatizamos en las buenas obras.
Los Calvinistas, (también hay muchos de ellos) no enfatizan las obras. Enfatizan en la soberanía, elección y predestinación. Para ti Calvinista, nosotros también enfatizamos en estas enseñanzas.
Los Luteranos son los campeones de la "solo fe" como la llamaría Martín Lutero. Nosotros estamos de acuerdo en que somos salvos por gracia, a través de la fe. Es un regalo.
Las denominaciones de "Santidad", (también hay muchas) enfatizan en separarte para el Señor. También estamos de acuerdo.
Los Bautistas son los "ganadores de almas" del Cristianismo. Enfatizan en ganar al perdido para que nazca de nuevo y enseñan seguridad al creyente. De todo corazón, creemos igual.
Las denominaciones Pentecostales, (hay cantidades de ellas) se centran fuertemente en el "Espíritu Santo" y en el hablar en lenguas. Nosotros también creemos en el Espíritu Santo y en los dones del Espíritu.
Los Católicos Romanos dicen que solo hay una iglesia. Nosotros también creemos que solo hay una iglesia universal.
Los Carismáticos disfrutan la labor de dar ofrenda espiritual de adoración y alabanza al Altísimo, ¡Amen!
La Verdad Presente, movimientos del Hijo, enfatizan en la revelación espiritual. Nosotros también creemos, recibimos y enseñamos verdades espirituales del cielo.
Dejamos de mencionar otras denominaciones, solo por falta de espacio. Nosotros vemos y entendemos las bases fundamentales de la mayoría de las denominaciones del Cristianismo. Pero los que están centrados en alguna de ellas, ven esto como un problema. Nosotros, sin embargo, no podemos ser Luteranos, porque también somos Calvinistas. No podemos ser Católicos Romanos, porque también somos Bautistas. No podemos ser Metodistas, porque también somos Carismáticos.
Nuestra solución al problema, es: ¡Nosotros, simplemente somos Cristianos!! Todos esos nombres denominacionales no tienen ningún valor en el Reino del Padre. Eventualmente tendrán que desaparecer. ¿Por qué no, ahora?
Y eso es lo que hemos hecho. Hemos dejado todos los títulos inventados por el hombre, y nos hemos centrado en las verdaderas bases del Cristianismo. Jesucristo no vino a empezar 22.000 denominaciones diferentes centradas alrededor de doctrinas, de hombres y de nacionalidades. Él vino a dar su vida como pago por toda la humanidad. Él vino a conformarnos a Su imagen. Él vino a traernos a Su familia y nos dio el nombre de Familia. ¿Por qué no estamos satisfechos con eso? ¿Debemos adicionarle a su obra otro nombre? ¿Nos hace eso mejores Cristianos o nos da algo más?
En Cristo y solo en Él, está la plenitud del cuerpo de Dios. En este Cuerpo y solo en Él, puede una persona entrar a la plenitud que Él quiere para nosotros. Cualquier otro cuerpo, no-llena los requisitos y no alcanza la plenitud.
Ha sido un viaje excitante y peligroso el ir de una parte de la tierra (denominación) a otras partes de la tierra (denominaciones) para juntar todas las enseñanzas en que basan el Cristianismo, sin caer en los hoyos que hace el hombre. Indiana Jones disfrutaría esta aventura.
La revista "Rocio del Monte Hermon" es acerca de la plenitud. Lo queremos todo. Queremos juntar el cielo con la tierra. El Monte Hermon, estaba fuera de Israel, sin embargo, era la vida de Israel. Proveía el agua que formaba el rió Jordán. Pero el pequeño Jordán no podía proveer suficiente agua para todos los cultivos. Era el copioso Rocio del Monte Hermon, que caía en la noche y proveía la humedad necesaria para las cosechas.
La humedad venía de la cordillera más alta de la región. Más alta que las montañas de Israel. Es la montaña situada en el cruce del Este con el Oeste. "La montaña de nieve" "La montaña mayor" "Sion" Estos son algunos de los nombres dados a esta montaña por los países vecinos.
En los meses de verano, los restos de nieve parecen mechones de pelo blanco sobre los hombros de un hombre viejo. Muchos escolásticos hoy en día, creen que este fue el monte de la transfiguración. Aquí fue donde la voz del Altísimo dijo: "Éste es mi Hijo amado. ¡A Él oíd! (Marcos 9:7) Fue en esta montaña donde nuestro Padre envió "bendición y vida eterna" (Salmo 133:3) En este sitio, no hay lugar para el nacionalismo. No hay lugar para ningún tipo de denominación. El que tiene la plenitud, lo tiene todo. El que solo tiene una parte, no tiene plenitud. Aquel que esté lleno de la plenitud del mundo, debe vaciarse así mismo para que sea lleno de las riquezas de lo alto. Debemos ser capaces de ver que los caminos de la religión, son vanidad. Queremos que tenga vida en abundancia, y ésta solo la encontramos, en la ciudad que Abraham vislumbró. Nuestro deseo es que continué moviéndose hacia esa ciudad... la ciudad celestial cuyo hacedor es nuestro Padre Celestial. Abraham tuvo que dejar mucho atrás.
Recibí un par de cartas de una mujer pidiéndome que no escribiera tanto sobre los problemas en la iglesia. Ella dice que en eso no hay vida. Tiene razón. Pero si aplicamos el mismo principio a la Biblia, tendríamos que eliminar una buena parte de ella. Tendríamos que quitar a los Profetas, y la mayoría de los escritos de Moisés tendrían que salir. Casi toda la letra roja, también saldría, porque Jesús pasó una buena parte de su tiempo diciendo: "¡ay de vosotros!" Por supuesto, los escritos de los apóstoles también desaparecerían. Aun Juan que escribió tanto sobre el amor, advirtió sobre la apostasía y luego ocurrió. Este amado apóstol, fue el único que advirtió que vendrían muchos anticristos. Y no olvidemos su extraordinario libro de Apocalipsis. Con seguridad que Pablo, el apóstol para las naciones, tendría que retractarse sobre lo que dijo a los "Gálatas", sobre Alejandro el calderero, etc. Y sus comentarios acerca de desear que sus oponentes se mutilasen, bueno, ¿qué diremos a todo eso? Por supuesto, el Jehová del Antiguo Testamento, tendría que ser removido de las sagradas páginas de la Biblia. Con todo esto en mente. Vamos hacía adelante. Creo que el punto quedo claro.