Queridos Foristas esta es una publicacion de un amigo ATEO que hizo sobre la ultima venida de Juan Pablo II a Mexico.
Espero que me den opiniones
Todo empezó aquella noche fría en que hablábamos de religion, de su utilidad en los hombres. Una cosa llevó a la otra... de religion a chistes de de lo mismo, a chistes crueles de niños de Somalia y finalmente (no relaciono porqué) a la visita de S.S. el Papa Juan Pablo II a México.
El grupo era heterogéneo. Los había muy religiosos, religiosos, indiferentes, rebeldes, y "blasfemos" (o "ateos" como algunos gustan de tacharme). Ésto se notó gracias a los puntos de vista sobre la venida (aunque se oiga lépero) del Papa, los cuales, a pesar de nacer de personas muy diferentes, coincidían en un aspecto: El hecho innegable de la presencia y capacidad de convocatoria que tiene el Papa (para ser más específicos la "figura" del Papado) en nuestra sociedad. Y digo "figura" porque éste fue unos de los temas discutidos.
Unos afirmaban que el arrastre y fervor con que respondieron los fieles se debe 100% al liderazgo y carisma de Juan Pablo II, a lo que el Baqueton y otros dos o tres respondieron que nones, que tal arrastre y fervor, se debe a la figura, a la institución del Papado. Es decir, pienso que Karol Wojtyla es realmente una persona inteligentísima, sabia, política, que sabe dirigir, etc.(¡por algo está ahí!), pero si hubieran puesto de Papa a Chabelo, Capulina, Chicoché, o a mi, el fervor de la gente, el arrastre, la respuesta de los fieles, hubiera sido exactamente la misma (y lo digo con riesgo de caer en la soberbia).
En este caso, el puesto hace a la persona. No es el individuo, más bien es el símbolo, la institución, la figura que representa; ¿Cuántas personas que se derriten a gritos y llanto realmente conocen (o conocían) la vida de Karol Wojtyla ? ¿Cuántos sabíamos quien era? ¿Su historia? ¿Sus logros?... Me atrevo a decir que muy pocos (de las personas que conozco NADIE). Entonces, ¿Cómo se puede admirar, y algunos hasta venerar, a alguien que no se conoce realmente?...
Otro punto de discusión era que el Papa es el líder más grande del mundo. Lo anterior fue defendido bajo argumentos de que "nadie junta tanta gente", "desde que es Papa hay 400 millones más de católicos", "millones de personas lo siguen", etc. y con frases como las anteriores inflan sujetos y adjetivos hasta llegar a proporciones casi fanáticas.
Para grandes líderes están Gandhi, Hitler, Luther King, Martín Lutero, etc. Personas que crearon ideologías, corrientes, nuevas formas de pensar; personas que empezaron y condujeron movimientos (independientemente que fueran o no buenos). Una cosa muy diferente fuera que Karol Wojtyla, desde cero, hubiera desarrollado una religión y convertido a los miles de millones de católicos que hay actualmente, que éstas personas lo nombraran Papa por que lo siguen y no que lo sigan por ser Papa. Él simplemente ha estado un par de décadas al frente de una religón de dos mil años, la comunidad católica ya estaba ahí. ¿O tal vez no me he dado cuenta y ha aportado grandes ideas que han modificado la religión y sociedad de una manera trascendental, a tal grado que la historia podrá distinguir entre el catolicismo y el mundo antes y después de Juan Pablo II?
Todo lo anterior no opaca el hecho de que Karol Wojtyla es una persona admirable, entre muchas otras cosas, por su lucidez, dedicación y acercamiento a las personas. Quiero dejar en claro que a pesar de no estar de acuerdo en muchas de sus ideas como el pecado de los métodos artificiales anticonceptivos, discriminación de la mujer en actividades religiosas, intromisión de la religión en el gobierno, etc. no muere mi interés por lo que tenga que decir, mi emoción al ver miles de personas sobre una avenida esperando el momento de su llegada, y hablo en serio al asegurar que de haber estado en el Estadio Azteca me hubiera orinado de la emoción al verme envuelto por la atmósfera de fraternidad (por lo menos así parecía por T.V.).
Está comprobado que su vida, sus logros, su carisma, hacen de Juan Pablo II una persona imponente, con presencia. Pero de ahí a que sea la figura más grande del siglo... Mmmmmmmm... yo lo colocaría al final de una apretada lista de espera.
