¿Qué significa el saber lo bueno y lo malo?
Después que Adán y Eva comieron del fruto prohibido (Gé 2:17; 3:5, 6), Dios le dijo a aquel que había estado con Él en su obra creativa (Jn 1:1-3): “Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros al conocer lo bueno y lo malo”. (Gé 3:22.) Esto no significaba simplemente tener conocimiento de lo que era bueno y malo para ellos, pues el primer hombre y la primera mujer tenían tal conocimiento gracias a los mandatos que Dios les había dado. Además, las palabras de Dios registradas en Génesis 3:22 no podían referirse a que entonces supiesen lo que era malo por haberlo experimentado, pues Jehová dijo que habían llegado a ser como Él, y es obvio que Él no ha aprendido lo que es malo por experiencia. (Sl 92:14, 15.) Es evidente, pues, que Adán y Eva llegaron a conocer lo bueno y lo malo en un sentido especial: juzgarían por sí mismos qué era bueno y qué era malo. De manera idolátrica, estaban colocando su juicio por encima del de Dios, y por su proceder de desobediencia se convirtieron, por decirlo así, en una ley para sí mismos, en lugar de obedecer a Jehová, quien tiene el derecho y la sabiduría necesaria para determinar lo bueno y lo malo. Su conocimiento o norma independiente de lo bueno y lo malo no era como el de Jehová. Por el contrario, les condujo a la miseria. (Jer 10:23.)