hola a todos,he elaborado una parábola para que la leáis y comprendáis.Esta parábola NO es bíblica sino que esta hecha por mí.
El motivo es que parece que muchos de vosotros prestais más atención si se os presenta una enseñanza en parábola que directamente y lo que os quiero decir lo haré en parábola.Aunque está de más, encierra un mensaje que os he tratado de transmitir en mis contribuciones a este foro.Ahí va:
Parábola de las 3 urnas:
Eran 3 urnas, dispuestas según un círculo.Eran unas bolas dispuestas según las urnas.Una urna era amarilla,otra negra y la otra verde.Así eran sus colores así eran sus bolas.
Y era un pueblo.En él todos sabían de aquellas bolas; quien más quien menos sabía que la negra producía tristeza,desdicha, la amarilla orgullo,envidia,odio,altanería y la verde alegria,dicha.
Todos los días, las gentes del pueblo-del más joven al más anciano- acudían a las urnas para coger una bola.Mas no reconociendo las urnas,su elección resultaba poco menos que aleatoria.Y es que la luz con la que veían las urnas era pobre,como sus corazones,y los colores confusos.Y así era que apenas diferían de resultados unos de otros.De no acudir a las urnas acababa por aparecerles en sus bolsillos la bola negra y así era la bola así era su día.
Y esto era así para todos,salvo para uno del pueblo,que era nuevo.
A él siempre le salía la bola verde; los primeros días pensaron que era casualidad,que había tenido suerte,de tal manera que nadie le preguntó.Cumplida ya la primera semana sus rostros se llenaron de envidia hacia "el nuevo":"no es posible que de 7,7 se decían" y comenzaron a murmurar sobre él.
Y pasaron 6 semanas más y para entonces en muchos el odio y la envidia eran hasta 7 veces más que los sentidos pasada la primera semana.Y muchos deseaban su muerte.Nunca alguien les había resultado tan incómodo.Le tenían ganas.Y él,que lo notó todo, resolvio irse.
Con su marcha el odio por él se disipó y todo volvió a como era antes.
Y es que efectivamente aquel hombre jugaba con ventaja pues podía distinguir las 3 bolas y escoger así el curso de ese día.Por eso siempre escogía la bola verde,la de la dicha.
Pues la luz con la que recibía las urnas era rica,como era su corazón y lejos de parecerle confusos los colores los distinguía con claridad.
Y es que este pueblo es semejante al mundo actual,al "viejo mundo", el cual vive deseoso de virtud y dicha pero no es capaz de diferenciar virtud de lo que no lo es, siéndole imposible la dicha o la dicha completa un día sí y otro también.
Mas no para quien conozca "la naturaleza humana"(el forastero de la parábola,el hombre nuevo); para él todos sus días serán virtuosos y deseará para los demás lo que ya tiene para sí,pero ellos no le reconocerán y le rechazarán y él notándolo se irá y les dejará.
Pero no les dejará para siempre ya que no les habrá de olvidar,pues sentirá lástima por ellos consciente de que solos no podrán sacar la bola verde,de no ser por casualidad,pues a sus ojos las 3 urnas son iguales en tamaño,forma y color,porque "no ven con los ojos del corazón".
Y es que él sabe de su ceguera porque él también fue ciego pero conoció la naturaleza del ser humano y sus obras se volvieron virtudes y entonces deseó que virtudes fueran también las obras del pueblo,pero el pueblo que estaba enfermo de ceguera,con el corazón prieto,no le reconoció.Y pensó ciego,y pensó que hacía trampas.Y le odió por ello y deseo su muerte-por envidia-,pero resultó que no había mas trampa que "el desconocimiento del pueblo de la fuente de vida eterna que habitaba en el nuevo,el desconocimiento de su propia naturaleza".
Y es que el hombre nuevo volverá y liberará al viejo mundo presente,ciego de nacimiento,de su ceguera y será esta vez escuchado y comprendido.
Y de sus ensañanzas naceran más hombres nuevos,tantos como tengan la suerte de escucharle,porque esta vez hablará claro y preciso,que no en parábolas, y será extenso en ejemplos,hasta que la naturaleza del ser humano sea conocida.
Entonces ya no habrá problema "humano" por tratar y el pueblo,que será nuevo vivirá en la dicha perpetua,generación tras generación,hasta el fin de la especie.
Pero el Nuevo Mundo "ya habrá comenzado" cuando se empieze a manifestar ese forastero,que está entre vosotros.
