Extraído de: http://www.elmundo.es/2001/08/25/economia/1039923.html
La congregación de Agustinas Misioneras, entre las más afectadas en ambos casos - Bolsa Consulting, el «embrión» de Gescartera, «heredó» la red del Consorcio Nacional de Leasing en 1991
Ordenes religiosas que invirtieron en Gescartera quedaron ya «atrapadas» en Grand Tibidabo
FELIX MARTINEZ. CARMEN LLORENTE
BARCELONA/MADRID.- El escándalo Gescartera está lejano en el tiempo respecto al caso Grand Tibidabo -todavía pendiente de juicio-. Sin embargo, entre ambos hay importantes conexiones. Parte de los clientes que quedaron atrapados en el holding liderado por Javier de la Rosa han sido engañados también por Antonio Camacho y algunos de los comerciales que participaron en el grupo catalán también captaron clientes en la reciente agencia de valores intervenida.
Entre las víctimas de ambos escándalos destacan las órdenes religiosas.
Fuentes de Grand Tibidabo han asegurado a EL MUNDO que buena parte de las 36 congregaciones religiosas que figuran en el listado de clientes de Gescartera, la sociedad de Antonio Camacho de la que se han evaporado 18.000 millones de pesetas, son también accionistas de la compañía catalana, que dejó en la ruina a más de 14.000 inversores.
La más destacada de esas congregaciones religiosas es la de las Agustinas Misioneras Provincia de San Agustín. Esta congregación religiosa es el quinto cliente por volumen de Gescartera con más de 465 millones de pesetas depositados en la gestora de patrimonios.
La congregación nunca ha querido cuantificar cuánto perdió por sus inversiones en Grand Tibidabo, aunque al parecer, adquirió acciones por valor de más de 300 millones en su momento.
La ONCE también figuró inicialmente entre los accionistas del montaje de De la Rosa.
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Noticia Relacionada: El PSOE cuestiona el sistema estatal de financiación de la Iglesia
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Ordenes religiosas que invirtieron en Gescartera quedaron ya «atrapadas» en Grand Tibidabo
FELIX MARTINEZ. CARMEN LLORENTE
BARCELONA/MADRID.- El escándalo Gescartera está lejano en el tiempo respecto al caso Grand Tibidabo -todavía pendiente de juicio-. Sin embargo, entre ambos hay importantes conexiones. Parte de los clientes que quedaron atrapados en el holding liderado por Javier de la Rosa han sido engañados también por Antonio Camacho y algunos de los comerciales que participaron en el grupo catalán también captaron clientes en la reciente agencia de valores intervenida.
Entre las víctimas de ambos escándalos destacan las órdenes religiosas.
Fuentes de Grand Tibidabo han asegurado a EL MUNDO que buena parte de las 36 congregaciones religiosas que figuran en el listado de clientes de Gescartera, la sociedad de Antonio Camacho de la que se han evaporado 18.000 millones de pesetas, son también accionistas de la compañía catalana, que dejó en la ruina a más de 14.000 inversores.
La más destacada de esas congregaciones religiosas es la de las Agustinas Misioneras Provincia de San Agustín. Esta congregación religiosa es el quinto cliente por volumen de Gescartera con más de 465 millones de pesetas depositados en la gestora de patrimonios.
La congregación nunca ha querido cuantificar cuánto perdió por sus inversiones en Grand Tibidabo, aunque al parecer, adquirió acciones por valor de más de 300 millones en su momento.
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