DOLOROSA REALIDAD!!!!!!!!
DOLOROSA REALIDAD!!!!!!!!
El Sectarismo Actual
La separación entre los grupos cristianos no es nada nueva, el problema que hoy vive la iglesia cristiana, se vivió en los tiempos del cristianismo primitivo. De ahí el primer sermón escrito de Pablo a la Iglesia griega de Corinto, Capitulo 1:10-17. Existía una profunda fisura espiritual entre los miembros de la misma congregación, habían creado sus propios partidos dentro de la iglesia y sus líderes eran los más famosos predicadores de la época: Pablo, Pedro, Apolos y Cristo.
Es natural admirar a alguien que haya sobresalido en la vida cristiana, no veo nada malo en ello, pero los corintios habían trascendido las fronteras de la admiración y se habían desligado los unos de los otros.
Pablo dijo a la iglesia:
· “Os ruego hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
· De manera que yo, hermanos no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
· Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? (1 Corintios 1:10 y 3:1,4)
El día de hoy nadie de la iglesia dice pertenecer a alguna otra persona que no sea Cristo, y que bueno está, ¿no cree Ud.?, ¿pero que de la separación denominacional que existe entre los cristianos modernos?.
Hoy más que nunca, la iglesia del Señor debería de olvidarse de las barreras denominacionales inventadas por los hombres, y unirse en un solo y verdadero sentir espiritual. Y aunque esto pertenece a otra parte en la redacción de este documento; pienso que la idea de ser trasladados al cielo, en un abrir y cerrar de ojos en el evento conocido como el rapto de la iglesia, debería de estar descartada en la mente de la iglesia del siglo XX y XXI.
¿Por qué?, Pregunta Ud. Y yo le respondo con otra pregunta, ¿cree Ud. que esa mentalidad separacionista es la mentalidad, y el sentir que Cristo desea que su Iglesia tenga?.
Mas bien diremos, para que se dé un evento de tal naturaleza como el arrebatamiento de la Iglesia, y ella tenga el privilegio de ser levantada de esta tierra, primero, deberá llenar ciertos requisitos, uno de ellos es la unidad en amor.
Sabemos que no podemos pedir perfección al 100%, pero sabemos que lo que Dios pide de nosotros no es algo inalcanzable; pues:
· “el mismo constituyó a unos, apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros, pastores y maestros,
· a fin de perfeccionar a los santos...
· hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios”. (Efesios4: 11-13)
La unidad de la fe implica también una verdadera unidad interdenominacional, en donde el factor “la sangre de Cristo” es el vínculo poderoso e indisoluble de esa unidad. Inexistente en un alto porcentaje dentro del cuerpo ministerial en estos días.
Dios me ha dado el privilegio de participar en la formación de varias confraternidades interdenominacionales en los EUA, personalmente veo en estos movimientos el accionar de la mano del Señor por medio del Espíritu Santo preparando grandes avivamientos en lo porvenir.
Estas confraternidades interdenominacionales son el eje de un futuro despertar espiritual en regiones tan muertas como los EUA y Europa. Pero he observado también en estos movimientos a pastores envanecidos y apáticos, engreídos y con aires de superioridad intelecto espiritual que se apartan del mover del Espíritu, encerrándose en la construcción de pequeños feudos espíritu-denominacionales.
Ahora le pregunto ¿es o no denominacionalista la Iglesia actual?, la respuesta obviamente si usted es un cristiano sincero será un, sí. Pero sigo preguntándole; ¿con todo ese amor denominacional, ¿cree que la Iglesia está lista para ser inmortalizada y trasladada al cielo?, Pablo llamó a esa clase de partidismo, “carnalidad” lo contrario a espiritualidad, “niñez” lo contrario a madurez. Según enseñan los lideres de las denominaciones, solo los maduros serán trasladados al cielo al toque de la final trompeta, ¿Pero cuales maduros?. Aún los líderes denominacionales que están en las altas esferas administrativas, son culpables que pastores, evangelistas, y maestros que están bajo sus coberturas, diseminen el sectarismo a las congregaciones desde los púlpitos cristianos.
Uno de los problemas que han sido de mucho tropiezo para el desarrollo ministerio evangelístico en EUA es el denominacionalismo diabólico actual.
Como líder he tratado de introducir con un pastor a otro predicador (sea pastor o evangelista) para ver si es posible que estos siervos ejerzan el ministerio de la palabra.
