PARTIENDO EL PAN EN LAS CASAS
Hechos 2:46: Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan EN LAS CASAS, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
LA MANERA DEL CRISTIANISMO DE HOY EN DIA
La manera ordenada de Dios duró un período de tiempo muy corto. Inmediatamente después de la partida de todos los apóstoles, esta manera empezó a menguar y por el segundo siglo, según mi conocimiento de la historia de la iglesia, fue totalmente abandonada. La iglesia en el segundo siglo tomó la forma congregacional conforme a la forma mundana. Como resultado necesitaron los oradores grandes, los ministros grandes, los predicadores grandes y los evangelistas grandes. Formaron monasterios, los seminarios antiguos, para entrenar a la gente. Hoy día la existencia del cristianismo depende de los seminarios. Sin los seminarios, ¿de dónde podrían obtener los predicadores? No habría lugar para que la gente se entrenara a predicar o a enseñar. Luego todos estos predicadores y maestros entrenados y enseñados llegaron a ser el clero. Luego por medio del clero, la jerarquía se ha edificado. Esto es el cristianismo organizado de hoy, y esta es la manera de organización del cristianismo de hoy. Todos odiamos la jerarquía y rechazamos el sistema del clero y laicado. Pero inconscientemente, aun hoy día, hasta cierto punto el clero entra furtivamente entre nosotros.
Temo que aun mientras hemos estado hablando de reunirnos en los hogares no tengamos una reunión en cada casa sino de una manera selecta. Algunos ya pudieran haber dicho: “No tenemos oradores grandes, ¿verdad?” Hoy día la manera del cristianismo de adorar a Dios es tener un local grande con un gran número de personas que se reúnen con un orador grande. Ellos no ven cómo se necesitan las reuniones en casa. Esta forma inventada por Dios fue perdida completamente por el cristianismo.
Hace tres siglos que Zinzendorf empezó a practicar la vida de la iglesia. Fue bastante buena en cierto sentido. Pero Zinzendorf no dijo nada acerca de las reuniones en casa. Luego, un siglo después de Zinzendorf, los Hermanos fueron levantados en Inglaterra. Prestaron mucha atención a la manera de reunirse. Ellos escribieron libros sobre esto. Cuando yo era joven estuve con ellos por siete años y medio. Nunca oí el término “reunión en casa”. Cada semana asistía a cinco reuniones entre ellos. Todo el tiempo iba a esa única sala de reunión. Ellos sólo se reunían en esa única sala de reunión. Nunca se reunieron en la casa de ningún otro. El Señor en estos días nos ha mostrado la deficiencia, la pérdida y el daño que hemos estado sufriendo al omitir las reuniones en casa. Los oradores grandes con congregaciones grandes sólo podrían traer la gente. No hay manera de que las congregaciones grandes edifiquen a los santos.
EDIFICANDO LA IGLESIA POR MEDIO DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS
En los días primitivos de la vida de la iglesia, cuando los apóstoles fueron levantados por el Señor, edificaron la iglesia de esta manera. Fue muy rápido. La iglesia en Jerusalén fue edificada. Hechos 9:31 dice: “Así la iglesia tenía paz a través de toda Judea y Galilea y Samaria, siendo edificada”. Dentro de poco tiempo todas fueron edificadas. ¿Podríamos decir que todas las iglesias se han edificado? No se puede decir que hemos sido edificados porque nunca hemos empleado la manera que edifica. ¿Cuál es la manera que edifica? ¡Los grupos pequeños! ¡Las reuniones en casa!
Los oradores grandes son útiles. Pedro era útil. Pedro habló a las congregaciones grandes y su hablar trajo miles de personas. Pero eso fue sólo un lado. Había otro lado. Se reunían en sus hogares, en sus casas, de casa en casa. No había tiempo para que entrenaran a predicadores. No había tiempo para que aprendieran la verdad. Ellos habían oído sólo un mensaje y ese mensaje fue su Nuevo Testamento. En el día de Pentecostés su Nuevo Testamento fue muy corto, sólo un mensaje dado por Pedro en Hechos 2. Pero todo el mundo lo oyó, todo el mundo lo aprendió y todo el mundo lo habló. En el día en que Pedro habló el mensaje todos se bautizaron. Creo que luego esa noche regresaron a casa y empezaron a reunirse, repitiendo lo que habían oído de Pedro. Yo creo que esto demuestra que todo el mundo puede enseñar y que todo el mundo puede predicar.
Si ustedes abren sus casas para las reuniones, sentirán que hay que tratar con algunas cosas allí. Sin embargo, si no abren sus casas, dejarán esas cosas allí, tal vez por tres años. Irían a las congregaciones grandes sin conciencia alguna acerca de esas cosas negras y oscuras. Si abrieran sus casas, considerarían antes de perder la paciencia con su esposa. Ustedes pensarían que después de una media hora todos los santos llegarían para reunirse. Esto es sólo algo por el lado negativo, pero hay muchos beneficios, muchas bendiciones, por el lado positivo. Cuando los santos entran en su casa todos entran con Dios; todos entran con Cristo; todos entran con mucha oración para bendecir la casa de ustedes. Uno entrará y dirá: “Señor, bendice este hogar”. Y otro dirá: “Bendice a esta familia. Señor, recuerda a todos”. El Señor responderá a las oraciones, y habrá mucha bendición para ustedes. Puede que ustedes digan que son muy débiles, pero si abren su casa, muchos entrarán que no son tan débiles. Tal vez ustedes sean pobres, pero los que vienen son ricos. La reunión en casa les rescatará, les fortalecerá y les enriquecerá a ustedes.
