Algo ha pasado con el epígrafe que Fegna abrió en mi honor. Ahora abro este epígrafe para seguir hablando de las mentiras no sólo de Fegna sino la de cualquier otro.
Sabemos que el Enemigo anda rugiendo contra nosotros queriendo devorarnos. Las intenciones de los romanistas, como su "Iesu Dominus" lo atestigua, quieren tragarnos. Pero la Sangre de Jesucristo nos cubre y nos defiende, y el Angel de Jehova acampa a nuestro alrededor ya que proclamamos su Santo Nombre, exclusivamente.
Sabemos que el Enemigo anda rugiendo contra nosotros queriendo devorarnos. Las intenciones de los romanistas, como su "Iesu Dominus" lo atestigua, quieren tragarnos. Pero la Sangre de Jesucristo nos cubre y nos defiende, y el Angel de Jehova acampa a nuestro alrededor ya que proclamamos su Santo Nombre, exclusivamente.