Es inexcusable la actitud déspota y ridícula de una persona que llamándose cristiano, defiende dogmas y enseñanzas de hombres, ya sea del lado de un legalista o del lado de un libertino. Ninguno de los dos tiene justificación delante de Dios.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
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Para el legalista, “todo es pecado” y para el libertino, “casi nada es pecado”<o
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El legalista se ampara disque, en “la doctrina” y el libertino se ampara, disque, en “el amor”<o
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El legalista, es esclavo de mandamientos de hombres y el libertino de la avaricia de hombres corruptos.<o
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El legalista no conoce la verdadera doctrina del evangelio y el libertino no la puede sufrir.<o
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El legalista y el libertino por igual son mediocres, ninguno, desde esas posiciones conocen el verdadero amor de Dios. Los hermanos pueden padecer necesidades al lado de ellos, y no los auxilian. Pero ambos, no soportan que se les señale las injusticias de sus líderes.<o
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El líder legalista como el libertino, lo único que les interesa es el diezmo y las ofrendas de las ovejas pero no les importan las ovejas. Aunque el legalista es un poco mejor en ese aspecto, a veces se ocupan de las ovejas aunque superficialmente. Pero, ambos líderes se enseñorean del rebaño del Señor y lo despedazan, sólo les interesa trasquilar las ovejas y amordazarlas para que ni siquiera opinen. Lamentablemente, los religiosos que están debajo de esos líderes, les obedecen tan fielmente, como deberían obedecer a Cristo, pero son rebeldes a Cristo.<o
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El legalista la emprende contra el libertino y viceversa, pero ambos están igualmente mal delante de Dios. ¿Entonces, que nos queda? ¿Qué haremos? Simplemente obedecer las escrituras, escudriñándolas sin prejuicios y sin gríngolas religiosas, y podrás ver lo simple y poderoso que es el santo evangelio de Cristo. De lo contrario, encontraremos guerras, y peleas, porque tendríamos bases diferentes, tantas, como tanta es la imaginación y la especulación religiosa.<o
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Pero, si todos nos fundamentáramos en la base de la palabra de Dios, sin prejuicios religiosos, y sin gríngolas de opiniones personales, sino simplemente las escrituras y su contexto escritural, histórico y cultural, entonces tendríamos mas unidad que lo que vemos hoy. Pero, todos, quieren ser maestros, para enseñar sus porquerías y sus prejuicios de generaciones, o de nueva onda.<o
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Si aprendemos y obedecemos la palabra de Dios, desde la palabra de Dios y no desde el punto de vista de una religión, o iglesia tal o cual, no habría tanta hipocresía y mediocridad como lamentablemente, se ve hoy.<o
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¡Dios tenga misericordia de nosotros!<o
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Para el legalista, “todo es pecado” y para el libertino, “casi nada es pecado”<o


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El legalista se ampara disque, en “la doctrina” y el libertino se ampara, disque, en “el amor”<o


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El legalista, es esclavo de mandamientos de hombres y el libertino de la avaricia de hombres corruptos.<o


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El legalista no conoce la verdadera doctrina del evangelio y el libertino no la puede sufrir.<o


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El legalista y el libertino por igual son mediocres, ninguno, desde esas posiciones conocen el verdadero amor de Dios. Los hermanos pueden padecer necesidades al lado de ellos, y no los auxilian. Pero ambos, no soportan que se les señale las injusticias de sus líderes.<o


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El líder legalista como el libertino, lo único que les interesa es el diezmo y las ofrendas de las ovejas pero no les importan las ovejas. Aunque el legalista es un poco mejor en ese aspecto, a veces se ocupan de las ovejas aunque superficialmente. Pero, ambos líderes se enseñorean del rebaño del Señor y lo despedazan, sólo les interesa trasquilar las ovejas y amordazarlas para que ni siquiera opinen. Lamentablemente, los religiosos que están debajo de esos líderes, les obedecen tan fielmente, como deberían obedecer a Cristo, pero son rebeldes a Cristo.<o


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El legalista la emprende contra el libertino y viceversa, pero ambos están igualmente mal delante de Dios. ¿Entonces, que nos queda? ¿Qué haremos? Simplemente obedecer las escrituras, escudriñándolas sin prejuicios y sin gríngolas religiosas, y podrás ver lo simple y poderoso que es el santo evangelio de Cristo. De lo contrario, encontraremos guerras, y peleas, porque tendríamos bases diferentes, tantas, como tanta es la imaginación y la especulación religiosa.<o


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Pero, si todos nos fundamentáramos en la base de la palabra de Dios, sin prejuicios religiosos, y sin gríngolas de opiniones personales, sino simplemente las escrituras y su contexto escritural, histórico y cultural, entonces tendríamos mas unidad que lo que vemos hoy. Pero, todos, quieren ser maestros, para enseñar sus porquerías y sus prejuicios de generaciones, o de nueva onda.<o


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Si aprendemos y obedecemos la palabra de Dios, desde la palabra de Dios y no desde el punto de vista de una religión, o iglesia tal o cual, no habría tanta hipocresía y mediocridad como lamentablemente, se ve hoy.<o


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¡Dios tenga misericordia de nosotros!<o