Witness Lee
¡Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden – Jesus är Herre
Literatura disponible en:
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LA MANERA DEL CRISTIANISMO DE HOY EN DIA
La manera ordenada de Dios duró un período de tiempo muy corto. Inmediatamente después de la partida de todos los apóstoles, esta manera empezó a menguar y por el segundo siglo, según mi conocimiento de la historia de la iglesia, fue totalmente abandonada. La iglesia en el segundo siglo tomó la forma congregacional conforme a la forma mundana. Como resultado necesitaron los oradores grandes, los ministros grandes, los predicadores grandes y los evangelistas grandes. Formaron monasterios, los seminarios antiguos, para entrenar a la gente. Hoy día la existencia del cristianismo depende de los seminarios. Sin los seminarios, ¿de dónde podrían obtener los predicadores? No habría lugar para que la gente se entrenara a predicar o a enseñar. Luego todos estos predicadores y maestros entrenados y enseñados llegaron a ser el clero. Luego por medio del clero, la jerarquía se ha edificado. Esto es el cristianismo organizado de hoy, y esta es la manera de organización del cristianismo de hoy. Todos odiamos la jerarquía y rechazamos el sistema del clero y laicado. Pero inconscientemente, aun hoy día, hasta cierto punto el clero entra furtivamente entre nosotros.
Temo que aun mientras hemos estado hablando de reunirnos en los hogares no tengamos una reunión en cada casa sino de una manera selecta. Algunos ya pudieran haber dicho: “No tenemos oradores grandes, ¿verdad?” Hoy día la manera del cristianismo de adorar a Dios es tener un local grande con un gran número de personas que se reúnen con un orador grande. Ellos no ven cómo se necesitan las reuniones en casa. Esta forma inventada por Dios fue perdida completamente por el cristianismo.
Hace tres siglos que Zinzendorf empezó a practicar la vida de la iglesia. Fue bastante buena en cierto sentido. Pero Zinzendorf no dijo nada acerca de las reuniones en casa. Luego, un siglo después de Zinzendorf, los Hermanos fueron levantados en Inglaterra. Prestaron mucha atención a la manera de reunirse. Ellos escribieron libros sobre esto. Cuando yo era joven estuve con ellos por siete años y medio. Nunca oí el término “reunión en casa”. Cada semana asistía a cinco reuniones entre ellos. Todo el tiempo iba a esa única sala de reunión. Ellos sólo se reunían en esa única sala de reunión. Nunca se reunieron en la casa de ningún otro. El Señor en estos días nos ha mostrado la deficiencia, la pérdida y el daño que hemos estado sufriendo al omitir las reuniones en casa. Los oradores grandes con congregaciones grandes sólo podrían traer la gente. No hay manera de que las congregaciones grandes edifiquen a los santos.
EDIFICANDO LA IGLESIA POR MEDIO DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS
En los días primitivos de la vida de la iglesia, cuando los apóstoles fueron levantados por el Señor, edificaron la iglesia de esta manera. Fue muy rápido. La iglesia en Jerusalén fue edificada. Hechos 9:31 dice: “Así la iglesia tenía paz a través de toda Judea y Galilea y Samaria, siendo edificada”. Dentro de poco tiempo todas fueron edificadas. ¿Podríamos decir que todas las iglesias se han edificado? No se puede decir que hemos sido edificados porque nunca hemos empleado la manera que edifica. ¿Cuál es la manera que edifica? ¡Los grupos pequeños! ¡Las reuniones en casa!
Los oradores grandes son útiles. Pedro era útil. Pedro habló a las congregaciones grandes y su hablar trajo miles de personas. Pero eso fue sólo un lado. Había otro lado. Se reunían en sus hogares, en sus casas, de casa en casa. No había tiempo para que entrenaran a predicadores. No había tiempo para que aprendieran la verdad. Ellos habían oído sólo un mensaje y ese mensaje fue su Nuevo Testamento. En el día de Pentecostés su Nuevo Testamento fue muy corto, sólo un mensaje dado por Pedro en Hechos 2. Pero todo el mundo lo oyó, todo el mundo lo aprendió y todo el mundo lo habló. En el día en que Pedro habló el mensaje todos se bautizaron. Creo que luego esa noche regresaron a casa y empezaron a reunirse, repitiendo lo que habían oído de Pedro. Yo creo que esto demuestra que todo el mundo puede enseñar y que todo el mundo puede predicar.
Si ustedes abren sus casas para las reuniones, sentirán que hay que tratar con algunas cosas allí. Sin embargo, si no abren sus casas, dejarán esas cosas allí, tal vez por tres años. Irían a las congregaciones grandes sin conciencia alguna acerca de esas cosas negras y oscuras. Si abrieran sus casas, considerarían antes de perder la paciencia con su esposa. Ustedes pensarían que después de una media hora todos los santos llegarían para reunirse. Esto es sólo algo por el lado negativo, pero hay muchos beneficios, muchas bendiciones, por el lado positivo. Cuando los santos entran en su casa todos entran con Dios; todos entran con Cristo; todos entran con mucha oración para bendecir la casa de ustedes. Uno entrará y dirá: “Señor, bendice este hogar”. Y otro dirá: “Bendice a esta familia. Señor, recuerda a todos”. El Señor responderá a las oraciones, y habrá mucha bendición para ustedes. Puede que ustedes digan que son muy débiles, pero si abren su casa, muchos entrarán que no son tan débiles. Tal vez ustedes sean pobres, pero los que vienen son ricos. La reunión en casa les rescatará, les fortalecerá y les enriquecerá a ustedes.
Witness Lee
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