El Evangelio cómodo y la fe sin llama
¿Qué pasó con el fuego que nos quemaba por dentro?
¿Recuerdas cuando orar no era una carga, sino un deleite?
Hoy, muchos cristianos asisten a la iglesia como quien va al banco: cumplen, pero no aman.
La tibieza no es falta de fe… es fe sin pasión. Es el autoengaño del que canta sin creer, predica sin vivir, aplaude sin obedecer.
UNA HISTORIA EN CÁMARA LENTA
¿Has notado cómo se enfría el corazón en silencio?
No sucede de golpe, sino con pequeñas concesiones:
- “Hoy no oro, estoy cansado.”
- “Ya no siento nada en la alabanza.”
- “Prefiero no involucrarme… sólo observar.”
Diagnóstico: El fuego se apagó, pero aún hay humo.
Esperanza: Dios no desecha mechas humeantes, Él sopla vida otra vez.

— Apocalipsis 2:4
De Laodicea a la Iglesia Moderna
El ayer no está tan lejos del hoy...
Hoy la tibieza se disfraza de “madurez espiritual”.
Ya no lloramos en el altar, solo analizamos.
Ya no hay pasión en el servicio, solo agendas.
Ejemplos de tibieza moderna:
- Líderes que predican sin orar.
- Creyentes que solo asisten si les “agrada el mensaje”.
- Iglesias más centradas en likes que en almas.
- Grupos que oran por costumbre, no por convicción.

— Apocalipsis 3:16
UNA HISTORIA QUE AÚN DUELE
Un joven se acercó tras el culto, su rostro pálido.
— “Pastor, siento que Dios ya no me habla.”
— “¿Y cuándo fue la última vez que tú le hablaste con sinceridad?”
Se hizo un silencio que gritaba. Lágrimas. Aún asiste… pero vacío.
PALABRAS QUE ARDEN


















¿QUÉ TIBIEZA HAY EN MÍ?
Antes orabas con lágrimas… hoy apenas cierras los ojos.
Antes servías con gozo… hoy lo haces por obligación.
Antes anhelabas su presencia… hoy solo su bendición.

“Señor, ¿qué parte de mí se ha enfriado sin darme cuenta?”


ÚLTIMO LLAMADO: REAVIVA O SERÁS REEMPLAZADO
Ya no hay tiempo para medias tintas.
El evangelio cómodo no transforma a nadie.
La iglesia tibia no cambia naciones.




