¿PIENSA DIOS EN USTED?

SALVA2

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4 Diciembre 2021
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Los desastres, el sufrimiento y la muerte quizás hagan que nos preguntemos si Dios ve lo que está pasando o si le importa. La Biblia dice:

“Porque los ojos de Jehová están puestos en los justos y sus oídos escuchan sus ruegos, pero el rostro de Jehová está contra los que hacen cosas malas” (1 Pedro 3:12).

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Mi testimonio es que sí , y fue quien me eligió para ministro para la Iglesia de Cristo y estoy dirigido por el Espíritu Santo y Jesucristo me habilito para ser intercesor para su Iglesia y Dios piensa por todos, pero no todos permiten que entre en su corazón por Jesucristo y vemos en este foro como muchos siguen doctrinas de hombres y se jactan de NO venerar estatuas pero siguen a sus ídolos como Elena White, José Smith, la torre de los ancianos y tantos otros como el Papa, que son hijos del diablo y desviaron la fe de muchos.​

 
rey pacifico, es muy bueno ser un ministro de Dios como por ejemplo lo fueron los 12 apóstoles y el apóstol Pablo, ellos tenían la guía del Espíritu Santo y lo que enseñaban era lo que su maestro Jesús les enseñó como ejemplo principal y también citaban en la predicación de los Profetas de Dios del pasado.
Pero no decían nada que no estuviera escrito en la Ley de Dios.
Todos sabemos que hay religiones que son influidas por Satanás el Diablo y sus demonios.

Video: De YouTube, ¿Por qué estudiar la Biblia?, rey pacifico te lo quería poner directamente de la página oficial de los TJ. pero me anulan el video y e tenido que recurrir a ponértelo desde YouTube. Espero te guste.




***** > Por otro lado rey pacifico, ¿Quiénes son los ministros de Dios?


HACE unos años se presentaron varias objeciones al hecho de que se estuviera aplicando el término “ministro” a todo cristiano dedicado y bautizado. Aquellas objeciones se basaron en diferencias lingüísticas y en la manera en que otros grupos religiosos y hombres en puestos oficiales pudieran considerar esta afirmación de ser ministros, y así por el estilo. Sin embargo, no parece que esas objeciones tengan suficiente peso como para anular la posición que el pueblo de Jehová ha sostenido por la mayor parte de los pasados 100 años.

“DIÁKONOS”... UN MINISTRO

En la traducción al español de las Escrituras Griegas Cristianas el verbo “servir” y el nombre “ministro” aparecen muchas veces. El nombre griego que se tradujo “ministro” es diákonos, que significa literalmente ‘a través del polvo,’ como si se aplicara a alguien que se cubriera de polvo al estar haciendo mandados. Parece que este sustantivo se emplea en tres sentidos distintos, los cuales pasaremos a examinar.

En primer lugar, el término diákonos se emplea para referirse a alguien que sirve en sentido seglar, material, y puede referirse simplemente a servir en una casa. Por eso, en una de las parábolas de Jesús, leemos: “El rey dijo a sus sirvientes [diákonoi]: ‘Átenlo de manos y pies.’” (Mat. 22:13) La misma palabra se traduce “ministro” en Romanos 13:4, donde se hace referencia a gobiernos seglares.

En ciertos contextos, esta palabra griega diákonos se emplea en un sentido especial restringido y oficial, como en Filipenses 1:1, donde se aplica a ciertas personas de la congregación cristiana que ocupan un puesto por nombramiento, porque el vocablo tiene allí nexo con otras personas que ocupan el puesto de superintendente, u “obispo.” Así, leemos: “Pablo y Timoteo, esclavos de Cristo Jesús, a todos los santos en unión con Cristo Jesús que están en Filipos, juntamente con los superintendentes y siervos ministeriales [o “diáconos,” diákonoi].” Este término también se emplea en este sentido especial en 1 Timoteo 3:8, 12, donde el apóstol Pablo alista los requisitos que se exige que satisfagan estos siervos ministeriales, o “diáconos.”

Por último, hay otros casos en que estos escritores inspirados de las Escrituras Griegas Cristianas parecen haber empleado este término de manera más amplia, que también encierra más importancia que la de simplemente referirse a un siervo que ejecutara deberes mundanos. Tal es el caso cuando se emplea con aplicación a cualquier persona dedicada que sirve a Dios en asuntos sagrados o espirituales, y por eso en estos casos en algunos idiomas se traduce usando una palabra más adecuada, a saber, “ministro,” que comunica el sentido de un servicio elevado o piadoso. Así, el apóstol Pablo en Colosenses 1:23 dice de sí mismo que fue “hecho ministro [diákonos],” o uno que ‘llegó o vino a ser ministro.’ (Vea Versión Valera (1977); Biblia de Jerusalén; Besson; Sagrada Biblia, Editorial Herder.) Pablo también llama ministros a otros, como hace con referencia a Timoteo.—1 Tim. 4:6; VV; Versión Moderna; Cantera-Iglesias.

