Bendiciones.
El marianismo es una religión en todo el sentido de la palabra, se ha incrustado en un sector del cristianismo, muy especialmente en al catolicismo romano. Se retoma el antiguo culto a la divinidad femenina, con especial interés en la procreación y fertilidad asi como la virginidad.
Estas cualidades de "super" madre, "super" virgen mas allá de lo escriturario perdura como un sincretismo ideológico entre dos conceptos totalmente humanos: la maternidad y la divinidad.
Está incrsutado en religiones anteriores a la era cristiana y perdurará en el inconciente colectivo de sus correligionarios.
Esta religión al encontrar asiento y especial acomodo dentro de la institución romana y siendo su máximo representante, como bien le llama Rogelio "el hombre de Roma" se ha extendido por todas aquellas personas unidas en uno u otro modo a esta organización religiosa. No que todos, pocos o algunos millones incluso sean parte de la iglesia de Cristo pues no es cuestión numérica aquí sino de principios doctrinales, que terminan señalando en dirección contraria a lo que es el cristocentrismo del evangelio a saber plasmado en la Palabra.
El desconcierto, sensación de alejamiento y hermetismo por parte de judios y cristianos de todo el mundo de tantas denominaciones al no inluirse ni incrustarse en esta "super" religión ya sincretizada dentro de buena parte de la corriente cristiana deja perplejo al inconverso quien continua asentando en su corazón la idea de que el diferendum entre las partes es cada dia mas y mas abismal.
El culto mariano, disfrazado, amortizado y simulado en todos sus niveles tiene vigencia én el corazón sencillo del hombre religioso en la necesidad de hacerse para sí un becerro de oro bellamente ornamentado, equilatado, pulido y levantado que nada tiene que ver con las enseñanzas de Jesús.
Esta otra doctrina mariana, marca aun mas las viejas diferencias entre católicos que proclaman tal desviación y protestantes que no abren ni dan la bienvenida en casa a tales excesos y doctrinas heréticas.
Como le es impuesto al católcio sencillo tal adoración simulada no queda a ellos sino alinearse y dogmáticamente aceptar todo esto como es su constumbre aun antes que la Palabra del Señor.
Viendolo en perspectiva y manteniendo la distancia pertinente al ejemplo se ha comportado el avance del marianismo dentro del catolicismo como un virus incrustado para el cual el sistema no tienen defensas sino mas bien un triste mal ejemplo de parte de sus líderes espiritualesa y esta posición está diezmando la vountad cristiana que aun fiel a Roma hace sus mejores esfuerzos por entender alinearse y llevar a cabo esta necesaria -para ellos- aceptación del culto mariano.
Dios cuide a los sinceros católicos que permanecen aun cautivos dentro de Roma y tienen que ejercer esta doble religión dentro de sus filas.
UN Señor, UNA fe, UN Bautismo.
Saludos
El marianismo es una religión en todo el sentido de la palabra, se ha incrustado en un sector del cristianismo, muy especialmente en al catolicismo romano. Se retoma el antiguo culto a la divinidad femenina, con especial interés en la procreación y fertilidad asi como la virginidad.
Estas cualidades de "super" madre, "super" virgen mas allá de lo escriturario perdura como un sincretismo ideológico entre dos conceptos totalmente humanos: la maternidad y la divinidad.
Está incrsutado en religiones anteriores a la era cristiana y perdurará en el inconciente colectivo de sus correligionarios.
Esta religión al encontrar asiento y especial acomodo dentro de la institución romana y siendo su máximo representante, como bien le llama Rogelio "el hombre de Roma" se ha extendido por todas aquellas personas unidas en uno u otro modo a esta organización religiosa. No que todos, pocos o algunos millones incluso sean parte de la iglesia de Cristo pues no es cuestión numérica aquí sino de principios doctrinales, que terminan señalando en dirección contraria a lo que es el cristocentrismo del evangelio a saber plasmado en la Palabra.
El desconcierto, sensación de alejamiento y hermetismo por parte de judios y cristianos de todo el mundo de tantas denominaciones al no inluirse ni incrustarse en esta "super" religión ya sincretizada dentro de buena parte de la corriente cristiana deja perplejo al inconverso quien continua asentando en su corazón la idea de que el diferendum entre las partes es cada dia mas y mas abismal.
El culto mariano, disfrazado, amortizado y simulado en todos sus niveles tiene vigencia én el corazón sencillo del hombre religioso en la necesidad de hacerse para sí un becerro de oro bellamente ornamentado, equilatado, pulido y levantado que nada tiene que ver con las enseñanzas de Jesús.
Esta otra doctrina mariana, marca aun mas las viejas diferencias entre católicos que proclaman tal desviación y protestantes que no abren ni dan la bienvenida en casa a tales excesos y doctrinas heréticas.
Como le es impuesto al católcio sencillo tal adoración simulada no queda a ellos sino alinearse y dogmáticamente aceptar todo esto como es su constumbre aun antes que la Palabra del Señor.
Viendolo en perspectiva y manteniendo la distancia pertinente al ejemplo se ha comportado el avance del marianismo dentro del catolicismo como un virus incrustado para el cual el sistema no tienen defensas sino mas bien un triste mal ejemplo de parte de sus líderes espiritualesa y esta posición está diezmando la vountad cristiana que aun fiel a Roma hace sus mejores esfuerzos por entender alinearse y llevar a cabo esta necesaria -para ellos- aceptación del culto mariano.
Dios cuide a los sinceros católicos que permanecen aun cautivos dentro de Roma y tienen que ejercer esta doble religión dentro de sus filas.
UN Señor, UNA fe, UN Bautismo.
Saludos