La santidad, algo muy confundido por muchos, quienes suponen que es "guardar una apariencia exterior de modo que los pecadores vean que somos de Dios" pero eso es un concepto erronio de la santidad. Aunque no tengo nada en contra de los que quieren practicar cierta apariencia como parte de su manifestación como creyentes, sin embargo, eso nada tiene que ver con santidad.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
ffice
ffice" /><o
></o
>
<o
></o
>
En palabras muy simples, santidad es una actitud de entrega y dedicación a Dios en la obediencia de su palabra que abarca todo nuestro ser y no solamente nuestra apariencia esxterior, repito, de lo que nada tiene que ver. El apóstol Pablo lo deja ver muy claro en su primera carta a los tesalonicenses, 1ra, 5:23, "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irrepensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo."<o
></o
>
<o
></o
>
Entonces, ¿Cómo vamos a exteriorizar nuestro nuevo nacimiento al mundo? ¡Muy buena pregunta! Tus actitudes y acciones son las mejores evidencias del cambio ocurrido en tu vida ante los familiares y amigos que te conocieron como un pecador. Verán tus acciones par con los demás, distinto a lo que hacias antes, orirán tus palabras, distintas a las de antes, y observarán tu proceder ante las circunstancias de la vida, muy distino a lo de antes, y sabrán que ha ocurrido en tí un cambio radical. Tus palabras, tus acciones y tu proceder son las que evidencian tu nacimiento en Dios y no tu forma de vestir no importa cual esta sea. Jesús dijo: "No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos." (Mt, 7:21)<o
></o
>
<o
></o
>
Por supuesto que el pudor y el recato al vestir debe ser siempre parte de una persona que reclama ser hijo de Dios, no hay duda, pero hay personas pecadoras, inclusive, espiritistas, ladrones, adulteros y tramposos, por mencionar solo algunos, que por el vertir de ellos, muchos los declararían como: "santos de Dios" y sin embargo, son instrumentos de satanas, así que, la apariencia exterior no es una forma correcta para discernir quien sierve a Dios y quien no. Es muchísimo mas que eso. (Ver, Mt, 7: 13-20: Lucas, 6:43-45) Otra vez, nada tiene que ver con la apariencia exterior del creyente.<o
></o
>
<o
></o
>
Entonces, tiene que haber una forma precisa de discernir quien sierve a Dios y quien no, aún cuando las personas figuran en la lista de menbresía de una iglesia. Es decir, figurar en la lista de membresía de una iglesia, inclusive, ostentar una posición de liderazgo en la mismo, ni aún ser el pastor de una congregación es evidencia de salvación o garantía de la entrada franca al reino de Dios. Se requiere: "hacer la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos" y esto, después de haber sido lavado en la sangre de Cristo. De hecho, para empezar, al nacer de nuevo es la única manera de poder hacer la voluntad de Dios, y que no todos los nacidos de nuevo hacen la voluntad del Padre, ha sido evidenciado hasta la saciedad.<o
></o
>
<o
></o
>
Jesús, nos advirtió sobre la forma en que podemos distinguir a un verdadero cristiano de uno falso. Jesús, en respuesta a un hipócrita que quería justificarse a sí mismo, dijo:<o
></o
>
<o
></o
>
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mt, 22: 36-39)<o
></o
>
<o
></o
>
¿Por qué Jesús dijo que esos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Porque observandolos con fidelidad, no dejara fuera ningun mandamiento de Dios, cumplirías todos los preceptos de la ley de Dios y honrrarás todas las palabras que Dios nos entregó a través de sus santos prodfetas. Por ejemplo, si amas a Dios, con todo tu corazán, con toda tu alma y con toda tu mente, Cuidarás de no faltarle, no permitirías que otros tuerzan las escrituras en presencia tuya para acomodarla a sus mezquinos intereces y no consentirías bajo ninguna circunstancias con lider o cristiano que traiga descrédito y deshonrra a Dios y su palabra por medio de su liderato o en el desempeño de sus funciones. Serías celoso-a de la integridad de la palabra de Dios y de la pureza de las cosas de Dios. No consentirías con el déspota, tirano o falso, estando bajo su liderazgo o "enseñanzas." Jesús, hablando de los líderes de su tiempo, dijo al pueblo: "En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardáis, guaqrdadlo y hecedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen y no hacen." (Mt, 23:2,3)<o
></o
>
<o
></o
>
¡Que relevante esas palabras para nuestro tiempo, en muchos lugares de enseñanza! De m,anera que, el que ama a Dios, como el dice, Obedece y respeta la autoridad sobre el, pero su devoción y obediencia es para Dios. Aunque allí hablaba a una Nación, no a una congregación pero el principio sigue siendo el mismo.<o
></o
>
<o
></o
>
De la misma manera, el que ama a su prójimo como a sí mismo, no necesita si quiera, saber los mandamientos con respecto a nuestros semejantes, porque siendo así, jamás haría a su prójimo un mal, y diría palabra, o le fallaría en ninguna manera que no haría consigo mismo.<o
></o
>
<o
></o
>
Esa es la forma básica de perfeccionar la santidad de Dios en nuestras vidas, en el temor del Señor. Concluyo con las palabras de Pablo a los corintios, 2 Co, 7:1. "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor." <o
></o
>
<o
></o
>
¿A qué se estaba refiriendo Pablo? El contexto de estas palabras del apóstol son una metáfora de nuestra realidad en Dios, somos su templo, el habita en nosotros, se expresa a través de nuestros miembros físicos y nuestras facultades, es él nuestra vida espiritual, y en fin, se manifiesta al mundo y les deja ver su amor, su justicia, su verdad, sus propósitos y sus intenciones como Dios, atra vez de su pueblo, nosotros. Somos, las manos, los pies, el corazón y el cuerpo de Cristo en la tierra. Al expresar esas palabras, el apóstol señala la promesa de Dios ser nuestro Dios, haciendonos a nosotros sus hijos, si nos apartamos de toda contaminación de espíritu y de carne, como lo es por ejemplo: La fornicación, la injusticia, la idolatría, el satanismo, etc. (2 Co, 6:14-18)<o
></o
>
<o
></o
>
¿Que necesitamos para apartarnos de todo contaminación, santificándoos para Dios? ¡Tener temor de Dios! No miedo de Dios, sino respeto, veneración, admiración e inclinación a Dios. Esto, después de haber nacido de nuevo. (Juan, 3:3-19)<o
></o
>
<o
></o
>
El salmista, en una de sus más dificiles experiencias, orando a Dios, dijo: Bueno, favor de leer el salmo 51 (fíjate en los versos, 9-17).<o
></o
>
<o
></o
>
Por supuesto que, este asunto de "perfeccionar la santidad en el temor del Señor" tiene muchísimo más de lo que podemos hablar, definiciones, conceptos, enseñanzas, etc, pero no quiero ser exesivamente extenso. Creo que le punto ha sido expuesto con bastante claridad. No obstante, sirvase en añadirle o en exponer sus comentarios.<o
></o
>
<o
></o
>
Paz.<o
></o
>