“DIAKONÍA”... MINISTERIO

En estrecha relación con la palabra griega diákonos está el nombre diakonía, que se refiere a un servicio o un “ministerio.” Esta palabra griega también se emplea tanto en sentido seglar como en sentido religioso o sagrado. Se emplea en sentido seglar en Hechos 6:1, donde leemos: “Ahora bien, en estos días, cuando aumentaban los discípulos, se suscitó una murmuración de parte de los judíos de habla griega contra los judíos de habla hebrea, porque a sus viudas se les pasaba por alto en la distribución [“administración,” VM] diaria.”

Cuando se emplea la voz diakonía con sentido religioso, algunos que han traducido la Biblia a ciertos idiomas han usado una palabra especial, y no la traducen “distribución” o “servicio,” sino “ministerio,” por lo cual quieren decir un servicio elevado, piadoso. Así, en esos idiomas se hace que el apóstol Pablo diga respecto a su apostolado a los gentiles: “Glorifico mi ministerio.” (Rom. 11:13, VM; Besson)* Él escribió, además, que se sentía agradecido de que Dios ‘lo hubiera considerado fiel al asignarlo a un ministerio,’ a un “servicio” piadoso, elevado. (1 Tim. 1:12, Versión Popular; Kingdom Interlinear Translation) Así, Pablo escribió a Timoteo: “Tú, sin embargo, mantén tu juicio en todas las cosas, sufre el mal, haz la obra de evangelizador, efectúa tu ministerio plenamente.” La evangelización, o predicación de las “buenas nuevas,” que Timoteo realizó no fue un servicio de índole mundana o terrenal. Fue un servicio piadoso, elevado —un ministerio— y éste constituyó a Timoteo en ministro. Por la misma razón, todos los que hoy día participan en el ministerio de evangelizar son verdaderamente ministros.—2 Tim. 4:5, VM; VV; Solé; BJ.

El modo en que los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas emplearon bajo inspiración las palabras griegas diákonos, diakonía y otras parecidas a éstas es lo que fija la pauta para los testigos de Jehová. En realidad, los testigos de Jehová no solo son una organización religiosa según el significado que generalmente se acepta para el término “congregación,” o “iglesia,” sino que también constituyen una asociación que se ocupa en entrenar y equipar a hombres, mujeres y jovencitos para que sean ministros, “siervos,” en un sentido elevado o piadoso, predicadores de las buenas nuevas del reino de Dios. Con este propósito tienen un conjunto progresivo y continuo de cursos de estudio para impartir instrucción a hombres, mujeres y menores en el conocimiento vital de la Biblia, para que puedan hacerse cada vez más eficaces como ministros de Dios. Estos cursos de estudio se abarcan en cinco reuniones semanales en las cuales se hace una exposición de la doctrina bíblica, se da interpretación de profecías bíblicas, se instruye en conducta cristiana y se entrena en la predicación y enseñanza de las verdades de la Biblia.

ORDENACIÓN COMO MINISTROS

Al igual que sucede en el caso de toda organización religiosa, los testigos de Jehová tienen el privilegio y derecho de determinar cuándo sus estudiantes han llegado al punto en que satisfacen los requisitos para ser ministros de la Palabra de Dios, “siervos” en sentido elevado, piadoso. Después de un período de entrenamiento adecuado para cada persona individualmente, los ancianos debidamente nombrados de su congregación la someten a un examen. Si los estudiantes pueden dar prueba de que han adquirido conocimiento adecuado de la Palabra de Dios, de que aprecian desde el corazón el mensaje de ésta, y de que se han dedicado sin reservas a Jehová para hacer Su voluntad y seguir en las pisadas de Jesucristo, y si han puesto su vida en armonía con los requisitos y principios de Dios, se les acepta para el bautismo y por éste se les ordena como ministros. Este modo de proceder tiene precedente bíblico firme, puesto que no fue sino hasta después que Jesús se hubo presentado para su bautismo cuando él empezó su carrera como ministro ungido de Dios que predicaba las buenas nuevas del reino de Dios.—Mar. 1:9-15.

