Hola hermanos, escribo en esta ocasion para decirles que he decidido no asistir mas a la iglesia que iba, lo que paso es que exigian el diezmo y llamaban ladrones a los que no diezmaban y creo que toda esa forma de hablar era para mantener la iglesia y al pastor, me gusta ser cristiano pero no me gusta la forma en que obligan a las personas a asistir y a diezmar, el motivo por el cual he escrito en este foro es para saber sus opiniones.
No entiendo!
- Autor Raul2001
- Fecha de inicio
Hola Raúl, has tomado una decisión muy correcta. Cuando se hace de la religión un negocio... mal camino, y más utilizando el nombre de Dios para ello <IMG SRC="eek2.gif" border="0">.
En esta web puedes encontrar un libro que trata sobre el tema y se llama: "El Diezmo está Abolido", seguro que lo vas a disfrutar:
http://www.lawebcristiana.com/estudios/asp/diezmo.asp
Hasta Pronto.
B a r t
En esta web puedes encontrar un libro que trata sobre el tema y se llama: "El Diezmo está Abolido", seguro que lo vas a disfrutar:
http://www.lawebcristiana.com/estudios/asp/diezmo.asp
Hasta Pronto.
B a r t
Hola Raul...
Yo solamente te puedo decir que, no fijes tu mirada en los hombres ya que eso es algo que siempre hacemos nosotros como seres humanos, y eso no es lo que Dios quiere para nosotros... bueno como dice la Palabra del Señor... "Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos y en armonia" y el unico lugar en donde nosotros nos reunimos con nuestros hermanos es en el Templo... es por eso que se les llama la atencion a los hermanos que no asisten a sus cultos en los dias en que se debe estar en la Iglesia...
Por otro lado, los diezmos es tambien un mandato de nuestro Señor Jesucristo, ya que es como entregarle a Dios un poco de lo mucho que el nos ha dado a nosotros...
Asi que, te invito a que pienses bien las cosas antes de tomar una decision ya que recuerda que cuando llegue el dia del juicio todos seremos juzgados y ahi le rendiremos cuentas al Señor de las cosas que hicimos y de las que dejamos de hacer...
Sinceramente tu hermana en Cristo...
Alma. <IMG SRC="angel.gif" border="0">
Yo solamente te puedo decir que, no fijes tu mirada en los hombres ya que eso es algo que siempre hacemos nosotros como seres humanos, y eso no es lo que Dios quiere para nosotros... bueno como dice la Palabra del Señor... "Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos y en armonia" y el unico lugar en donde nosotros nos reunimos con nuestros hermanos es en el Templo... es por eso que se les llama la atencion a los hermanos que no asisten a sus cultos en los dias en que se debe estar en la Iglesia...
Por otro lado, los diezmos es tambien un mandato de nuestro Señor Jesucristo, ya que es como entregarle a Dios un poco de lo mucho que el nos ha dado a nosotros...
Asi que, te invito a que pienses bien las cosas antes de tomar una decision ya que recuerda que cuando llegue el dia del juicio todos seremos juzgados y ahi le rendiremos cuentas al Señor de las cosas que hicimos y de las que dejamos de hacer...
Sinceramente tu hermana en Cristo...
Alma. <IMG SRC="angel.gif" border="0">
Gracias Bart por tu respuesta muy interesante y lei el aticulo referente al diezmo abolido y estoy de acuerdo, el problema es que hay personas que piensan que hay que dar un poco de lo que ganamos a Dios ( aunque pienso que todo le pertenece a Dios), y quiero decirle a estas personas que defienden el diezmo que prefiero dar parte de mis ganancias a los pobres, enfermos, ancianos etc. ya que asi se a quien llega el dinero, pero si algun hermano hipnotizado por su pastor me dira que debo darlo a la iglesia y seguro que de eso se beneficia el pastor, por eso la amenaza y la presion de el mismo pastor.
Me gustaria encontrar una iglesia donde se reunan solo por amor a Dios y no al dinero!y que se anime a sus miembro a ayudar o donar a los pobres.
Me gustaria encontrar una iglesia donde se reunan solo por amor a Dios y no al dinero!y que se anime a sus miembro a ayudar o donar a los pobres.
