Recuerdo la locura que era con mis tres niñas, pequeñas, organizarme desde la madrugada del día lunes para tener todo en orden.
Los fines de semana no eran de descanso, tal vez, eran tareas sin horarios, pero recuerdo, que a veces terminaba de acomodarlas en el auto, con una mano manejando con la otra limpiando narices, etc.
Hoy ruego a Dios y bendigo a esas mamás que trabajan, que cuidan a sus hijos, que administran sus hogares, que luchan con la ayuda de Dios. y su gran amor por ellas.
Los fines de semana no eran de descanso, tal vez, eran tareas sin horarios, pero recuerdo, que a veces terminaba de acomodarlas en el auto, con una mano manejando con la otra limpiando narices, etc.
Hoy ruego a Dios y bendigo a esas mamás que trabajan, que cuidan a sus hijos, que administran sus hogares, que luchan con la ayuda de Dios. y su gran amor por ellas.