Tuve la suerte de ser criado por un buen hombre que fue militar. Estricto y decente hasta el extremo.
Si me agredían en la escuela, yo no podía responder agresivamente, ni siquiera con palabras, por que yo sabía que si le reportaban que me había peleado, o respondido groseramente, en la casa me tocaría doble. Siempre debía acudir a las autoridades escolares, sin importar que nada resolvieran.
Por mala suerte siempre me tocaron algunos compañeros que mas que humanos yo siempre vi como seres cuasi humanos, rabiosos y agresivos al extremo, que llegaban a la escuela con el único fin de vengarse de lo que yo supongo les ocurría en sus casas. En mi secundaria por ejemplo, se drogaban en horario de clases frente a los profesores, te robaban tus cosas; un muchacho de otro salón mato a su novia dentro de la escuela y se escapo. Aunque nunca se les hizo poder golpearme, si fueron años largos de hacerme el invisible a la hora de la salida o cuando dentro de la escuela se ponía pesado el ambiente.
Hoy tengo un hijo, y me he esforzado en criarlo cristianamente, y en pagarle un colegio para, según yo, minimizar esos problemas, pero con todo y eso le ha tocado (en menor grado) agresiones de otros niños a los que sus padres al parecer no educan y de lo que las maestras no se quieren enterar.
Avise muchas beses a las autoridades escolares pero nada cambio y opte por aconsejar a mi hijo que insultara al agresor llamándolo de una forma discriminante. Esto para evitar que mi hijo creciera con alguna secuela que le impidiera defenderse como adulto, ¿me entienden?, quise balancear las cosas.
Hoy me siento fatal, por que me mandaron llamar del colegio por que mi hijo llamo %%&%&$ a su agresor.
Y ya hechas las cosas no se si actué bien, pues bien podría ser que enseñe a mi hijo a pecar, pero por otro lado antes agoté todas las instancias moralmente correctas y siento que tampoco era la vía correcta ignorar que a mi hijo lo insultan y discriminan, por que no les he dicho, pero el tiene una condición medica que no le permite desarrollarse muy fácilmente en los deportes y de ello se deriva que lo discriminen e insulten continuamente ya que es el, el motivo de que pierda su equipo deportivo si se desarrollan actividades en equipo.
Yo pienso que el cristiano fue llamado a ser manso, no menso, y para los que me digan que habrá que enseñarlo a poner la otra mejilla, les diré llevamos 4 años, 2 escuelas y mil mejillas sin que padres ni maestros parezcan tener una acción correctiva o el mínimo interés.
Bueno, pues lo hecho hecho esta y les ruego primer por su oración, para que ni a mi hijo le afecten las agresiones, ni al niño que mi hijo insulto le quede un trauma y que en adelante el espíritu de Dios acompañe a todos lo niños agredidos para su fortaleza y a los agresores para su conversión.
No esta de mas que oren por mi, por mi conversión pues hago el mal que no quiero y el bien que quiero no hago, para empezar pido perdón a Dios y le ruego me de su gracia para poder ser ejemplo y no vergüenza de su grey amada.
Amen.
Si me agredían en la escuela, yo no podía responder agresivamente, ni siquiera con palabras, por que yo sabía que si le reportaban que me había peleado, o respondido groseramente, en la casa me tocaría doble. Siempre debía acudir a las autoridades escolares, sin importar que nada resolvieran.
Por mala suerte siempre me tocaron algunos compañeros que mas que humanos yo siempre vi como seres cuasi humanos, rabiosos y agresivos al extremo, que llegaban a la escuela con el único fin de vengarse de lo que yo supongo les ocurría en sus casas. En mi secundaria por ejemplo, se drogaban en horario de clases frente a los profesores, te robaban tus cosas; un muchacho de otro salón mato a su novia dentro de la escuela y se escapo. Aunque nunca se les hizo poder golpearme, si fueron años largos de hacerme el invisible a la hora de la salida o cuando dentro de la escuela se ponía pesado el ambiente.
Hoy tengo un hijo, y me he esforzado en criarlo cristianamente, y en pagarle un colegio para, según yo, minimizar esos problemas, pero con todo y eso le ha tocado (en menor grado) agresiones de otros niños a los que sus padres al parecer no educan y de lo que las maestras no se quieren enterar.
Avise muchas beses a las autoridades escolares pero nada cambio y opte por aconsejar a mi hijo que insultara al agresor llamándolo de una forma discriminante. Esto para evitar que mi hijo creciera con alguna secuela que le impidiera defenderse como adulto, ¿me entienden?, quise balancear las cosas.
Hoy me siento fatal, por que me mandaron llamar del colegio por que mi hijo llamo %%&%&$ a su agresor.
Y ya hechas las cosas no se si actué bien, pues bien podría ser que enseñe a mi hijo a pecar, pero por otro lado antes agoté todas las instancias moralmente correctas y siento que tampoco era la vía correcta ignorar que a mi hijo lo insultan y discriminan, por que no les he dicho, pero el tiene una condición medica que no le permite desarrollarse muy fácilmente en los deportes y de ello se deriva que lo discriminen e insulten continuamente ya que es el, el motivo de que pierda su equipo deportivo si se desarrollan actividades en equipo.
Yo pienso que el cristiano fue llamado a ser manso, no menso, y para los que me digan que habrá que enseñarlo a poner la otra mejilla, les diré llevamos 4 años, 2 escuelas y mil mejillas sin que padres ni maestros parezcan tener una acción correctiva o el mínimo interés.
Bueno, pues lo hecho hecho esta y les ruego primer por su oración, para que ni a mi hijo le afecten las agresiones, ni al niño que mi hijo insulto le quede un trauma y que en adelante el espíritu de Dios acompañe a todos lo niños agredidos para su fortaleza y a los agresores para su conversión.
No esta de mas que oren por mi, por mi conversión pues hago el mal que no quiero y el bien que quiero no hago, para empezar pido perdón a Dios y le ruego me de su gracia para poder ser ejemplo y no vergüenza de su grey amada.
Amen.