Los elementos de la creación
se someten a ti,
pues tú eres su creador.
Estos mismos elementos
se enfurecen contra los malvados,
pero se calman para favorecer
a los que confían en ti.
Por eso la naturaleza
se transformó por completo
y se puso al servicio de tu bondad.
Así ayudó en todo a tu pueblo.
Dios nuestro,
tú permitiste que todo eso pasara
para que aprendieran tus amados hijos
que no son las cosechas
sino tu palabra la que alimenta
a los que en ti confían.
Sabiduría 16:24-26 TLAI
La tierra sufre
por los pecados de su pueblo.
La tierra languidece,
los cultivos se marchitan,
los cielos niegan la lluvia.
El país está corrompido
por el crimen;
el pueblo ha torcido
las leyes de Dios
y ha quebrantado
sus mandamientos eternos.
Por lo tanto sobre ellos cae
la maldición de Dios:
quedan aislados,
destruidos por la sequía,
pocos quedarán con vida.
Isaías 24:4-6 NBV
“NO HAY NADA NUEVO BAJO
EL SOL”
LA SEQUÍA QUE AZOTA A IRÁN
ES SIMILAR A LA DE EGIPTO
DESCRITA EN ISAÍAS 19,
SE REPITE LA INUTILIDAD
DE SUS RESPONSABLES
POLÍTICOS (O: FUNCIONARIOS).
Las aguas del Nilo no subirán
para inundar los campos;
el lecho del río estará totalmente seco.
Los canales del Nilo se secarán
y los arroyos de Egipto apestarán
por la podredumbre
de las cañas y los juncos.
Toda la vegetación en las orillas del río
y todos los sembrados en sus riberas
se secarán y se los llevará el viento.
Los pescadores se lamentarán
porque no tienen trabajo;
se quejarán los que lanzan
sus anzuelos al Nilo
y los que usan redes se desanimarán.
No habrá lino para los cosechadores
ni hilo para los tejedores.
Estarán desesperados,
y todos los obreros tendrán
el corazón angustiado.
¡Qué necios son los funcionarios de Zoán!
El mejor consejo que pueden dar
al rey de Egipto es absurdo y equivocado.
¿Seguirán jactándose de su sabiduría
delante del faraón?
¿Se atreverán a presumir
acerca de sus sabios antepasados?
¿Dónde están tus sabios consejeros, faraón?
Que ellos te digan lo que Dios tiene planeado,
lo que el Señor de los Ejércitos Celestiales
le hará a Egipto.
Los funcionarios de Zoán son unos necios,
y los funcionarios de Menfis son engañados.
Los líderes del pueblo
hicieron descarriar a Egipto.
El Señor envió sobre ellos
un espíritu de necedad,
para que todas sus sugerencias
sean equivocadas.
Ellos hacen que Egipto se tambalee
como un borracho en su vómito.
No hay nada que Egipto pueda hacer;
todos son débiles:
la cabeza y la cola,
la noble rama de palma y el humilde junco.
En aquel día, los egipcios
serán tan débiles como las mujeres.
Se encogerán de miedo
bajo el puño levantado del Señor
de los Ejércitos Celestiales.
Tan solo pronunciar
el nombre de Israel los aterrorizará,
porque el Señor de los Ejércitos Celestiales
ha trazado planes en contra de ellos.