Mateo 16: 24 - 27
24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Negarse a si mismo, significa que el servidor del Señor no debe buscar su propia gloria ni fama ni dinero, sino que debe predicar para que Jesús sea glorificado por la gente y ponga su confianza en El. -no debe pensar en hacer negocios o escalar posiciones sociales y económica
25 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará.
Quien quiera salvar su vida, es justamente lo contrario de negarse a si mismo. - y negarse a si mismo significa perder esa vida cómoda que buscamos.
26 Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?
27 «Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta
Todos estamos condenados a morir un día u otro, lo importante.es la vida después de la muerte. la vida eterna, pero para entrar al Reino de los Cielos, debemos seguir una conducta establecida en el Evangelio que es palabra de Dios.
24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Negarse a si mismo, significa que el servidor del Señor no debe buscar su propia gloria ni fama ni dinero, sino que debe predicar para que Jesús sea glorificado por la gente y ponga su confianza en El. -no debe pensar en hacer negocios o escalar posiciones sociales y económica
25 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará.
Quien quiera salvar su vida, es justamente lo contrario de negarse a si mismo. - y negarse a si mismo significa perder esa vida cómoda que buscamos.
26 Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?
27 «Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta
Todos estamos condenados a morir un día u otro, lo importante.es la vida después de la muerte. la vida eterna, pero para entrar al Reino de los Cielos, debemos seguir una conducta establecida en el Evangelio que es palabra de Dios.