<o


En palabras muy simples, santidad es una actitud de entrega y dedicación a Dios en la obediencia de su palabra que abarca todo nuestro ser y no solamente nuestra apariencia esxterior, repito, de lo que nada tiene que ver. El apóstol Pablo lo deja ver muy claro en su primera carta a los tesalonicenses, 1ra, 5:23, "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irrepensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo."<o


<o


Entonces, ¿Cómo vamos a exteriorizar nuestro nuevo nacimiento al mundo? ¡Muy buena pregunta! Tus actitudes y acciones son las mejores evidencias del cambio ocurrido en tu vida ante los familiares y amigos que te conocieron como un pecador. Verán tus acciones par con los demás, distinto a lo que hacias antes, orirán tus palabras, distintas a las de antes, y observarán tu proceder ante las circunstancias de la vida, muy distino a lo de antes, y sabrán que ha ocurrido en tí un cambio radical. Tus palabras, tus acciones y tu proceder son las que evidencian tu nacimiento en Dios y no tu forma de vestir no importa cual esta sea. Jesús dijo: "No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos." (Mt, 7:21)<o


<o


Por supuesto que el pudor y el recato al vestir debe ser siempre parte de una persona que reclama ser hijo de Dios, no hay duda, pero hay personas pecadoras, inclusive, espiritistas, ladrones, adulteros y tramposos, por mencionar solo algunos, que por el vertir de ellos, muchos los declararían como: "santos de Dios" y sin embargo, son instrumentos de satanas, así que, la apariencia exterior no es una forma correcta para discernir quien sierve a Dios y quien no. Es muchísimo mas que eso. (Ver, Mt, 7: 13-20: Lucas, 6:43-45) Otra vez, nada tiene que ver con la apariencia exterior del creyente.<o