Raul, raul, raul permitame detenerlo un momento sabe que hay veces que cuando uno pide un consejo ya tiene una idea preconsevida en el corazón y si alguien le contesta conforme a la idea lo acepta pero le recuerdo que usted vino aqui a pedir consejo y despues tomarlos y ver si la Biblia se los aprueba y si es asi son consejos sabios, sino deshechelos, y si usted quiere ir a una Iglesia donde se predique el Evangelio verdadero donde quiera le hablaran del Diezmo y es El Señor el que habla del que no le da el Diezmo es Ladron y los ladrones no entraran al cielo, a lo mejor eso es lo que estaban diciendo y usted no capto el mensaje positivo y le entiendo porque cuando yo ando mal delante del Señor y el Señor usa sus Vasos para hablar ami vida aquello es como Limon que cae en la llaga arde por algo en una ocación Pedro le dijo a Jesús Señor es dura tu palabra y usted cree que El Señor lo contemplo NO le dijo: te quieres ir tu también. Si usted quiere saber la verdad del asunto es bien sencillo doble sus rodillitas y preguntele al que lo estipulo (El Diezmo) yo se que le contestara con Amor.
En la congregación cristiana primitiva no se obligaba a nadie a contribuir. A este respecto, Pablo escribió: “Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre”. (2Cor 9:7.)
SI QUIERES PODEMOS TENER CONTACTO SOBRE LO QUE QUIERAS.UN SALUDO.
[email protected]
------------------
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Lusante gracias y estoy de acuerdo contigo debe de ser voluntario y de corazon, cuando estaba en aquella congregacion se obligaba a las personas a hacerlo te digo que yo no entendi jamas lo del diezmo (porque veia gente alli reunida muy pobre y el pastor con mucho lujo) pero era tanto la insistencia del pastor que a la final daba pero era obligado y por temor a lo que decia el pastor y una iglesia fundamentada en el temor no es de Dios toda iglesia debe de fundamentarse en el amor! y esa fue en escencia de la enseñanza de Jesus, él era intolerable con los religiosos de su epoca y no eran humildes, Jesus jamas obligo a nadie a hacer nada, tampoco amenzo para que nadie diezmara todo lo hacia por amor al Padre.
y yo no he escrito para recibir consejo puse el mensaje para saber sus opiniones.
y yo no he escrito para recibir consejo puse el mensaje para saber sus opiniones.
Raúl.
Te contesto porque yo doy el diezmo en mi congregación, desde hace muchos años.
Lo hago no porque esté hipnotizada, ni concientizada, ni nada parecido, sino que he comprendido que es una salvaguarda muy preciada de Dios hacia mí, en el sentido de que a través de la DEVOLUCIÓN del diezmo el Señor trata de corregir mi egoísmo y el amor a mí misma.
Si bien es cierto muchas veces se utilizan mal estos recursos, ya no es responsabilidad del que diezma, sino del que ADMINISTRA dichos dineros.
Confío en que en mi iglesia se utilicen para la predicación del evangelio, y si así no fuera, yo tengo mi conciencia tranquila.
También comprendo que el diezmo está puesto para que dependamos absolutamente de Dios, en el sentido de reconocer que todas las bendiciones que nos da, lo que somos y lo que tenemos, corresponden a su benevolencia y a su misericordia. Si lo pensamos detenidamente el Señor no necesita mi dinero para hacer que el evangelio sea esparcido por los lugares donde no se le conoce. ¡El es el dueño de todo el oro y las riquezas del mundo! así que un objetivo más interesante debe tener.
Por otro lado, si tu pastor utiliza mal los diezmos, y en vez de sustentar con ellos a las viudas y a los huérfanos, y de suplir las necesidades de su congregación lo invierte todo en beneficio propio y de su propia familia, será juzgado justamente por Dios, que prueba los corazones y conoce todo lo oculto.
Mi testimonio al respecto es que disfruto dando el diezmo, porque siento que de esa forma aprendo a ser menos egoísta... es sólo el 10 % ¿qué tal si hubiera pedido el 50%?
El diezmo es como el trabajo, instituido por Dios en el Edén. muchas veces se nos hace gravoso, penoso, agotador, sin embargo Dios lo puso para nuestro bienestar físico y espiritual.
El diezmo no está abolido, porque es una manifestación palpable de que nuestra vida pertenece a Dios por completo, incluyendo nuestro dinero.
Bendiciones.
Geo.
Te contesto porque yo doy el diezmo en mi congregación, desde hace muchos años.
