Ver el magnifico dialogo que estan teniendo mis hermanos Son y Luciwill, en el controvertido, y famoso epigrafe de la "Encuesta:10 razones", que por cierto ya va por 13, (os lo recomiendo) me ha movido ha escribir algo sobre santidad, del que espero vuestras opiniones.
Si uno cree tener todas las respuestas, un "magisterio de hombres" que le responde las que no tiene, una jerarquía de hombres a la que obedecer. ¿Que necesidad tiene de buscar? ¿Una relación personal con Cristo? eso será para los "santos". Además eso puede generar dudas, puede causar enemistades, puede ser doloroso, puede inquietar, y por otro lado ¿En que tiempo buscaremos? estamos ocupados, "defender" lo que uno cree lleva mucho tiempo, mucho sacrificio, hay que batallar, “defender la fe”, instruirse, leer, confrontar, etc, etc.
Y sin embargo Dios sigue diciendo lo mismo que antaño "Buscadme y viviréis", todo el que a mi venga no lo echare fuera, vendré y cenare con el....
En cuanto a la "santidad"... "mucho que decir y difícil de explicar".
Creo que una cosa es la santificación, la que se produce por que el Padre nos llama, nos elige, somos en ese momento, por el poder gloriosos de su preciosa sangre como "tizones arrebatados del incendio", El quita nuestras vestiduras viles, y pone ropas de gala, mitra limpia en nuestra cabeza, somos justificados por El, mediante El, sellados con El. Somos nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas. Hemos sido apartados por El y para El (apartados = santificados). ¿Y quien nos arrebatara de su mano?. El renuevo ya consumo su Obra.
Y creo que otra cosa es la Santidad.
Sin duda muchas religiones que se dicen cristianas, y aquí no solo la católica, han "jugado" con este sentimiento de frustración que genera la falta de santidad, de hecho desde los fariseos "que imponéis pesadas cargas sobre los hombros de los hombres que vosotros ni aun con un dedo sois capaces de mover". El "truco" es viejo.
Esa "búsqueda" solo lleva al autofustigamiento, al pretender buscar con nuestras obras, con mandatos, "sacramentos", bulas, catecismos algo que no esta a nuestro alcance. Es un camino a ninguna parte, estéril, valdio, y buscas subterfugios, sustitutos, por ej. la eucaristía como la entienden algunos, durante un corto periodo uno se “siente santo”, pero eso no dura, no permanece, hay que seguir, hay que volver, eso no sacia, no llena, mañana mas.
1 Por un lado el Señor nos dice que sin santidad nadie vera a Dios. Ahora la pregunta del millon ¿Lo hace para frustrarnos?, vemos que nosotros no podemos ser "santos" y sin embargo sin ella no veremos a nuestro Padre. Y yo digo ¿Que padre es ese que quiere que su hijo viva en angustia, en “tensión”, que padre le pone a su hijo una meta que sabe que no podrá alcanzar?, Pero si entendemos que Dios es amor, es evidente que la santidad es algo que, sin duda, esta a nuestro alcance "sencillamente".
2. ¿Como se resuelve el dilema? a mi juicio, porque nos empeñamos en ser santos, con nuestras obras, con lo que hacemos, con nuestra "mortificaciones", y sencillamente la santidad no esta a nuestro alcance, no es algo que hagamos nosotros, no es nuestra obra. La santidad es un fruto, del Espíritu, algo que da Dios, como respuesta a nuestra consagración.
Dios hace permanentemente una obra en nosotros cuyo fin es la salvación, El tiene en sus manos los tiempos y las sazones, somos labranza de Dios, y El terminara lo que empezó en nosotros, sin duda ninguna. El pone el querer como el hacer por su buena voluntad.
3 En nuestra mano, esta buscar de El, buscar su dirección, leer su Palabra la que nos sobreedifica, la que da testimonio de El, la que es lumbrera a nuestro camino, atender a la suave voz de su Espíritu que nos conducirá a toda Verdad y ciencia. Escucharle, obedecerle.
Eso es lo "único" que esta en nuestra mano, "Buscad mi rostro", el que os cuente otra cosa os miente.
4. La santidad es una dirección, un camino, un sentido. Es otro estado, una cosa esta parada o esta en movimiento, Así nosotros siempre en el camino, siempre en movimiento, el Enemigo nos quiere retener, quiere que paremos, pero nosotros avanzamos, seguimos, “derribados pero nunca derrotados”, con un gozo que no puede ser arrebatado, “prisioneros de esperanza” por medio de aquel que nos amo, fijo los ojos en El, oyendo su voz, siguiendo sus huellas, reconociéndolo en todos nuestros caminos, y viendo como el endereza nuestras veredas. “Gustando” cuan Bueno es El.
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.” Filip. 3.12-16
Eso es lo que El sigue diciendo: “Buscadme y viviréis”
“Bueno es alabarte, oh Jehová,
Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
Anunciar por la mañana tu misericordia,
Y tu fidelidad cada noche,
En el decacordio y en el salterio,
En tono suave con el arpa.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;
En las obras de tus manos me gozo.”