Pero, ¿hay razón sólida para considerar el bautismo, el ser uno completamente sumergido en agua, como una ceremonia de ordenación adecuada?* Tal vez no si se juzgara por las costumbres que son comunes en la cristiandad, pero ciertamente la hay desde el punto de vista bíblico, como fácilmente se puede ver por lo que se dice en la Cyclopœdia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature (1877) de M’Clintock y Strong, Tomo VII, página 411. Según esta obra, una ordenación es “el nombramiento o la designación de una persona a un puesto ministerial, con ceremonias concomitantes o sin ellas. . . . Una investigación bíblica del asunto no puede menos que impresionar la mente cándida con el gran significado del hecho de que ni el Señor Jesucristo ni discípulo alguno suyo dio órdenes o declaraciones específicas con referencia a la ordenación.” Los ministros de hoy día no necesitan un diploma o certificado de ordenación, tal como no lo necesitó el apóstol Pablo.—2 Cor. 3:1-3.

EL MINISTERIO DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

¿Cómo llevan a cabo su ministerio los testigos de Jehová? Algunos de ellos sirven como ancianos nombrados, y en tal calidad predican y enseñan en su congregación desde la plataforma y en las clases bíblicas que la congregación celebra en hogares de Testigos. Sin embargo, el método que los Testigos emplean más extensamente en su ministerio, y que más los distingue, es aquel que emplearon los apóstoles y otros discípulos primitivos de Jesús en obediencia a este mandato que él dio: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor . . . Al entrar en la casa, salúdenla; y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean.”—Mat. 10:11-13.

De manera similar, el apóstol Pablo se distinguió mediante predicar tanto en las congregaciones como a personas en sus hogares. Como dijo a los ancianos de Éfeso: “Bien saben ustedes cómo . . . no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Antes, di testimonio cabalmente tanto a judíos como a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús.” (Hech. 20:18-21) Esto suministra excelente precedente para los ministros de Dios de hoy día.

En cuanto al ministerio del día moderno que se efectúa de casa en casa y en el que se emplean tratados religiosos, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidió lo siguiente en el caso de Murdock contra el Commonwealth of Pennsylvania (1943): “La distribución manual de tratados religiosos es una forma muy antigua de evangelismo misional... tan vieja como la historia de las imprentas. . . . Esta forma de actividad religiosa ocupa bajo la Primera Enmienda el mismo estado elevado que ocupa la adoración en las iglesias y la predicación desde los púlpitos.”

Además, en el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Séptimo Circuito, en el caso de Ransom contra United States (1955), ese tribunal declaró que no podía “hacer distinción, válidamente, . . . entre los ministros de los testigos de Jehová que predican como vocación suya de puerta en puerta y en las esquinas de las calles y los ministros de las confesiones más convencionales que predican en púlpitos, enseñan en escuelas eclesiásticas o llevan a cabo varias otras actividades religiosas para sus iglesias.”

¿Perjudicaría acaso su afirmación de ser ministros el que estos ministros no dedicaran todo su tiempo a su ministerio y daría esto a entender entonces que no satisfacían los requisitos para ser ministros? De ninguna manera, porque hasta el mismo apóstol Pablo se ocupó en actividades seglares para su propio sostén y el de los que estaban con él. (Hech. 18:3, 4; 20:33, 34) El Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Quinto Circuito apoyó esta posición cuando falló lo siguiente en el caso de Wiggins contra United States (1958): “Los ministros de los testigos de Jehová . . . no tienen más remedio que participar en actividades seglares para obtener fondos que les permitan hacer del ministerio su vocación. . . . La prueba . . . es . . . si él, por vocación, con regularidad, no de vez en cuando, enseña y predica los principios de su religión.”

Por lo tanto, ¿quiénes son los ministros de Dios? ¡Son los cristianos dedicados y bautizados que hacen del servicio a Dios y al prójimo el principal objetivo en la vida! (Mar. 12:28-31)

SALUDOS
 
Los desastres, el sufrimiento y la muerte quizás hagan que nos preguntemos si Dios ve lo que está pasando o si le importa. La Biblia dice:

“Porque los ojos de [EL SEÑOR] están puestos en los justos y sus oídos escuchan sus ruegos, pero el rostro de Jehová está contra los que hacen cosas malas” (1 Pedro 3:12).

La JW participa en industria armamentista...

Pueden ver la información aquí.
 