Lo hago no porque esté hipnotizada, ni concientizada, ni nada parecido, sino que he comprendido que es una salvaguarda muy preciada de Dios hacia mí, en el sentido de que a través de la DEVOLUCIÓN del diezmo el Señor trata de corregir mi egoísmo y el amor a mí misma.
Si bien es cierto muchas veces se utilizan mal estos recursos, ya no es responsabilidad del que diezma, sino del que ADMINISTRA dichos dineros.
Confío en que en mi iglesia se utilicen para la predicación del evangelio, y si así no fuera, yo tengo mi conciencia tranquila.
También comprendo que el diezmo está puesto para que dependamos absolutamente de Dios, en el sentido de reconocer que todas las bendiciones que nos da, lo que somos y lo que tenemos, corresponden a su benevolencia y a su misericordia. Si lo pensamos detenidamente el Señor no necesita mi dinero para hacer que el evangelio sea esparcido por los lugares donde no se le conoce. ¡El es el dueño de todo el oro y las riquezas del mundo! así que un objetivo más interesante debe tener.
Por otro lado, si tu pastor utiliza mal los diezmos, y en vez de sustentar con ellos a las viudas y a los huérfanos, y de suplir las necesidades de su congregación lo invierte todo en beneficio propio y de su propia familia, será juzgado justamente por Dios, que prueba los corazones y conoce todo lo oculto.
Mi testimonio al respecto es que disfruto dando el diezmo, porque siento que de esa forma aprendo a ser menos egoísta... es sólo el 10 % ¿qué tal si hubiera pedido el 50%?
El diezmo es como el trabajo, instituido por Dios en el Edén. muchas veces se nos hace gravoso, penoso, agotador, sin embargo Dios lo puso para nuestro bienestar físico y espiritual.
El diezmo no está abolido, porque es una manifestación palpable de que nuestra vida pertenece a Dios por completo, incluyendo nuestro dinero.
Bendiciones.
Geo.
Dejé de lado algo muy importante, por eso te vuelvo a escribir.
Si te remites a Malaquías 3: 6-12 comprenderás que no es el pastor quien trata de ladrones a quienes no devuelven el diezmo, ¡es Dios mismo! y no se trata de que este requerimiento haya sido dado sólo a los judíos, ya que si te fijas en el versículo 6 dice YO JEHOVA NO CAMBIO. ¿Por qué, si siendo ellos su pueblo, les pedía el diezmo, no lo haría con nosotros, que somos el Israel espiritual? ES JEHOVA QUE NO CAMBIA quien pide esto de nosotros. Lee atentamente ese texto, que no es el único que habla de diezmar. Puedes probar a Dios al respecto, ser fiel en la devolución de tus diezmos y verás que se cumple la palabra dada en el versículo 10 ¡doy testimonio de que es así!
Y fijate que uso la palabra DEVOLVER, no DAR el diezmo ¿por qué? porque uno sólo roba lo que le pertenece A OTRO. Si todo mi sueldo (salario) fuera mío, mal podría Dios decirme que le estoy robando. Pues bien, este 10% es de Él, y me pide que se lo devuelva. ¿no lo quiero hacer? ¡soy libre de hacerlo!, Dios no obliga a nadie a nada, pero sepas desde ya que según su propia Palabra, y según sus propias palabras, al quedarme con ese porcentaje me estoy quedando con algo que no es mío. Para más abundar Dios considera robo cuando damos ofrendas mezquinas (¿recuerdas lo que te dije de tratar con nuestro egoísmo?) y en vez de ofrendas más parece limosna lo que entregamos en la iglesia. ¿tenemos temor de que al diezmar o al ofrendar generosamente para la CAUSA DE LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO nos quedemos sin lo necesario para vivir, para sustentar a nuestra familia? Lee la 2º parte del versículo 10 y el 11, y el 12 dice que todas las naciones nos dirán bienaventurados, porque seremos (tierra) deseable)... dice Jehová de los ejércitos. ¿mejor aval que ese? nunca, en ninguna parte.
bueno, eso era lo que te tenía que decir. Ojalá que te ayude a meditar en esto, y lee el chiste que aparece un poco más arriba. Realmente a veces uno entiende lo que quiere entender.
Bendiciones nuevamente.
