Palabra de Dios diaria (1-10-00)

2 Junio 1999
19.987
13
64
Mensaje Diario - http://www.jesusvive.net/

Palabra de Dios diaria -- Hechos 7:34

Domingo, 1 de Octubre de 2000

Ciertamente he visto la aflicción de mi
pueblo que esta en Egipto, y he oído su
gemido, y he descendido para librarlos.
Ahora pues, ven, te enviare a Egipto.

-- Hechos 7:34


Pensamiento:

El discípulo Esteban, en su defensa
ante los fariseos, narra la historia
del llamado de Moisés. El fue enviado
a Egipto a rescatar al pueblo, de la
opresión. Conoces tu llamado?


Oración:

Señor, muéstrame cual es mi llamado,
eso que esta en tu perfecta voluntad
y es mi destino, en el nombre de Jesús.
Amén.


Que Dios le bendiga.

-----
¡Jesús Vive!

Chat en JesusVive.net
Entra y diviertete en el chat de JesusVive y
conoce a muchos hermanos de todo el mundo.!!

Foros de JesusVive.net
Ven y aprendamos de la palabra de Dios juntos
ayudandonos unos a otros en los foros de
JesusVive.net.
 
Lectura del libro de los Números 11, 25-29

Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él y lo
infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo.
Dos hombres -uno llamado Eldad y el otro Medad- se habían quedado en el campamento; y como figuraban entre los inscritos, el espíritu se posó sobre ellos, a pesar de que no habían ido a la Carpa. Y también ellos se pusieron a hablar en éxtasis.
Un muchacho vino corriendo y comunicó la noticia a Moisés, con estas palabras: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.»
Josué, hijo de Nun, que desde su juventud era ayudante de Moisés, intervino diciendo: «Moisés, señor mío, no se lo
permitas.» Pero Moisés le respondió: «¿Acaso estás celoso a causa de mí? ¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor,
porque él les infunde su espíritu!»

Palabra de Dios.


SALMO Sal 18, 8. 10. 12-13. 14 (R.: 9a)

R. Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple. R.

La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos. R.

También a mi me instruyen:
observarlos es muy provechoso.
Pero ¿quién advierte sus propios errores?
Purifícame de las faltas ocultas. R.

Presérvame, además, del orgullo,
para que no me domine:
entonces seré irreprochable
y me veré libre de ese gran pecado. R.


Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6

Ustedes, los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir. Porque sus riquezas se han echado a
perder y sus vestidos están roídos por la polilla. Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará
testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego.
¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final! Sepan que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo.
Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y de placer, y se han cebado a sí mismos para el día de la matanza.
Han condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera resistencia.

Palabra de Dios.



X Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48

Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros.» Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de
mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.
Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al
cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios,
que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.»

Palabra del Señor.


Reflexión

El pasaje de la primera lectura, correspondiente al libro de los Números, y el del Evangelio de la Misa de hoy son en cierto modo similares. Las palabras de Moisés: “¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor, porque él les infunde su espíritu” resultan proféticas porque
anticipan el destino de apostólico de todos los cristianos que nos enseña Jesús.
Cuando Pedro le dice a Jesús que ellos habían estado tratando de impedir que uno expulsara demonios, Jesús los desaprueba y les abre el
horizonte y el corazón. Jesús predicó un apostolado universal, que puede tener matices y variantes. La única condición que pone, dentro de la variedad de modos de llevar a Cristo a las almas, es la unidad en lo esencial, en aquello que pertenece al núcleo fundamental de la Iglesia.

Por eso es que la Iglesia acoge dentro de ella una pluralidad de movimientos y asociaciones de apostolado con sus propias características y carismas. Cada uno de ellos trabaja en unidad con el Papa y la jerarquía eclesial, a pesar de las marcadas diferencias que a veces existen en
los aspectos exteriores, en las formas de relación, en los cánticos, etc.
Por más que tengamos preferencias por uno u otro movimiento, por una determinada devoción y no por otra, tratándose de apostolados de la Iglesia, debemos acoger y alentar a todas las iniciativas y actividades, porque como dijo Jesús, el que no está contra nosotros, está con nosotros.

El Señor nos hace comprender que el evangelio y su doctrina no es propiedad de unos pocos, ni fue entregado en exclusividad a nadie. Ni a la jerarquía ni a los teólogos. Es un don dado a todo hijo de Dios, porque todos estamos llamados a la salvación.
A veces entre nosotros, parece que se renueva la división que experimentaron los apóstoles.
Se gasta mucha energía en levantar murallas, separaciones, en justificar las propias convicciones y en criticar a los demás.

El apostolado tiene como objetivo la salvación de todos los hombres, y todos los cristianos participan de ese fin misionero.

El Señor nos pide a todos que seamos apóstoles en el trabajo, en la oficina, en la escuela y en nuestras propias casas.