<o


Entonces, tiene que haber una forma precisa de discernir quien sierve a Dios y quien no, aún cuando las personas figuran en la lista de menbresía de una iglesia. Es decir, figurar en la lista de membresía de una iglesia, inclusive, ostentar una posición de liderazgo en la mismo, ni aún ser el pastor de una congregación es evidencia de salvación o garantía de la entrada franca al reino de Dios. Se requiere: "hacer la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos" y esto, después de haber sido lavado en la sangre de Cristo. De hecho, para empezar, al nacer de nuevo es la única manera de poder hacer la voluntad de Dios, y que no todos los nacidos de nuevo hacen la voluntad del Padre, ha sido evidenciado hasta la saciedad.<o


<o


Jesús, nos advirtió sobre la forma en que podemos distinguir a un verdadero cristiano de uno falso. Jesús, en respuesta a un hipócrita que quería justificarse a sí mismo, dijo:<o


<o


"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mt, 22: 36-39)<o


<o


¿Por qué Jesús dijo que esos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Porque observandolos con fidelidad, no dejara fuera ningun mandamiento de Dios, cumplirías todos los preceptos de la ley de Dios y honrrarás todas las palabras que Dios nos entregó a través de sus santos prodfetas. Por ejemplo, si amas a Dios, con todo tu corazán, con toda tu alma y con toda tu mente, Cuidarás de no faltarle, no permitirías que otros tuerzan las escrituras en presencia tuya para acomodarla a sus mezquinos intereces y no consentirías bajo ninguna circunstancias con lider o cristiano que traiga descrédito y deshonrra a Dios y su palabra por medio de su liderato o en el desempeño de sus funciones. Serías celoso-a de la integridad de la palabra de Dios y de la pureza de las cosas de Dios. No consentirías con el déspota, tirano o falso, estando bajo su liderazgo o "enseñanzas." Jesús, hablando de los líderes de su tiempo, dijo al pueblo: "En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardáis, guaqrdadlo y hecedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen y no hacen." (Mt, 23:2,3)<o


<o


¡Que relevante esas palabras para nuestro tiempo, en muchos lugares de enseñanza! De m,anera que, el que ama a Dios, como el dice, Obedece y respeta la autoridad sobre el, pero su devoción y obediencia es para Dios. Aunque allí hablaba a una Nación, no a una congregación pero el principio sigue siendo el mismo.<o


<o


De la misma manera, el que ama a su prójimo como a sí mismo, no necesita si quiera, saber los mandamientos con respecto a nuestros semejantes, porque siendo así, jamás haría a su prójimo un mal, y diría palabra, o le fallaría en ninguna manera que no haría consigo mismo.<o


<o


Esa es la forma básica de perfeccionar la santidad de Dios en nuestras vidas, en el temor del Señor. Concluyo con las palabras de Pablo a los corintios, 2 Co, 7:1. "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor." <o


<o


¿A qué se estaba refiriendo Pablo? El contexto de estas palabras del apóstol son una metáfora de nuestra realidad en Dios, somos su templo, el habita en nosotros, se expresa a través de nuestros miembros físicos y nuestras facultades, es él nuestra vida espiritual, y en fin, se manifiesta al mundo y les deja ver su amor, su justicia, su verdad, sus propósitos y sus intenciones como Dios, atra vez de su pueblo, nosotros. Somos, las manos, los pies, el corazón y el cuerpo de Cristo en la tierra. Al expresar esas palabras, el apóstol señala la promesa de Dios ser nuestro Dios, haciendonos a nosotros sus hijos, si nos apartamos de toda contaminación de espíritu y de carne, como lo es por ejemplo: La fornicación, la injusticia, la idolatría, el satanismo, etc. (2 Co, 6:14-18)<o


<o


¿Que necesitamos para apartarnos de todo contaminación, santificándoos para Dios? ¡Tener temor de Dios! No miedo de Dios, sino respeto, veneración, admiración e inclinación a Dios. Esto, después de haber nacido de nuevo. (Juan, 3:3-19)<o


<o


El salmista, en una de sus más dificiles experiencias, orando a Dios, dijo: Bueno, favor de leer el salmo 51 (fíjate en los versos, 9-17).<o


<o


Por supuesto que, este asunto de "perfeccionar la santidad en el temor del Señor" tiene muchísimo más de lo que podemos hablar, definiciones, conceptos, enseñanzas, etc, pero no quiero ser exesivamente extenso. Creo que le punto ha sido expuesto con bastante claridad. No obstante, sirvase en añadirle o en exponer sus comentarios.<o


<o


Paz.<o