Geo
Si te remites a Malaquías 3: 6-12 comprenderás que no es el pastor quien trata de ladrones a quienes no devuelven el diezmo, ¡es Dios mismo! y no se trata de que este requerimiento haya sido dado sólo a los judíos, ya que si te fijas en el versículo 6 dice YO JEHOVA NO CAMBIO. ¿Por qué, si siendo ellos su pueblo, les pedía el diezmo, no lo haría con nosotros, que somos el Israel espiritual? ES JEHOVA QUE NO CAMBIA quien pide esto de nosotros. Lee atentamente ese texto, que no es el único que habla de diezmar. Puedes probar a Dios al respecto, ser fiel en la devolución de tus diezmos y verás que se cumple la palabra dada en el versículo 10 ¡doy testimonio de que es así!
Y fijate que uso la palabra DEVOLVER, no DAR el diezmo ¿por qué? porque uno sólo roba lo que le pertenece A OTRO. Si todo mi sueldo (salario) fuera mío, mal podría Dios decirme que le estoy robando. Pues bien, este 10% es de Él, y me pide que se lo devuelva. ¿no lo quiero hacer? ¡soy libre de hacerlo!, Dios no obliga a nadie a nada, pero sepas desde ya que según su propia Palabra, y según sus propias palabras, al quedarme con ese porcentaje me estoy quedando con algo que no es mío. Para más abundar Dios considera robo cuando damos ofrendas mezquinas (¿recuerdas lo que te dije de tratar con nuestro egoísmo?) y en vez de ofrendas más parece limosna lo que entregamos en la iglesia. ¿tenemos temor de que al diezmar o al ofrendar generosamente para la CAUSA DE LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO nos quedemos sin lo necesario para vivir, para sustentar a nuestra familia? Lee la 2º parte del versículo 10 y el 11, y el 12 dice que todas las naciones nos dirán bienaventurados, porque seremos (tierra) deseable)... dice Jehová de los ejércitos. ¿mejor aval que ese? nunca, en ninguna parte.
bueno, eso era lo que te tenía que decir. Ojalá que te ayude a meditar en esto, y lee el chiste que aparece un poco más arriba. Realmente a veces uno entiende lo que quiere entender.
Bendiciones nuevamente.
Geo
espero que esta esplicacion mas detallada allude al que tenga dudas,unsaludo para todos.
diezmo
Décima parte o diez por ciento dado o pagado como tributo, en especial con propósitos religiosos.
En la Biblia se relatan dos ocasiones anteriores a la entrada en vigor del pacto de la Ley, en las que se le dieron a Dios o a un representante suyo una décima parte de las posesiones. La primera de ellas fue cuando Abrahán le dio a Melquisedec una décima parte del despojo de su victoria sobre Kedorlaomer y sus aliados. (Gé 14:18-20.) El apóstol Pablo cita este incidente como prueba de que el sacerdocio de Cristo a la manera de Melquisedec es superior al de Leví, puesto que Leví, que estaba “en los lomos” de Abrahán, pagó diezmos a Melquisedec. (Heb 7:4-10.) El segundo caso tiene que ver con Jacob, quien en Betel hizo un voto de darle una décima parte de sus bienes materiales a Dios. (Gé 28:20-22.)
Sin embargo, en esos dos relatos se habla tan solo de que alguien dio voluntariamente un diezmo. No hay ningún registro de que Abrahán o Jacob ordenasen a sus descendientes seguir tales ejemplos, estableciendo así una práctica religiosa, una costumbre o una ley. En el caso de Jacob, habría sido innecesario hacer un voto si ya se hubiera encontrado bajo la obligación de pagar diezmos. Por lo tanto, es obvio que el pago de diezmos no era una costumbre o una ley entre los antiguos hebreos. Se instituyó con la inauguración del pacto de la Ley y no antes.
Leyes mosaicas relativas a pagar diezmos. Jehová dio a Israel leyes acerca de los diezmos con propósitos concretos. Al parecer había dos diezmos sobre el ingreso anual, a excepción del año sabático, en el que no se pagaba ningún diezmo puesto que no se esperaba ningún ingreso. (Le 25:1-12.) Sin embargo, algunos eruditos creen que solo había un diezmo. Los diezmos venían a añadirse a las primicias, que tenían que ofrecerse obligatoriamente a Jehová. (Éx 23:19; 34:26.)