Pero algunos de estos “niños espirituales me han preguntado”; ¿Y ese predicador que me recomienda es de nuestra asamblea?, y cuando les digo que no, la respuesta es algo así; “Fíjese hermano que en estos días estamos con la agenda llena, y lamentablemente no podemos tener a nadie mas en nuestro programa”.
Podría ser cierto que tenga agenda llena, pero ¿qué si hubiera sido de su asamblea?. Quizá la cosa fuera diferente. Y qué si es ¿qué no hay tal agenda llena?, entonces ese pastor prefirió añadir pecado sobre pecado, porque al desechar a un ministro del Señor cometió un pecado, y al mentir para justificar el rechazo pecó por segunda vez, todo esto por el farisaico celo denominacional. ¡Pero vaya y pregúnteles si se van el rapto de la Iglesia!. Casi le responderán: ¡Claro hermano con todo y zapatos!.
Una de las cosas más difíciles de absorber para la Iglesia, y que está en la mente de Dios, es que las aflicciones perfeccionan al hijo de Dios, (al cristiano). Ese fue el método que El Padre usó con su unigénito.
· “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quién todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. (Hebreos 2:10)
Si El Padre usa ese método con Jesús el Cristo, ¿por qué ese método no debe de usarse con la iglesia moderna?, ¿qué privilegio tiene la iglesia del siglo XX? para querer ser tratados de una forma diferente, a lo que fue tratado el Señor Jesús mismo y la iglesia primitiva o la medieval.
Antes que nada acontezca, Dios sacudirá fuertemente los cimientos mal fundados de la Iglesia de este siglo, para eliminar todo vestigio de sectarismo ¡antes de inmortalizarla!.
La Biblia dice:
· “sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.” (1 Pedro 5:9)
Padecer es sinónimo de sufrir, es decir, que el sufrimiento de Cristo “está presente en su cuerpo espiritual en toda época”, como lo estuvo en él hasta el último día de su existencia terrena. De ahí que la Iglesia apostólica sufriera, como también la Iglesia de la edad media, y me pregunto yo al mismo tiempo que transfiero esta pregunta a Ud. ¿ y qué de la Iglesia moderna carnal y acomodada?, ¿somos mejores nosotros que los cristianos del pasado?, si Ud. es honesto me responderá con honestidad y me dirá: no hermano, no somos mejores.
¡Iglesia del Señor prepárate para padecer sufrimientos y ser perfeccionada!. Algunos me dirán; No, no, no, usted está equivocado, mi pastor dice que la iglesia es la niña del ojo del Señor y que no vamos a sufrir nada, sino que nos vamos con el Señor en el rapto sin padecer ningún sufrimiento.
Los primeros discípulos tuvieron también su momento parecido a este, ellos querían puestos en el gobierno de Jesús, realmente ellos no sabían lo que pedían, querían las cosas así de fáciles e hicieron una petición poco usual:
· “Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
· Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís, ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado?
· Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que bebo, beberéis, y con el bautismo con que soy bautizado, seréis bautizados”. (Marcos 10: 37-39)
Para entender que quiso decir el Señor veamos que dice la Biblia:
· “De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!”.(Lucas 12: 50)
Si esto era solo el acto de un bautismo simbólico, ¿por qué Jesús se angustiaba tanto?. Veamos otra cosa, ¿acaso Jesús no había sido ya bautizado?, por supuesto que si, ¿entonces hablaba de un segundo bautismo?, ¡No!, pero en cierta manera sí, pues él hablaba de la tortura dolorosa que le haría sufrir profundamente, y de la crucifixión que lo conduciría a la sala de la muerte. Esa era la añoranza de los enemigos del Señor, quienes por años le persiguieron sin resultados a favor, pero que después de todo, esa persecución que pareció ser infructuosa, ahora daba los frutos que ellos esperaban desde años atrás, la muerte de Jesús el carpintero.
¿Cuál era el vaso del Señor?. Él les prometió también, que beberían del mismo vaso, después de todo, ellos le dijeron “que si podían” beber del vaso del Señor, cuando los discípulos contestaron a Jesús “podemos”, ellos tampoco sabían lo que decían.
Veamos lo que dice la Biblia acerca del significado real del vaso que Jesús tenía que probar, él dijo:
· “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tu”. (Mateo 26:39)
Los doce eran la Iglesia naciente, Jesús le dijo a la Iglesia (de doce) que iba a beber de la copa del sufrimiento, e iba a ser sumergida en el bautismo de muerte. Podríamos espiritualizar estos versículos como es la tendencia general de la Iglesia, pero Jesús hablaba de sufrimiento y muerte literal. Si no vea como murieron sus doce primeros discípulos, y como su Iglesia fue literalmente perseguida por el mundo y martirizada todo el tiempo de la misma manera que lo fue el Señor, la Biblia dice:
· “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;
· Si sufrimos, también reinaremos con él”... (2 Timoteo 2:11,12)
Si usted quiere puede espiritualizar todo el texto bíblico, pero caerá en el error que muchas sectas pseudo cristianas que no mencionaré han caído.
