Hay momentos en la vida espiritual donde Dios no pide tu opinión, sino tu determinación.
Momentos donde el cielo declara sobre ti una sola palabra: AVANZA.
Y cuando el Rey de reyes dice “adelante”… no existe sombra del pasado que pueda detenerte.
Pablo lo expresó con una claridad que atraviesa los siglos:
La instrucción es directa:
Dios te empuja hacia la salvación, hacia la gloria, hacia la plenitud en Cristo.
Una advertencia tan firme como amorosa:
No se trata de legalismo…
Se trata de propósito.
Retroceder es desconfiar. Retroceder es morir por dentro. Retroceder es darle espacio al enemigo donde Dios ya te dio victoria.
Hazlo como un soldado que se mira al espejo del alma:
Eso eres tú.
Una hija/o que avanza.
Una hija/o que se levanta.
Una hija/o que decide creer aunque el entorno grite lo contrario.
Y remata tu declaración con la verdad que rompe cadenas:
Cristo es tu fuerza.
Cristo es tu avance.
Cristo es tu victoria.
Ni tu pasado.
Ni tu error.
Ni tu caída.
Ni tu miedo.
Lo que Dios decreta, el infierno no lo puede deshacer.
Y Él ya decretó esto sobre ti: NO ES TIEMPO DE RETROCEDER.
¿Cuál es la “cosa del pasado” que Dios te está llamando a soltar definitivamente?
¿Estás avanzando por fe… o sobreviviendo por costumbre?
Momentos donde el cielo declara sobre ti una sola palabra: AVANZA.
Y cuando el Rey de reyes dice “adelante”… no existe sombra del pasado que pueda detenerte.
Dios te llama a olvidar lo que te estanca
Pablo lo expresó con una claridad que atraviesa los siglos:
“…olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, prosigo hacia la meta…”
— Filipenses 3:13-14 (DHHS94)
La instrucción es directa:
- Deja atrás el peso.
- Suelta la culpa.
- No vivas del ayer.
- No vuelvas a lo que ya venciste.
Dios te empuja hacia la salvación, hacia la gloria, hacia la plenitud en Cristo.
Dios lo dijo sin rodeos: ÉL NO SE COMPLACE EN EL RETROCESO
Una advertencia tan firme como amorosa:
“Mi justo vivirá por la fe; y si retrocede, Mi alma no se complacerá en él.”
— Hebreos 10:38 (NBLA)
No se trata de legalismo…
Se trata de propósito.
Retroceder es desconfiar. Retroceder es morir por dentro. Retroceder es darle espacio al enemigo donde Dios ya te dio victoria.
Declara tu identidad espiritual con valentía
Hazlo como un soldado que se mira al espejo del alma:
“Yo no soy de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma.”
— Hebreos 10:39 (NBLA)
Eso eres tú.
Una hija/o que avanza.
Una hija/o que se levanta.
Una hija/o que decide creer aunque el entorno grite lo contrario.
Y remata tu declaración con la verdad que rompe cadenas:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
— Filipenses 4:13
Cristo es tu fuerza.
Cristo es tu avance.
Cristo es tu victoria.
Si Dios dijo avance… entonces nada ni nadie puede frenarte
Ni tu pasado.
Ni tu error.
Ni tu caída.
Ni tu miedo.
Lo que Dios decreta, el infierno no lo puede deshacer.
Y Él ya decretó esto sobre ti: NO ES TIEMPO DE RETROCEDER.