El primer diezmo, que consistía en una décima parte del producto de la tierra, de los árboles frutales y de las vacadas y los rebaños (quizás del aumento que hubiesen experimentado), se llevaba al santuario y se daba a los levitas, ya que ellos no tenían ninguna herencia en la tierra, sino que estaban dedicados al servicio del santuario. (Le 27:30-32; Nú 18:21, 24.) A su vez, los levitas daban una décima parte de lo que recibían al sacerdocio aarónico para su sustento. (Nú 18:25-29.)
El grano se trillaba y el fruto de la vid y del olivo se convertía en vino y aceite antes de entregarlos como diezmo. (Nú 18:27, 30; Ne 10:37.) Si en lugar del diezmo del producto, un israelita deseaba dar el valor en dinero, podía hacerlo, pero tenía que añadir una quinta parte adicional al valor del producto. (Le 27:31.) El caso del rebaño y del hato era diferente. A medida que los animales salían por la puerta del aprisco uno a uno, el propietario marcaba con una vara uno de cada diez como el diezmo, sin examinarlo o seleccionarlo. (Le 27:32, 33.)
Parece ser que había otro diezmo, un segundo diezmo, que se apartaba cada año para otros propósitos distintos del apoyo directo al sacerdocio levítico, aunque los levitas recibían parte de él. Por lo general, las familias israelitas lo usaban y lo disfrutaban en gran medida cuando se reunían en las fiestas nacionales. En los casos en que la distancia a Jerusalén era demasiado grande para llevar hasta allí este diezmo, el producto se convertía en dinero, que se empleaba en Jerusalén para el mantenimiento y el disfrute de la familia durante la convocación santa. (Dt 12:4-7, 11, 17, 18; 14:22-27.) Hacia el final de cada tercer y sexto año del ciclo sabático de siete años, este diezmo, en vez de usarse para sufragar gastos en las asambleas nacionales, se apartaba para los levitas, residentes forasteros, viudas y huérfanos de la comunidad local. (Dt 14:28, 29; 26:12.)
Estas leyes sobre el diezmo a las que estaban sujetos los israelitas no eran excesivas. No hay que olvidar que Dios prometió hacer prosperar a Israel abriendo “las compuertas de los cielos” si se obedecían las leyes de los diezmos. (Mal 3:10; Dt 28:1, 2, 11-14.) Cuando el pueblo se hacía negligente respecto al pago del diezmo, el servicio del sacerdocio sufría, puesto que los sacerdotes y los levitas se veían obligados a trabajar seglarmente y por consiguiente descuidaban sus servicios ministeriales. (Ne 13:10.) Tal infidelidad contribuía a la decadencia de la adoración verdadera. Es lamentable que cuando las diez tribus apostataron con la adoración de becerros, utilizaron el diezmo para apoyar esta adoración falsa. (Am 4:4, 5.) Por otra parte, cuando Israel fue fiel a Jehová y estuvo bajo la gobernación de administradores justos, se restableció el pago de diezmos a los levitas, y Jehová, fiel a su promesa, hizo que no hubiese escasez. (2Cr 31:4-12; Ne 10:37, 38; 12:44; 13:11-13.)
La Ley no prescribía ningún castigo para la persona que no pagase el diezmo. Jehová colocó a los israelitas bajo la obligación moral de pagarlo y dos veces en cada ciclo sabático, es decir, al final de cada tercer y sexto año, tenían que confesar delante de Él que se había pagado en su totalidad. (Dt 26:12-15.) Cualquier cosa que se retenía de forma indebida se consideraba como algo robado a Dios. (Mal 3:7-9.)
En el siglo I E.C. los líderes religiosos judíos, en particular los escribas y fariseos, hicieron del diezmo y otras obras externas un despliegue de adoración santurrona, pero su corazón estaba muy alejado de Dios. (Mt 15:1-9.) Jesús los reprendió por su actitud egoísta e hipócrita, subrayando que eran meticulosos en dar el décimo de “la hierbabuena y del eneldo y del comino” (algo que, de todos modos, era su obligación), pero que al mismo tiempo desatendían “los asuntos de más peso de la Ley, a saber: la justicia y la misericordia y la fidelidad”. (Mt 23:23; Lu 11:42.) En una ilustración Jesús contrastó al fariseo orgulloso que se creía justo —por sus obras de ayuno y los diezmos que daba— con el recaudador de impuestos que, a pesar de ser menospreciado por el fariseo, se humilló, confesó sus pecados a Dios y rogó misericordia divina. (Lu 18:9-14.)