  • Haha
Reacciones: VALENCIA
Estimado Efe-E-Pe, Satanás el Diablo está tan furioso con Jehová ( Porque esta condenado en el futuro a la destrucción) que utiliza la información y los medios a su antojo, para desacreditar a los siervos de Jehová aquí en la tierra.
Te pongo algunas cosas de los TJ, para que veas en que utilizan lo que ellos recaudan con las donaciones voluntarias de todo el mundo.

¿Para qué usan los testigos de Jehová las donaciones?​

Usamos las donaciones para financiar las labores religiosas y humanitarias de nuestra organización. Todo lo que hacemos tiene el objetivo de ayudar a las personas a hacerse discípulos de Jesucristo; esa es nuestra misión principal (Mateo 28:19, 20).
Jamás usamos las donaciones para que alguien se haga rico. Ningún testigo de Jehová recibe un sueldo por predicar de casa en casa ni por ser pastor de una congregación. Tampoco reciben un sueldo los miembros de nuestra orden religiosa, por ejemplo, los que trabajan en las sucursales o en la central mundial, incluido el Cuerpo Gobernante o junta directiva de los testigos de Jehová.

Cosas que hacemos​

  • Labores editoriales: Cada año traducimos, imprimimos y distribuimos millones de biblias y publicaciones bíblicas sin cobrarle nada a nadie. Además, nuestras publicaciones están disponibles en la página ****** y en la aplicación JW Library, que son totalmente gratuitas y no tienen publicidad.
    En una imprenta, una testigo de Jehová revisa la calidad de una Biblia que se acaba de imprimir.
  • Labores de construcción y mantenimiento: Por todo el mundo construimos lugares de adoración sencillos y les damos mantenimiento. Gracias a eso, nuestras congregaciones tienen lugares adecuados donde reunirse para adorar a Dios. También construimos sucursales y oficinas de traducción y cuidamos de ellas. Gran parte del trabajo lo hacen voluntarios, y con eso se ahorra mucho dinero.
    Un Testigo instala un andamio en la fachada de un lugar de adoración.
  • Labores administrativas: Los fondos donados a nuestra obra mundial financian la labor de los ministros viajantes y los trabajos que se hacen en la central mundial, las sucursales y las oficinas de traducción.
    En una oficina, un testigo de Jehová trabaja en labores administrativas.
  • Nuestra obra de predicar: Ningún testigo de Jehová cobra por predicar las buenas noticias o por enseñar “la palabra de Dios” (2 Corintios 2:17). Sin embargo, como ocurría en el primer siglo, a algunos cristianos que han recibido capacitación especial y que trabajan a tiempo completo en la obra de predicar se les da un lugar sencillo para vivir y se les ayuda a cubrir las necesidades básicas (Filipenses 4:16, 17; 1 Timoteo 5:17, 18).
    Un matrimonio de testigos de Jehová le predica a un señor y le enseña un video bíblico.
  • Nuestro programa educativo: Las asambleas que celebramos también se financian con las donaciones. Además, producimos programas bíblicos en audio y video. Y, para que los ancianos de congregación y los ministros de tiempo completo sean más eficientes en su trabajo, organizamos cursos de capacitación.
    En un estadio, los asistentes a una asamblea ven un video en grandes pantallas.
  • Labores de socorro: Cuando hay desastres naturales o provocados por el hombre, ayudamos a quienes lo necesitan dándoles comida, agua y un techo. Esta labor humanitaria beneficia tanto “a nuestros hermanos en la fe” como a los que no son Testigos (Gálatas 6:10).
    En un almacén, varios Testigos juntan provisiones para ayuda humanitaria.

Tenemos una página Web citada en la foto del trabajador en el andamio, para cualquier duda o información que queramos saber.
En esa página principal hay una lupita o buscador en la parte derecha de arriba, escribir cualquier nota y le será respondida etc.

SALUDOS
 
@SALVA2

No te esfuerces en dar explicaciones. Ya se sabe que, por ejemplo, tu organización participó como una ONG para la ONU.

Eso es prostitución. Tanto endiosan los de tu especie a tu esclavo, que ni se dan cuenta de ese fornicó con la gran ramera.
 
Última edición:
¿Por que en el cuerpo gobernante los integrantes son llamados "socios"?

Si no fuera un negocio mercantilista no importaría repartir ganancias ¿verdad?

Es que a la torre la mano de obra le sale extremadamente barata (mas que a los chinos), porque los integrantes de su organización donan su tiempo y esfuerzo por servir de la mejor manera posible al proselitismo.

No obstante, ponen a sus integrantes a vender su literatura (últimamente lo llaman "colaboración"), con márgenes de ganancia realmente notables.