Hoy tuve deseos de abrir una lectura para que el Señor me habláse y esto me ha mostrado, debo agregar que ayer acaba de suceder un impase grave con el gobierno de los Estados Unidos y Chavez expulsó al embajador americano:
Jeremias 6:19-26
Escucha, tierra:
Voy a traer a este pueblo una desgracia que es consecuencia de sus planes malvados; porque no hicieron caso de mis palabras, sino que despreciaron mi ley.
20 ¿Para qué me traen ustedes incienso de Sabá y plantas olorosas de países lejanos?
A mí no me agradan sus holocaustos ni sus otros sacrificios."
21 Por eso, el Señor dice:
"Voy a hacer que este pueblo tropiece y caiga.
Padres e hijos, vecinos y amigos, morirán por igual."
22 El Señor dice:
"Desde lejanas tierras del norte se prepara a venir una nación poderosa.
23 Están armados de arcos y espadas; son crueles, no tienen compasión;
sus gritos son como el estruendo del mar, y van montados a caballo.
Están listos para la batalla contra Sión."
24 En Jerusalén la gente dice:
"Hemos oído la noticia, y el miedo nos ha dejado sin fuerzas; sentimos angustia y dolor, como una mujer de parto.
25 ¡No salgan al campo, no vayan por los caminos!
¡El enemigo está armado; hay terror por todas partes!"
26 ¡Hija de mi pueblo, ponte ropas ásperas en señal de dolor; revuélcate en la ceniza, ponte de luto y llora amargamente, como cuando se muere un hijo único; porque el que nos va a destruir vendrá muy pronto contra nosotros!
Jeremias 6:19-26
Escucha, tierra:
Voy a traer a este pueblo una desgracia que es consecuencia de sus planes malvados; porque no hicieron caso de mis palabras, sino que despreciaron mi ley.
20 ¿Para qué me traen ustedes incienso de Sabá y plantas olorosas de países lejanos?
A mí no me agradan sus holocaustos ni sus otros sacrificios."
21 Por eso, el Señor dice:
"Voy a hacer que este pueblo tropiece y caiga.
Padres e hijos, vecinos y amigos, morirán por igual."
22 El Señor dice:
"Desde lejanas tierras del norte se prepara a venir una nación poderosa.
23 Están armados de arcos y espadas; son crueles, no tienen compasión;
sus gritos son como el estruendo del mar, y van montados a caballo.
Están listos para la batalla contra Sión."
24 En Jerusalén la gente dice:
"Hemos oído la noticia, y el miedo nos ha dejado sin fuerzas; sentimos angustia y dolor, como una mujer de parto.
25 ¡No salgan al campo, no vayan por los caminos!
¡El enemigo está armado; hay terror por todas partes!"
26 ¡Hija de mi pueblo, ponte ropas ásperas en señal de dolor; revuélcate en la ceniza, ponte de luto y llora amargamente, como cuando se muere un hijo único; porque el que nos va a destruir vendrá muy pronto contra nosotros!