Los cristianos no han de pagar el diezmo. En ningún momento se les ordenó a los cristianos del primer siglo que pagasen diezmos. Bajo la Ley, el propósito principal había sido apoyar el templo de Israel y su sacerdocio. Por consiguiente, la obligación de pagar el diezmo cesaría cuando el pacto de la ley mosaica finalizase, al llegar a su fin con la muerte de Cristo en el madero de tormento. (Ef 2:15; Col 2:13, 14.) Es cierto que los sacerdotes levíticos continuaron sirviendo en el templo de Jerusalén hasta que fue destruido en el año 70 E.C., pero desde 33 E.C. los cristianos llegaron a ser parte de un sacerdocio espiritual nuevo, un sacerdocio que no necesitaba diezmos. (Ro 6:14; Heb 7:12; 1Pe 2:9.)
A los cristianos se les animaba a apoyar el ministerio, tanto mediante su propia actividad ministerial como mediante sus contribuciones materiales. En vez de dar cantidades fijas para sufragar los gastos de la congregación, habían de contribuir ‘según lo que tenía la persona’, dando ‘como lo había resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre’. (2Co 8:12; 9:7.) Se les animó a seguir el principio: “Que los ancianos que presiden excelentemente sean tenidos por dignos de doble honra, especialmente los que trabajan duro en hablar y enseñar. Porque la escritura dice: ‘No debes poner bozal al toro cuando trilla el grano’; también: ‘El trabajador es digno de su salario’”. (1Ti 5:17, 18.) Sin embargo, el apóstol Pablo dejó un buen ejemplo al no convertirse en una carga económica indebida para la congregación. (Hch 18:3; 1Te 2:9.)
diezmo
Décima parte o diez por ciento dado o pagado como tributo, en especial con propósitos religiosos.
En la Biblia se relatan dos ocasiones anteriores a la entrada en vigor del pacto de la Ley, en las que se le dieron a Dios o a un representante suyo una décima parte de las posesiones. La primera de ellas fue cuando Abrahán le dio a Melquisedec una décima parte del despojo de su victoria sobre Kedorlaomer y sus aliados. (Gé 14:18-20.) El apóstol Pablo cita este incidente como prueba de que el sacerdocio de Cristo a la manera de Melquisedec es superior al de Leví, puesto que Leví, que estaba “en los lomos” de Abrahán, pagó diezmos a Melquisedec. (Heb 7:4-10.) El segundo caso tiene que ver con Jacob, quien en Betel hizo un voto de darle una décima parte de sus bienes materiales a Dios. (Gé 28:20-22.)
Sin embargo, en esos dos relatos se habla tan solo de que alguien dio voluntariamente un diezmo. No hay ningún registro de que Abrahán o Jacob ordenasen a sus descendientes seguir tales ejemplos, estableciendo así una práctica religiosa, una costumbre o una ley. En el caso de Jacob, habría sido innecesario hacer un voto si ya se hubiera encontrado bajo la obligación de pagar diezmos. Por lo tanto, es obvio que el pago de diezmos no era una costumbre o una ley entre los antiguos hebreos. Se instituyó con la inauguración del pacto de la Ley y no antes.
Leyes mosaicas relativas a pagar diezmos. Jehová dio a Israel leyes acerca de los diezmos con propósitos concretos. Al parecer había dos diezmos sobre el ingreso anual, a excepción del año sabático, en el que no se pagaba ningún diezmo puesto que no se esperaba ningún ingreso. (Le 25:1-12.) Sin embargo, algunos eruditos creen que solo había un diezmo. Los diezmos venían a añadirse a las primicias, que tenían que ofrecerse obligatoriamente a Jehová. (Éx 23:19; 34:26.)
El primer diezmo, que consistía en una décima parte del producto de la tierra, de los árboles frutales y de las vacadas y los rebaños (quizás del aumento que hubiesen experimentado), se llevaba al santuario y se daba a los levitas, ya que ellos no tenían ninguna herencia en la tierra, sino que estaban dedicados al servicio del santuario. (Le 27:30-32; Nú 18:21, 24.) A su vez, los levitas daban una décima parte de lo que recibían al sacerdocio aarónico para su sustento. (Nú 18:25-29.)
