Es importante que lean todo para comprender lo que me sucede. Muchas gracias.
Desde muy temprana edad (8 años) he estado expuesto a la pornografia por mi hermano mayor y desde ese momento yo creo que hubo un cambio en mí forma de ver las cosas. Ya no tenía un comportamiento normal, empecé a imaginar las mismas situaciones que veía en las peliculas, en mi entorno, me excitaban mis compañeras y yo mismo me autodenominaba raro por esto. Porque cualquier niño piensa en divertirse y pasarla bien, en cambio, yo solo me interesaba por cosas sexuales. En mi adolescencia, más de lo mismo, fue una fase que me marco mucho. La secundaria es algo lindo que jamas se vuelve a vivir y creo que están todos de acuerdo. Pero yo, durante toda mi estadía en la secundaria, estuve obsesionado con tener sexo con chicas y ser como los chicos más populares a tal punto de querer tener sexo hasta con mi prima traicionando mis valores morales y éticos que me habían inculcado desde chico, y es esto último un antes y después de mí. Hasta los 13 no había hecho nada malo por lo cual me tenga que arrepentir ni nada fuera de lo normal, pero creo que lo que hice con mi prima fue tocar fondo (sucedió a mis 13 años). Este hecho me marcó mucho, de tal forma, que me empecé a aislar mentalmente de mis amigos y mi familia, comencé a tener miedo de que alguien se entere lo que intenté hacer para lograr mi objetivo e intente ocultarlo lo más posible. Por ser debil, querer seguir a los chicos populares, y que no me traten de virgen, intente hacer algo indebido que me perturba hasta el día de hoy con 22 años. Esto sinceramente me cansó y decidí sacarlo a la luz para que lo lean y comprendan como me perturba. Me siento muy diferente a las personas de mi entorno, veo muchas personas sanas y alegres, con un enfoque de la vida más positivo, disfrutando su juventud, compartiendo sus ideas, sociabilizando, sin manchas en su expediente, con el poder de amar y de dar cariño a otro ser, siento que todo eso es un lujo del cual no puedo gozar porque mi propia mente me lo impide, me siento muerto y lo único que me impulsa a vivir es la esperanza de que se me borre todo eso de la cabeza y arrancar desde cero mi vida. Siento que esto es una condena que tengo por haber traicionado mis valores, y más sobre todo a Dios y todos los días me arrepiento de haber sido tan débil.
Desde muy temprana edad (8 años) he estado expuesto a la pornografia por mi hermano mayor y desde ese momento yo creo que hubo un cambio en mí forma de ver las cosas. Ya no tenía un comportamiento normal, empecé a imaginar las mismas situaciones que veía en las peliculas, en mi entorno, me excitaban mis compañeras y yo mismo me autodenominaba raro por esto. Porque cualquier niño piensa en divertirse y pasarla bien, en cambio, yo solo me interesaba por cosas sexuales. En mi adolescencia, más de lo mismo, fue una fase que me marco mucho. La secundaria es algo lindo que jamas se vuelve a vivir y creo que están todos de acuerdo. Pero yo, durante toda mi estadía en la secundaria, estuve obsesionado con tener sexo con chicas y ser como los chicos más populares a tal punto de querer tener sexo hasta con mi prima traicionando mis valores morales y éticos que me habían inculcado desde chico, y es esto último un antes y después de mí. Hasta los 13 no había hecho nada malo por lo cual me tenga que arrepentir ni nada fuera de lo normal, pero creo que lo que hice con mi prima fue tocar fondo (sucedió a mis 13 años). Este hecho me marcó mucho, de tal forma, que me empecé a aislar mentalmente de mis amigos y mi familia, comencé a tener miedo de que alguien se entere lo que intenté hacer para lograr mi objetivo e intente ocultarlo lo más posible. Por ser debil, querer seguir a los chicos populares, y que no me traten de virgen, intente hacer algo indebido que me perturba hasta el día de hoy con 22 años. Esto sinceramente me cansó y decidí sacarlo a la luz para que lo lean y comprendan como me perturba. Me siento muy diferente a las personas de mi entorno, veo muchas personas sanas y alegres, con un enfoque de la vida más positivo, disfrutando su juventud, compartiendo sus ideas, sociabilizando, sin manchas en su expediente, con el poder de amar y de dar cariño a otro ser, siento que todo eso es un lujo del cual no puedo gozar porque mi propia mente me lo impide, me siento muerto y lo único que me impulsa a vivir es la esperanza de que se me borre todo eso de la cabeza y arrancar desde cero mi vida. Siento que esto es una condena que tengo por haber traicionado mis valores, y más sobre todo a Dios y todos los días me arrepiento de haber sido tan débil.