Hesicasmo: el yoga cristiano
Por: Alejandro Del Toro
To2 Septiembre 23 de 1999.
... el camino que toma la respiración para llegar al corazón...
Cuando allí llegue verás la alegría subsiguiente,
No tendrás nada que lamentar.
"Nicéforo, el Solitario, s. XIII
En el seno del cristianismo antiguo se desarrolló un método de oración contemplativa basado en el control de la respiración, y la repetición de frases sagradas, muy similar a los ejercicios yóguicos del sutra y del tantrismo budistas, ésta orden es conocida como: hesicasmo.
Del mismo modo en que los místicos y ascetas del Tíbet han ejercido fuerte atracción sobre occidente en este último siglo, en la antigüedad, pero con menores proporciones, también un lugar secreto en Grecia despertó esta sed de viajeros y exploradores en búsqueda de sabiduría espiritual.
Fue en el siglo X, en el corazón de la iglesia ortodoxa griega, que se fundó el primer monasterio hesicasta en el Monte Athos a dos mil metros de altura, en la península Calcídica frente al mar Egeo.
Allí, muchos hombres llegaban buscando el conocimiento interior, un sitio que durante diez siglos ha sido el refugio secreto de monjes, cenobitas y anacoretas de la iglesia ortodoxa griega.
El hesicasmo es una corriente mística del cristianismo ortodoxo, que cree en la salvación del alma a través del cuerpo mediante ejercicios de respiración y concentración. La palabra proviene del griego hesychos, que quiere decir "reposo", "quietud" o "contemplación".
El hesicasta es el solitario que mediante las ascesis se ha liberado de las pasiones y puede aspirar a la contemplación de la Santísima Trinidad. Así, con esta pureza, el practicante sentirá en su interior el centro de la sabiduría eterna.
Se dice que la luminosidad que Cristo emanó en el momento de la transfiguración en el monte Tabor puede llegar a cualquier criatura siempre y cuando ella se gane, con disciplina ascética, el derecho a recibirla.
El método para lograrlo combina la oración (repetición de una frase sagrada), la respiración (retención del aire) y la onfalopsia (concentración en el ombligo), muy similar a los procedimientos yóguicos del pranayama y los mantras de la India y Tíbet.
El hesicasmo inició en Grecia en el siglo X y se extendió por Rusia y Asia menor en el siglo XIV. Personajes como Simeón, Juan Clímaco y Máximo el Confesor han sido grandes representantes de esta disciplina mística cristiana, lo mismo que el ruso Velitchkovski.
Existen varios textos sagrados del hesicasmo como: la filocalia, que contiene escritos de ascetas del siglo XIII; el en cheridión, escrito por Nicodemo de Hagiorita en el siglo XVIII y relatos de un peregrino de un autor anónimo del siglo XIX, entre otros.
Las prácticas hesicastas se basan principalmente en mantener una postura durante largo tiempo. Se debe estar sentado con la columna erguida y la barbilla pegada al pecho. Se debe retener la respiración y concentrar la atención en el ombligo y el corazón.
La intención es sentir una necesidad de oxígeno en el corazón que será seguida de una sensación de éxtasis y felicidad.
Esto se alterna con la repetición constante de una oración: "¡Señor Jesucristo, tened piedad de mí!". Con estas prácticas y una rigurosa disciplina ascética el practicante logra encontrar lo que tanto buscaba: "El lugar del corazón, y con él y en él, toda clase de maravillas y ciencias".
La sensación de la divinidad interior, y la luminosidad de Cristo son la meta del hesicasta.
Actualmente la tradición existe y constituye una orden de iniciación en el seno de la Iglesia ortodoxa griega. Esta orden conserva una serie de fórmulas de oración secretas que son transmitidas de maestro a alumno directamente.
Como podemos ver, las practicas de meditación para la expansión de la conciencia y el enriquecimiento espiritual no son privativas de las religiones de oriente. La meditación y la contemplación han sido siempre caminos sagrados para que el hombre se reencuentre con la divinidad que existe en su interior.
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Fuente: Publicado el 23 de Septiembre de 1999
To2 México, S.A. de C.V. © Copyright, Derechos Reservados 1999 Columnas
Sitio:http://www.mexis.to2.com
Se encuentra en la sección de Mística.-
Allí encuentras un título Hesicasmo: el yoga cristiano
Lo siento Luis Fernando pero yo no hice la noticia, como ves!!!!!