El grano se trillaba y el fruto de la vid y del olivo se convertía en vino y aceite antes de entregarlos como diezmo. (Nú 18:27, 30; Ne 10:37.) Si en lugar del diezmo del producto, un israelita deseaba dar el valor en dinero, podía hacerlo, pero tenía que añadir una quinta parte adicional al valor del producto. (Le 27:31.) El caso del rebaño y del hato era diferente. A medida que los animales salían por la puerta del aprisco uno a uno, el propietario marcaba con una vara uno de cada diez como el diezmo, sin examinarlo o seleccionarlo. (Le 27:32, 33.)
Parece ser que había otro diezmo, un segundo diezmo, que se apartaba cada año para otros propósitos distintos del apoyo directo al sacerdocio levítico, aunque los levitas recibían parte de él. Por lo general, las familias israelitas lo usaban y lo disfrutaban en gran medida cuando se reunían en las fiestas nacionales. En los casos en que la distancia a Jerusalén era demasiado grande para llevar hasta allí este diezmo, el producto se convertía en dinero, que se empleaba en Jerusalén para el mantenimiento y el disfrute de la familia durante la convocación santa. (Dt 12:4-7, 11, 17, 18; 14:22-27.) Hacia el final de cada tercer y sexto año del ciclo sabático de siete años, este diezmo, en vez de usarse para sufragar gastos en las asambleas nacionales, se apartaba para los levitas, residentes forasteros, viudas y huérfanos de la comunidad local. (Dt 14:28, 29; 26:12.)
Estas leyes sobre el diezmo a las que estaban sujetos los israelitas no eran excesivas. No hay que olvidar que Dios prometió hacer prosperar a Israel abriendo “las compuertas de los cielos” si se obedecían las leyes de los diezmos. (Mal 3:10; Dt 28:1, 2, 11-14.) Cuando el pueblo se hacía negligente respecto al pago del diezmo, el servicio del sacerdocio sufría, puesto que los sacerdotes y los levitas se veían obligados a trabajar seglarmente y por consiguiente descuidaban sus servicios ministeriales. (Ne 13:10.) Tal infidelidad contribuía a la decadencia de la adoración verdadera. Es lamentable que cuando las diez tribus apostataron con la adoración de becerros, utilizaron el diezmo para apoyar esta adoración falsa. (Am 4:4, 5.) Por otra parte, cuando Israel fue fiel a Jehová y estuvo bajo la gobernación de administradores justos, se restableció el pago de diezmos a los levitas, y Jehová, fiel a su promesa, hizo que no hubiese escasez. (2Cr 31:4-12; Ne 10:37, 38; 12:44; 13:11-13.)
La Ley no prescribía ningún castigo para la persona que no pagase el diezmo. Jehová colocó a los israelitas bajo la obligación moral de pagarlo y dos veces en cada ciclo sabático, es decir, al final de cada tercer y sexto año, tenían que confesar delante de Él que se había pagado en su totalidad. (Dt 26:12-15.) Cualquier cosa que se retenía de forma indebida se consideraba como algo robado a Dios. (Mal 3:7-9.)
En el siglo I E.C. los líderes religiosos judíos, en particular los escribas y fariseos, hicieron del diezmo y otras obras externas un despliegue de adoración santurrona, pero su corazón estaba muy alejado de Dios. (Mt 15:1-9.) Jesús los reprendió por su actitud egoísta e hipócrita, subrayando que eran meticulosos en dar el décimo de “la hierbabuena y del eneldo y del comino” (algo que, de todos modos, era su obligación), pero que al mismo tiempo desatendían “los asuntos de más peso de la Ley, a saber: la justicia y la misericordia y la fidelidad”. (Mt 23:23; Lu 11:42.) En una ilustración Jesús contrastó al fariseo orgulloso que se creía justo —por sus obras de ayuno y los diezmos que daba— con el recaudador de impuestos que, a pesar de ser menospreciado por el fariseo, se humilló, confesó sus pecados a Dios y rogó misericordia divina. (Lu 18:9-14.)
