Consciente de la maldad del mundo y la perfidia del pecado, lucho contra mis numerosas faltas y debilidades. Desprecio e intento apartar de mí también todo aquello que me pueda desviar del camino recto; pero me resulta desalentador no poder evitar odiar al pecador y no sólo a su pecado. Lo intento y caigo constantemente en el odio y ruego por que no siga siendo así.
Quiero saber apartar a aquel que peca sin voluntad de hacerlo —al igual que yo, primero de los pecadores—, de aquel que siendo consciente de su pecado persevera en él sin el más mínimo remordimiento. Quiero no caer en la generalización y el juicio, en la persecución y el odio, pero no puedo hacerlo solo y para ello necesito la ayuda de Dios.
Por favor, saca de mi el odio a la persona y endurece mi posición frente al pecado.
Quiero saber apartar a aquel que peca sin voluntad de hacerlo —al igual que yo, primero de los pecadores—, de aquel que siendo consciente de su pecado persevera en él sin el más mínimo remordimiento. Quiero no caer en la generalización y el juicio, en la persecución y el odio, pero no puedo hacerlo solo y para ello necesito la ayuda de Dios.
Por favor, saca de mi el odio a la persona y endurece mi posición frente al pecado.