Feliz esta generación porque ella verá el amanecer del Nuevo Mundo.Dichosos todos nosotros***
El motivo es que parece que muchos de vosotros prestais más atención si se os presenta una enseñanza en parábola que directamente y lo que os quiero decir lo haré en parábola.Aunque está de más, encierra un mensaje que os he tratado de transmitir en mis contribuciones a este foro.Ahí va:
Parábola de las 3 urnas:
Eran 3 urnas, dispuestas según un círculo.Eran unas bolas dispuestas según las urnas.Una urna era amarilla,otra negra y la otra verde.Así eran sus colores así eran sus bolas.
Y era un pueblo.En él todos sabían de aquellas bolas; quien más quien menos sabía que la negra producía tristeza,desdicha, la amarilla orgullo,envidia,odio,altanería y la verde alegria,dicha.
Todos los días, las gentes del pueblo-del más joven al más anciano- acudían a las urnas para coger una bola.Mas no reconociendo las urnas,su elección resultaba poco menos que aleatoria.Y es que la luz con la que veían las urnas era pobre,como sus corazones,y los colores confusos.Y así era que apenas diferían de resultados unos de otros.De no acudir a las urnas acababa por aparecerles en sus bolsillos la bola negra y así era la bola así era su día.
Y esto era así para todos,salvo para uno del pueblo,que era nuevo.
A él siempre le salía la bola verde; los primeros días pensaron que era casualidad,que había tenido suerte,de tal manera que nadie le preguntó.Cumplida ya la primera semana sus rostros se llenaron de envidia hacia "el nuevo":"no es posible que de 7,7 se decían" y comenzaron a murmurar sobre él.
Y pasaron 6 semanas más y para entonces en muchos el odio y la envidia eran hasta 7 veces más que los sentidos pasada la primera semana.Y muchos deseaban su muerte.Nunca alguien les había resultado tan incómodo.Le tenían ganas.Y él,que lo notó todo, resolvio irse.
Con su marcha el odio por él se disipó y todo volvió a como era antes.
Y es que efectivamente aquel hombre jugaba con ventaja pues podía distinguir las 3 bolas y escoger así el curso de ese día.Por eso siempre escogía la bola verde,la de la dicha.
Pues la luz con la que recibía las urnas era rica,como era su corazón y lejos de parecerle confusos los colores los distinguía con claridad.
Y es que este pueblo es semejante al mundo actual,al "viejo mundo", el cual vive deseoso de virtud y dicha pero no es capaz de diferenciar virtud de lo que no lo es, siéndole imposible la dicha o la dicha completa un día sí y otro también.
Mas no para quien conozca "la naturaleza humana"(el forastero de la parábola,el hombre nuevo); para él todos sus días serán virtuosos y deseará para los demás lo que ya tiene para sí,pero ellos no le reconocerán y le rechazarán y él notándolo se irá y les dejará.
Pero no les dejará para siempre ya que no les habrá de olvidar,pues sentirá lástima por ellos consciente de que solos no podrán sacar la bola verde,de no ser por casualidad,pues a sus ojos las 3 urnas son iguales en tamaño,forma y color,porque "no ven con los ojos del corazón".
Y es que él sabe de su ceguera porque él también fue ciego pero conoció la naturaleza del ser humano y sus obras se volvieron virtudes y entonces deseó que virtudes fueran también las obras del pueblo,pero el pueblo que estaba enfermo de ceguera,con el corazón prieto,no le reconoció.Y pensó ciego,y pensó que hacía trampas.Y le odió por ello y deseo su muerte-por envidia-,pero resultó que no había mas trampa que "el desconocimiento del pueblo de la fuente de vida eterna que habitaba en el nuevo,el desconocimiento de su propia naturaleza".
Y es que el hombre nuevo volverá y liberará al viejo mundo presente,ciego de nacimiento,de su ceguera y será esta vez escuchado y comprendido.
Y de sus ensañanzas naceran más hombres nuevos,tantos como tengan la suerte de escucharle,porque esta vez hablará claro y preciso,que no en parábolas, y será extenso en ejemplos,hasta que la naturaleza del ser humano sea conocida.
Entonces ya no habrá problema "humano" por tratar y el pueblo,que será nuevo vivirá en la dicha perpetua,generación tras generación,hasta el fin de la especie.
Pero el Nuevo Mundo "ya habrá comenzado" cuando se empieze a manifestar ese forastero,que está entre vosotros.
Feliz esta generación porque ella verá el amanecer del Nuevo Mundo.Dichosos todos nosotros***