Los cristianos no han de pagar el diezmo. En ningún momento se les ordenó a los cristianos del primer siglo que pagasen diezmos. Bajo la Ley, el propósito principal había sido apoyar el templo de Israel y su sacerdocio. Por consiguiente, la obligación de pagar el diezmo cesaría cuando el pacto de la ley mosaica finalizase, al llegar a su fin con la muerte de Cristo en el madero de tormento. (Ef 2:15; Col 2:13, 14.) Es cierto que los sacerdotes levíticos continuaron sirviendo en el templo de Jerusalén hasta que fue destruido en el año 70 E.C., pero desde 33 E.C. los cristianos llegaron a ser parte de un sacerdocio espiritual nuevo, un sacerdocio que no necesitaba diezmos. (Ro 6:14; Heb 7:12; 1Pe 2:9.)
A los cristianos se les animaba a apoyar el ministerio, tanto mediante su propia actividad ministerial como mediante sus contribuciones materiales. En vez de dar cantidades fijas para sufragar los gastos de la congregación, habían de contribuir ‘según lo que tenía la persona’, dando ‘como lo había resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre’. (2Co 8:12; 9:7.) Se les animó a seguir el principio: “Que los ancianos que presiden excelentemente sean tenidos por dignos de doble honra, especialmente los que trabajan duro en hablar y enseñar. Porque la escritura dice: ‘No debes poner bozal al toro cuando trilla el grano’; también: ‘El trabajador es digno de su salario’”. (1Ti 5:17, 18.) Sin embargo, el apóstol Pablo dejó un buen ejemplo al no convertirse en una carga económica indebida para la congregación. (Hch 18:3; 1Te 2:9.)
Que tiene de particular o malo que el 10% se los de a los necesitados? y recuerden que Dios ama al dador alegre, me siento mas contento cuando le doy el diezmo a los necesitados, talvez algun dia encuentre alguna congregacion en donde me sienta feliz diezmando pero por el momento lo dare a los necesitados.
Gracias a todos por sus opiniones!
Gracias a todos por sus opiniones!
Raul, usted comenzo asi: Hola hermanos, escribo en esta ocasion para decirles que he decidido no asistir mas a la iglesia que iba, lo que paso es que exigian el diezmo. y estoy completamente de acuerdo con usted porque de la forma que se expresaba aquel pastor no es correcta, luego mas adelante alguien puso este texto Mateo 23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. y en el se encuentra exactamente lo que usted quiere hacer, permitame explicarle cuando Jesús dice: diezmáis la menta y el eneldo y el comino, entendemos que Él (Jesús)esta hablando del Diezmo y cuando habla de lo más importante que es la justicia, la misericordia y la fe. se refiere a darle a los pobres que es exactamente lo que usted quiere hacer, pero no nos olvidemos de esta parte que espesifico Jesús "Esto era necesario hacer" o sea La Justicia, y aclara lo siguiente: pero sin dejar de hacer aquello. (El Diesmo) No tiene nada de malo que usted quiera darle su dinero a los pobres pero no deje de Diezmar. Busque una Iglesia donde se predique a Jesucristo como maxima autoridad. y disculpeme si al principio no entendi su necesidad. Que Dios Le Bendiga
Mil gracias a todos lo que dieron sus opiniones deberas que ahora tengo una vision mas amplia respecto al tema y tendre un conocimiento mas profundo para tomar desiciones, que Dios los bendiga a todos!
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<IMG SRC="saltorojo.gif" border="0"> <IMG SRC="saltoazul.gif" border="0"> <IMG SRC="saltorosa.gif" border="0">VARON DIOS TE BENDIGA MELAMENTO DE QUE TE ALLAS IDO DE LA IGLESIA POR QUE NO QUIERAS DAR DIEZMOS VARON YO SOY UN JOVEN DE 18 ANOS Y DEBERAS HAY QUE DECIRTE LA VERDAD HACERCA DEL DIEZMO LA BIBLIA DICE EN MALAQUIAS CAP 3 VERCICULOS 6 AL 12 QUE EL PUEBLO LE ABIA ROBADO A DIOS EN LOS DIESMOS Y DIOS LES DIJO QUE ELLOS LE HABIAN ROBADO EN LOS DIESMOS HACI QUE VARON AUQUE EL HOMBRE QUIERA COJER EL DIESMO PARA ELLOS NO IMPORTA, SINO TU CUMPLE CON LA PALABRA DE DIOS Y COPERA CON LA OBRA.
DIOS TE BENDIGA LA UNCION 2001:
MIGUEL BERROA <IMG SRC="angel.gif" border="0">
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