Shalom hermanos
Por: Alejandro Del Toro
To2 Septiembre 23 de 1999.
... el camino que toma la respiración para llegar al corazón...
Cuando allí llegue verás la alegría subsiguiente,
No tendrás nada que lamentar.
"Nicéforo, el Solitario, s. XIII
En el seno del cristianismo antiguo se desarrolló un método de oración contemplativa basado en el control de la respiración, y la repetición de frases sagradas, muy similar a los ejercicios yóguicos del sutra y del tantrismo budistas, ésta orden es conocida como: hesicasmo.
Del mismo modo en que los místicos y ascetas del Tíbet han ejercido fuerte atracción sobre occidente en este último siglo, en la antigüedad, pero con menores proporciones, también un lugar secreto en Grecia despertó esta sed de viajeros y exploradores en búsqueda de sabiduría espiritual.
Fue en el siglo X, en el corazón de la iglesia ortodoxa griega, que se fundó el primer monasterio hesicasta en el Monte Athos a dos mil metros de altura, en la península Calcídica frente al mar Egeo.
Allí, muchos hombres llegaban buscando el conocimiento interior, un sitio que durante diez siglos ha sido el refugio secreto de monjes, cenobitas y anacoretas de la iglesia ortodoxa griega.
El hesicasmo es una corriente mística del cristianismo ortodoxo, que cree en la salvación del alma a través del cuerpo mediante ejercicios de respiración y concentración. La palabra proviene del griego hesychos, que quiere decir "reposo", "quietud" o "contemplación".
El hesicasta es el solitario que mediante las ascesis se ha liberado de las pasiones y puede aspirar a la contemplación de la Santísima Trinidad. Así, con esta pureza, el practicante sentirá en su interior el centro de la sabiduría eterna.
Se dice que la luminosidad que Cristo emanó en el momento de la transfiguración en el monte Tabor puede llegar a cualquier criatura siempre y cuando ella se gane, con disciplina ascética, el derecho a recibirla.
El método para lograrlo combina la oración (repetición de una frase sagrada), la respiración (retención del aire) y la onfalopsia (concentración en el ombligo), muy similar a los procedimientos yóguicos del pranayama y los mantras de la India y Tíbet.
El hesicasmo inició en Grecia en el siglo X y se extendió por Rusia y Asia menor en el siglo XIV. Personajes como Simeón, Juan Clímaco y Máximo el Confesor han sido grandes representantes de esta disciplina mística cristiana, lo mismo que el ruso Velitchkovski.
Existen varios textos sagrados del hesicasmo como: la filocalia, que contiene escritos de ascetas del siglo XIII; el en cheridión, escrito por Nicodemo de Hagiorita en el siglo XVIII y relatos de un peregrino de un autor anónimo del siglo XIX, entre otros.
Las prácticas hesicastas se basan principalmente en mantener una postura durante largo tiempo. Se debe estar sentado con la columna erguida y la barbilla pegada al pecho. Se debe retener la respiración y concentrar la atención en el ombligo y el corazón.
La intención es sentir una necesidad de oxígeno en el corazón que será seguida de una sensación de éxtasis y felicidad.
Esto se alterna con la repetición constante de una oración: "¡Señor Jesucristo, tened piedad de mí!". Con estas prácticas y una rigurosa disciplina ascética el practicante logra encontrar lo que tanto buscaba: "El lugar del corazón, y con él y en él, toda clase de maravillas y ciencias".
La sensación de la divinidad interior, y la luminosidad de Cristo son la meta del hesicasta.
Actualmente la tradición existe y constituye una orden de iniciación en el seno de la Iglesia ortodoxa griega. Esta orden conserva una serie de fórmulas de oración secretas que son transmitidas de maestro a alumno directamente.
Como podemos ver, las practicas de meditación para la expansión de la conciencia y el enriquecimiento espiritual no son privativas de las religiones de oriente. La meditación y la contemplación han sido siempre caminos sagrados para que el hombre se reencuentre con la divinidad que existe en su interior.
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Fuente: Publicado el 23 de Septiembre de 1999
To2 México, S.A. de C.V. © Copyright, Derechos Reservados 1999 Columnas
Sitio:http://www.mexis.to2.com
Se encuentra en la sección de Mística.-
Allí encuentras un título Hesicasmo: el yoga cristiano
Lo siento Luis Fernando pero yo no hice la noticia, como ves!!!!!
Shalom hermanos