Claro nos vamos con el Señor dijo alguien, y creo que es 100% bíblico. Pero primero tenemos que ser transformados y perfeccionados, a la imagen y mentalidad de Cristo Jesús. Dios no inmortalizará una masa de cristianos súper sabios y contenciosos, para que vivan enorgullecidos por la fuerza de su denominación y el peso de sus “infalibles” doctrinas discutiendo eternamente en la presencia de Dios. Y conviertan el cielo en un infierno literal.
Viene todavía algo para la Iglesia, ese algo será la causa de una unidad sin paralelos en la historia de la Iglesia, la prueba que se avecina traerá un avivamiento como nunca antes se dió. ¿Está Ud. preparado para ser probado y aprobado?.
Ser cristiano, mi amado hermano, implica negación total y absoluta, Jesús dice:
· “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” (Lucas 9:23)
Note que cuando Jesús pidió a todo aquel que quisiera ser su discípulo, que se negara y tomara su cruz cada día, Jesús aparentemente no había tomado la de él (aunque, desde el primer día de su vida en esta tierra ya la había tomado). Porque, solo el hecho de haber abandonado su naturaleza divina y haberse convertido en un hombre, era ya en si una terrible humillación y un doloroso sufrimiento.
Él menciona la cruz, como el precio del discipulado, por que él sabia por donde tenía que pasar. Atravesar el valle de la persecución, la tortura y la muerte para poder hacernos resucitar con el en gloria, la Biblia dice:
· “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. (Colosenses 3:4)
La palabra: “se manifieste” viene de la raíz griega Phaneroo significa hacerse visible, salir a luz después de haber estado escondido a los ojos, nadie se puede mostrar y hacerse visible en secreto y a escondidas a la vez, sino Ud. analice y juzgue. Así que el tomar la cruz cada día significa negación a hacer lo que más nos agrada. Negación, a tener comodidades, a vivir bien por supuesto, lo que todo ser humano desea en esta en esta vida terrena.
Actualmente talvez no nos estemos negando en todo, pero debemos de tener en cuenta que todo lo que hemos logrado tener para vivir en esta vida, lo tenemos porque Dios nos lo ha permitido que así sea. No existe pues, ninguna razón para que el verdadero cristiano sienta orgullo por el bienestar material, ni del pastor por tener una congregación grande, ni del evangelista por ministrar a miles. Y debemos tener en cuenta también que desde que recibimos a Jesús como nuestro salvador, decidimos seguir el camino de la cruz que va directo al calvario. La cruz es símbolo de oprobio y sufrimiento, el calvario es un símbolo de muerte, eso es lo que Jesús nos legó en este mundo, para después alcanzar la vida eterna.
El libro de los Romanos (capitulo 8), nos habla de esto, y convierte en simbólica nuestra muerte en Cristo:
· “Pero si Cristo esta en vosotros, el cuerpo en verdad esta muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia”. (Romanos 8:10)
· ”Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucito de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una nueva vida.
· Y si morimos con Cristo creemos que también viviremos con él”: (Romanos 6:4,8)
Esto es negación, y negación es transformación. El simbolismo de esto, no nos exime de una aplicación literal a nuestra vida (del verso 8), tocante a morir con Cristo, o de la manera que Cristo murió.
Quiero decirle si no hemos sido transformados en todas las áreas de nuestra vida, Dios usará su viejo método a fin de que podamos ser tenidos por dignos de participar en su reino. Vendrán momentos para la Iglesia en que no desearemos, tener el carro del año, la casa de nuestros sueños, o la ropa de las marcas más famosas a las que hoy tanto nos apegamos. En esos momentos nos olvidaremos de todas esas superficialidades, y lo más importante para todos será agradar a Dios, salvar el alma y tratar de salvar el cuerpo.
Le aseguro, que la prueba que se avecina botará la pared denominacional que hoy nos separa, y el único vínculo será la sangre de Cristo. Cuando ese momento llegue mi hermano, toda la iglesia estará lista parar ser inmortalizada en gloria. (1Tesalonicenses 4:17), (Apocalipsis 20:1-5)
