Gracias por tu apoyo, Laura venesolan; como bien indicas, el mensaje de Cristo no solo ha sido dejado de lado por los mal llamados creyentes cristianos, sino que además ha sido manipulado para que resulte contrario a las enseñanzas de Jesús; él nos envía un mensaje de amor y de paz, de humildad y misericordia, pero ellos lo han estado utilizando para tiranizar a las masas y elevarse con soberbia por encima de sus semejantes manteniéndolos en la oscuridad de la ignorancia de la verdad divina.
También señalas, muy acertadamente, que no son principalmente los ateos los que han mancillado el nombre de Dios y desvirtuado su mensaje, sino que han sido estos falsos cristianos, con sus acciones tiránicas y depravadas, quienes ha desvalorizado, y hachas odiosas para muchos. las enseñanzas divinas. Al fin y al cabo aquellos, los que no creen, hablan de lo que no conocen, y sus afirmaciones carecen de valor, pero estos, los que sí dicen conocer estas enseñanzas, y se atribuyen ser los representantes de Dios en la tierra, estos sí son inexcusables.
Pero Jesús nos dice que no debemos juzgar las acciones de los demás para que nosotros no seamos juzgados desfavorablemente, pues todos somos pecadores y propensos a errar, solo Dios y Cristo tienen derecho a juzgar las acciones de todos con justicia y amor, pues únicamente ellos conocen a fondo los motivos y las circunstancias de cada uno por las que cometen sus errores, y pueden juzgar con absoluta equidad. Nuestro deber como cristianos sinceros es el de fomentar esta verdad divina y compartirla con todos aquellos que deseen conocerla, y aplicarla unidamente con ellos.
La paz solo puede obtenerse mediante la justicia, y la justicia solo puede dar este fruto practicándola separada de los alborotadores o beligerantes, que solo tratan de imponer su criterio sin respetar el de los demás. Jesús nos manda amarnos los unos a los otros, y este amor es el que puede impulsarnos a actuar con justicia y bondad, consiguiendo así una buena convivencia con nuestros semejantes. Este debe ser el principal motivo y el mayor empeño de nuestra existencia, y ante ello quedarán borradas todas las demás diferencias que puedan surgir. El amor todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera; el amor nunca falla, pero hay que cultivarlo de continuo.
Gracias a ti hermano Tomumi. Completamente de acuerdo con todo lo que señalas.
He aquí unos pequeños comentarios:
He aprendido la valiosa enseñanza de no juzgar a aquellos que erran, tanto en la negación u oposición como en la manipulación del mensaje de Jesús con fines de dominación para que así la mayoría que los sigue, viva en la oscuridad de la ignorancia. Dios es quien puede juzgarlo porque es un Juez justo y conoce los corazones de los que actúan de esa manera.
Así es, la paz está basada en la justicia, así nos los enseña Jesucristo. Reconociendo a cada uno como hermano, con los derechos que solo el RESPETO hacia el otro hacen valer y multiplicar.
Los elementos perturbadoras distraen de la idea principal que es la difusión del mensaje de Jesús de amor, misericordia, paz basada en al justicia, humildad.
Buscaremos siempre el reino de Dios y su justicia porque es lo primero que el Padre quiere de nosotros.
Tienes razón, porque el amor fraternal preocupa a Jesús y nos manda a amarnos unos a otros como testimonio de que le conocemos. Si nos desviamos de este mandamiento, no atraeremos hacia Dios a aquellos que solo creen en las acciones, y también nuestra vida se tornará opaca y por tanto no seremos generadores de alegría y esperenza como lo fue Jesús.
Si el amor hay que cultivarlo y tal como lo describes, es el que no se agota nunca y es una fuerza que anida en el corazón y sana.
Un saludo!