Amada hermana, te agradezco mucho tu amor y tus oraciones hacia mi mamá y hacia mí, y te cuento que el Señor está oyendo, pues mi mamita avanza hacia su recuperación, pues gradualmente le están retirando los sedantes para retirarla del ventilador, y ella está recuperando la conciencia. Entiende lo que se le habla, escucha, sonríe y se emociona, se le salen sus lagrimitas, asiente o niega con su cabeza, cuando le hablamos dándole nuestro cariño y alentándola a luchar por su vida. Verdaderamente el Señor oye, es fiel a su palabra, cumple sus promesas, y tiene misericordia de sus hijitos, desde que empezó esta pesadilla, me estoy sintiendo contento y mucho más tranquilo. Te agradezco mucho hermanita, así como al resto de las hermanas y el hermano, por su cariño y preocupación.
Dios te bendiga y los bendiga a todos.
Y por favor sigan orando.
Gracias a nuestro Padre Celestial, en el nombre del Señor Jesús, Amén.