Salmo 92.1-4
Que El Señor os guarde, y su Santo Espíritu os lleva a todo conocimiento y Verdad, en el nombre de Jesús.
Si uno cree tener todas las respuestas, un "magisterio de hombres" que le responde las que no tiene, una jerarquía de hombres a la que obedecer. ¿Que necesidad tiene de buscar? ¿Una relación personal con Cristo? eso será para los "santos". Además eso puede generar dudas, puede causar enemistades, puede ser doloroso, puede inquietar, y por otro lado ¿En que tiempo buscaremos? estamos ocupados, "defender" lo que uno cree lleva mucho tiempo, mucho sacrificio, hay que batallar, “defender la fe”, instruirse, leer, confrontar, etc, etc.
Y sin embargo Dios sigue diciendo lo mismo que antaño "Buscadme y viviréis", todo el que a mi venga no lo echare fuera, vendré y cenare con el....
En cuanto a la "santidad"... "mucho que decir y difícil de explicar".
Creo que una cosa es la santificación, la que se produce por que el Padre nos llama, nos elige, somos en ese momento, por el poder gloriosos de su preciosa sangre como "tizones arrebatados del incendio", El quita nuestras vestiduras viles, y pone ropas de gala, mitra limpia en nuestra cabeza, somos justificados por El, mediante El, sellados con El. Somos nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas. Hemos sido apartados por El y para El (apartados = santificados). ¿Y quien nos arrebatara de su mano?. El renuevo ya consumo su Obra.
Y creo que otra cosa es la Santidad.
Sin duda muchas religiones que se dicen cristianas, y aquí no solo la católica, han "jugado" con este sentimiento de frustración que genera la falta de santidad, de hecho desde los fariseos "que imponéis pesadas cargas sobre los hombros de los hombres que vosotros ni aun con un dedo sois capaces de mover". El "truco" es viejo.
Esa "búsqueda" solo lleva al autofustigamiento, al pretender buscar con nuestras obras, con mandatos, "sacramentos", bulas, catecismos algo que no esta a nuestro alcance. Es un camino a ninguna parte, estéril, valdio, y buscas subterfugios, sustitutos, por ej. la eucaristía como la entienden algunos, durante un corto periodo uno se “siente santo”, pero eso no dura, no permanece, hay que seguir, hay que volver, eso no sacia, no llena, mañana mas.
1 Por un lado el Señor nos dice que sin santidad nadie vera a Dios. Ahora la pregunta del millon ¿Lo hace para frustrarnos?, vemos que nosotros no podemos ser "santos" y sin embargo sin ella no veremos a nuestro Padre. Y yo digo ¿Que padre es ese que quiere que su hijo viva en angustia, en “tensión”, que padre le pone a su hijo una meta que sabe que no podrá alcanzar?, Pero si entendemos que Dios es amor, es evidente que la santidad es algo que, sin duda, esta a nuestro alcance "sencillamente".
2. ¿Como se resuelve el dilema? a mi juicio, porque nos empeñamos en ser santos, con nuestras obras, con lo que hacemos, con nuestra "mortificaciones", y sencillamente la santidad no esta a nuestro alcance, no es algo que hagamos nosotros, no es nuestra obra. La santidad es un fruto, del Espíritu, algo que da Dios, como respuesta a nuestra consagración.
Dios hace permanentemente una obra en nosotros cuyo fin es la salvación, El tiene en sus manos los tiempos y las sazones, somos labranza de Dios, y El terminara lo que empezó en nosotros, sin duda ninguna. El pone el querer como el hacer por su buena voluntad.
3 En nuestra mano, esta buscar de El, buscar su dirección, leer su Palabra la que nos sobreedifica, la que da testimonio de El, la que es lumbrera a nuestro camino, atender a la suave voz de su Espíritu que nos conducirá a toda Verdad y ciencia. Escucharle, obedecerle.
Eso es lo "único" que esta en nuestra mano, "Buscad mi rostro", el que os cuente otra cosa os miente.
4. La santidad es una dirección, un camino, un sentido. Es otro estado, una cosa esta parada o esta en movimiento, Así nosotros siempre en el camino, siempre en movimiento, el Enemigo nos quiere retener, quiere que paremos, pero nosotros avanzamos, seguimos, “derribados pero nunca derrotados”, con un gozo que no puede ser arrebatado, “prisioneros de esperanza” por medio de aquel que nos amo, fijo los ojos en El, oyendo su voz, siguiendo sus huellas, reconociéndolo en todos nuestros caminos, y viendo como el endereza nuestras veredas. “Gustando” cuan Bueno es El.
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.” Filip. 3.12-16
Eso es lo que El sigue diciendo: “Buscadme y viviréis”
“Bueno es alabarte, oh Jehová,
Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
Anunciar por la mañana tu misericordia,
Y tu fidelidad cada noche,
En el decacordio y en el salterio,
En tono suave con el arpa.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;
En las obras de tus manos me gozo.”
Salmo 92.1-4
Que El Señor os guarde, y su Santo Espíritu os lleva a todo conocimiento y Verdad, en el nombre de Jesús.