Espero que me den opiniones
Todo empezó aquella noche fría en que hablábamos de religion, de su utilidad en los hombres. Una cosa llevó a la otra... de religion a chistes de de lo mismo, a chistes crueles de niños de Somalia y finalmente (no relaciono porqué) a la visita de S.S. el Papa Juan Pablo II a México.
El grupo era heterogéneo. Los había muy religiosos, religiosos, indiferentes, rebeldes, y "blasfemos" (o "ateos" como algunos gustan de tacharme). Ésto se notó gracias a los puntos de vista sobre la venida (aunque se oiga lépero) del Papa, los cuales, a pesar de nacer de personas muy diferentes, coincidían en un aspecto: El hecho innegable de la presencia y capacidad de convocatoria que tiene el Papa (para ser más específicos la "figura" del Papado) en nuestra sociedad. Y digo "figura" porque éste fue unos de los temas discutidos.
Unos afirmaban que el arrastre y fervor con que respondieron los fieles se debe 100% al liderazgo y carisma de Juan Pablo II, a lo que el Baqueton y otros dos o tres respondieron que nones, que tal arrastre y fervor, se debe a la figura, a la institución del Papado. Es decir, pienso que Karol Wojtyla es realmente una persona inteligentísima, sabia, política, que sabe dirigir, etc.(¡por algo está ahí!), pero si hubieran puesto de Papa a Chabelo, Capulina, Chicoché, o a mi, el fervor de la gente, el arrastre, la respuesta de los fieles, hubiera sido exactamente la misma (y lo digo con riesgo de caer en la soberbia).
En este caso, el puesto hace a la persona. No es el individuo, más bien es el símbolo, la institución, la figura que representa; ¿Cuántas personas que se derriten a gritos y llanto realmente conocen (o conocían) la vida de Karol Wojtyla ? ¿Cuántos sabíamos quien era? ¿Su historia? ¿Sus logros?... Me atrevo a decir que muy pocos (de las personas que conozco NADIE). Entonces, ¿Cómo se puede admirar, y algunos hasta venerar, a alguien que no se conoce realmente?...
Otro punto de discusión era que el Papa es el líder más grande del mundo. Lo anterior fue defendido bajo argumentos de que "nadie junta tanta gente", "desde que es Papa hay 400 millones más de católicos", "millones de personas lo siguen", etc. y con frases como las anteriores inflan sujetos y adjetivos hasta llegar a proporciones casi fanáticas.
Para grandes líderes están Gandhi, Hitler, Luther King, Martín Lutero, etc. Personas que crearon ideologías, corrientes, nuevas formas de pensar; personas que empezaron y condujeron movimientos (independientemente que fueran o no buenos). Una cosa muy diferente fuera que Karol Wojtyla, desde cero, hubiera desarrollado una religión y convertido a los miles de millones de católicos que hay actualmente, que éstas personas lo nombraran Papa por que lo siguen y no que lo sigan por ser Papa. Él simplemente ha estado un par de décadas al frente de una religón de dos mil años, la comunidad católica ya estaba ahí. ¿O tal vez no me he dado cuenta y ha aportado grandes ideas que han modificado la religión y sociedad de una manera trascendental, a tal grado que la historia podrá distinguir entre el catolicismo y el mundo antes y después de Juan Pablo II?
Todo lo anterior no opaca el hecho de que Karol Wojtyla es una persona admirable, entre muchas otras cosas, por su lucidez, dedicación y acercamiento a las personas. Quiero dejar en claro que a pesar de no estar de acuerdo en muchas de sus ideas como el pecado de los métodos artificiales anticonceptivos, discriminación de la mujer en actividades religiosas, intromisión de la religión en el gobierno, etc. no muere mi interés por lo que tenga que decir, mi emoción al ver miles de personas sobre una avenida esperando el momento de su llegada, y hablo en serio al asegurar que de haber estado en el Estadio Azteca me hubiera orinado de la emoción al verme envuelto por la atmósfera de fraternidad (por lo menos así parecía por T.V.).
Está comprobado que su vida, sus logros, su carisma, hacen de Juan Pablo II una persona imponente, con presencia. Pero de ahí a que sea la figura más grande del siglo... Mmmmmmmm... yo lo colocaría al final de una apretada lista de espera.