Nos enseña el Catecismo que toda la Iglesia es apostólica en cuanto ella es enviada al mundo entero; todos sus miembros, aunque de
diferentes maneras, tienen parte en este envío. La vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación de apostolado. Se llama apostolado a toda actividad que tienda a propagar el Reino de Cristo por toda la tierra.

Pero no debemos olvidarnos que siendo Jesús, fuente y origen del apostolado de la Iglesia, la fecundidad y eficacia de nuestro apostolado depende de la unión vital que tengamos con Jesús. Y este es el común denominador tanto para todos los cristianos enviados al apostolado, como para todos los movimientos acogidos en el seno de la Iglesia.

Todo cristiano está llamado a extender el Reino de Cristo, y toda circunstancia es buena para hacerlo. Si bien es cierto que puede ser a veces más fácil hacerlo en el hogar, en el trabajo o entre nuestros amigos, las circunstancias adversas deben ser también una ocasión para anunciar la palabra de Jesús. O a lo mejor, para comportarnos como verdaderos discípulos del Señor con nuestra paciencia, nuestra comprensión y ejemplo.

San Pablo, desde su prisión en Roma escribía a los cristianos de Filipo: la mayor parte de los hermanos en el Señor, alentados por mis
cadenas, se ha atrevido con más audacia a predicar sin miedo la palabra de Dios.

Estas palabras nos enseñan que las contradicciones de un ambiente opuesto a la fe deben ser también ocasión de ejercitar la caridad y el apostolado del ejemplo.

Cuando Jesús le promete a los apóstoles que ni un vaso de agua quedará sin recompensa, nos alienta a ser generosos y constantes en
nuestras tareas de apostolado entre quienes nos rodean.

Continúa el evangelio de San Marcos con estas palabras de Jesús:

Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para el que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.

Resulta difícil encontrar en el evangelio palabras de Jesús tan duras como estas. En su evangelio, San Mateo nos da más detalles de las circunstancias en que Jesús dijo esto. Los apóstoles habían estado discutiendo entre ellos sobre quien sería el primero en el Reino de Dios. Y Jesús, para que les quedara bien grabada la lección, tomó un niño de los que le rodeaban y les hizo ver que si no imitaban a los niños en su sencillez y en su inocencia, no podrían entrar en el Reino de los Cielos.
Escandalizar es perturbar, hacer caer, ser causa de tropiezo, y en este caso, de ruina espiritual para el otro. Escandalizar es aquí lo opuesto a predicar el Reino de Dios.
Los pequeños son los discípulos de Jesús, la gente simple que lo sigue. Y Jesús nos enseña la gravedad de la falta de aquel que aparte del camino del Señor a uno de ellos.

Los discípulos de Jesús deben realizar sus tareas sin preocuparse de las jerarquías ni pretender privilegios. El afán de figurar y el desprecio hacia los demás son también escándalos de los que el Señor nos previene.

Pidamos hoy al Señor por la unidad de los cristianos, para que superemos nuestras diferencias y nos decidamos a trabajar juntos por la difusión del Reino de Dios.


No rechazaremos
la piedra angular.
Sobre el cimiento de tu cuerpo
levantaremos la ciudad.

Una ciudad para todos.
Un gran techo común.
Una mesa redonda como el mundo.
Un pan de multitud.
Un lenguaje de corazón abierto.
Una esperanza: "Ven, Señor Jesús".

Suben las tribus del mundo,
suben a la ciudad.
Los que hablaban en lenguas diferentes
proclaman la unidad.
Nadie grita: "¿Quién eres?", O: "¿De dónde?"
Todos se llaman hijos de la paz.

¡Jerusalén, ciudad dichosa!
¡Jerusalén, visión de paz!
Sobre los cielos te levantas,
alta ciudad de piedras vivas,
y ángeles puros te coronan
como una joven desposada.

¡Jerusalén, ciudad dichosa!
Desciendes virgen de los cielos
y entras al tálamo de bodas
para ser cuerpo del Esposo;
tus azoteas y tus muros
son construcción de oro purísimo.

Relampaguea jubilosa
la pedrería de tus puertas
abres tus ámbitos sagrados
y, por la palma de sus méritos,
penetra en ellos el que sufre
pasión por Cristo en este mundo.

¡Oh hermosas piedras bien labradas,
prueba tras prueba, golpe a golpe!
¡Como se ajustan en sus puestos
bajo la mano del artífice,
y permanecen duraderas
en los sagrados edificios!

Gloria y honor al Dios altísimo,
al Padre, al Hijo y al Paráclito.
Suyo el poder y la alabanza;
suyo el reinado por los siglos. Amén.

Himno de la Liturgia de las Horas
 
Amén tejano, Gracias por las lecturas y que Dios te bendiga.

(Me ganaste en anotarla, hoy el sacerdote tuvo una prédica de casi dos horas, lo que me retrasó)

Fraternalmente en Cristo.

------------------
1Jn:4:8:
El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.