Los monstruos en la Biblia
Más fascinante aún es la conexión aparente entre los fósiles prehistóricos de los reptiles marinos, y la de los monstruos descritos en las páginas de la Biblia: 'En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.' (Isaías 27:1). El leviatán es mencionado en el Antiguo Testamento cuatro veces.
El leviatán es descrito en detalle en el capítulo 41 del libro de Job, como una criatura de inmensamente fuerte. En el texto leemos '…las hileras de sus dientes espantan. La gloria de sus vestidos son escudos fuertes cerrados entre sí estrechamente' (Job 41:14,15). Él residía en el mar y aparentemente era inmune a toda arma humana.
Muchos estudiosos identifican a este animal como un cocodrilo, pero otros expertos han señalado muchos problemas para aceptar esta idea.
A pesar de que muchos cocodrilos se aventuran en áreas costaneras y pueden nadar hacia el mar, las profundidades del océano no son su hábitat normal. A ellos se les encuentra principalmente en aguas dulces como lagos, ríos, pantanos y estuarios, utilizando las orillas para su reproducción. Debido a esto, ellos no pudieran ser las grandes bestias del mar (Salmos 104: 25-26). Tampoco los cocodrilos generan terror, muchos de ellos han sido atrapados y muertos en las redes de tribus nativas que utilizan tecnología muy sencilla.
Reporte submarino
Un buen número de reportes sobre la 'serpiente marina' la describe como un gran animal marino semejante al cocodrilo pero mucho más grande (de 15 a 18 metros de largo), visto mar adentro.
Por ejemplo, un reporte visual de esta criatura ocurrió al norte del Atlántico con el hundimiento del barco de vapor británico Iberian por el submarino alemán U-28 durante la 1a Guerra Mundial.<SUP>1</SUP>
Algunos segundos después de que el Iberian fuese hundido, hubo una explosión submarina. El comandante del submarino alemán presentó el siguiente reporte:
¿Ha sido identificado el Leviatán?
Este misterio pudiera haber sido resuelto en junio de 1983, cuando se encontró un esqueleto en Bungalow Beach en Gambia. Lamentablemente no se pudo identificar ya que Owen Burham (quien encontró el espécimen) no llevaba cámara, y sólo registró la descripción y las medidas.<SUP>2</SUP>
Trabajando sobre ello, el conocido zoólogo, Dr. Karl P.N. Shuker, hizo una breve lista de 6 posibilidades posibles. Sólo una, la ballena Pastora Picuda (Tasmacetus shepherdi), es una criatura que se cree podría vivir actualmente el los océanos. No obstante, ésta es considerada como la menos probable de ellas. Las otras cinco posibilidades corresponden a animales prehistóricos marítimos. Dos de estas sustentan la descripción del leviatán, y la de la criatura vista por los tripulantes del U28.
Uno es el mosasauro, una versión marina de los lagartos monitores, y el otro es el thalattosuchian, un tipo de cocodrilo marino ¡supuestamente extinto desde hace 110 millones de años! El Dr Shuker se inclina hacia este último como el más posible de los competidores.
El behemot
Existe otro monstruo mencionado en la Biblia, el behemot. Job 40:15-24 lo describe como una gran bestia que se alimenta de hierbas, con gran fuerza en su lomo y estómago. Tenía una cola descrita como 'como cedro', y sus costillas 'como barra de hierro'. En este pasaje también se le menciona como un habitante de los pantanos.
El biólogo no creacionista Dr Roy P. Mackal, escribió en su libro, ¿Un dinosaurio viviente?3 'Estudiosos de la Biblia, hebreos y cristianos, no han podido dar con una explicación satisfactoria para el significado de esos pasajes'… 'Muchos comentaristas tratan de establecer la referencia con el buey, el elefante, el hipopótamo, o con el cocodrilo…otros, para ser más precisos, han considerado a esta criatura como un animal monstruoso e inidentificable'.
Una discusión acerca del asunto, publicada originalmente en latín en 1691 y traducida al inglés por Edmund Goldsmid en 1886, fue impresa de manera privada en Edimburgo bajo el título 'Historia Antinatural de los Mitos de la Ciencia Antigua'.
El autor original de la sección acerca del behemot fue George Caspard Kirshmayer, quien fue también el autor de las primeras seis secciones del libro. Era profesor en Wittenberg y miembro de las Sociedades Reales de Londres y Viena.
Intentó identificar al behemot como elefante, a lo cual el profesor Mackal, escribió, 'Es poco menos que absurdo que el intento de los estudiosos de definir la criatura como un buey. Obviamente, la única conexión con el buey es que ambos animales son herbívoros'.
Aún el hipopótamo no encaja con todo los factores, así como tampoco la cola de este animal puede compararse con un árbol de cedro. Sin embargo, la descripción encaja con muchos de los dinosaurios herbívoros, un tipo de los cuales es ciertamente el más grande de todos los animales terrestres creados. Tal dinosaurio estaba por lo tanto vivo para el tiempo que el libro de Job fue escrito.
Más fascinante aún es la conexión aparente entre los fósiles prehistóricos de los reptiles marinos, y la de los monstruos descritos en las páginas de la Biblia: 'En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.' (Isaías 27:1). El leviatán es mencionado en el Antiguo Testamento cuatro veces.
El leviatán es descrito en detalle en el capítulo 41 del libro de Job, como una criatura de inmensamente fuerte. En el texto leemos '…las hileras de sus dientes espantan. La gloria de sus vestidos son escudos fuertes cerrados entre sí estrechamente' (Job 41:14,15). Él residía en el mar y aparentemente era inmune a toda arma humana.
Muchos estudiosos identifican a este animal como un cocodrilo, pero otros expertos han señalado muchos problemas para aceptar esta idea.
A pesar de que muchos cocodrilos se aventuran en áreas costaneras y pueden nadar hacia el mar, las profundidades del océano no son su hábitat normal. A ellos se les encuentra principalmente en aguas dulces como lagos, ríos, pantanos y estuarios, utilizando las orillas para su reproducción. Debido a esto, ellos no pudieran ser las grandes bestias del mar (Salmos 104: 25-26). Tampoco los cocodrilos generan terror, muchos de ellos han sido atrapados y muertos en las redes de tribus nativas que utilizan tecnología muy sencilla.
Reporte submarino
Un buen número de reportes sobre la 'serpiente marina' la describe como un gran animal marino semejante al cocodrilo pero mucho más grande (de 15 a 18 metros de largo), visto mar adentro.
Por ejemplo, un reporte visual de esta criatura ocurrió al norte del Atlántico con el hundimiento del barco de vapor británico Iberian por el submarino alemán U-28 durante la 1a Guerra Mundial.<SUP>1</SUP>
Algunos segundos después de que el Iberian fuese hundido, hubo una explosión submarina. El comandante del submarino alemán presentó el siguiente reporte:
'Un momento después, restos del barco, y entre ellos, un gigantesco animal marino, retorciéndose y luchando salvajemente, fueron disparados del agua a una altura de 18 a 30 metros. No tuvimos tiempo de tomar fotografías dado que el animal se hundió y se perdió de vista en cosa de segundos. Este tenía como 18 metros de largo semejante a un cocodrilo en su forma, con cuatro extremidades terminando en patas con membranas y una larga cola que se iba adelgazando hasta el final'
Uno de los cocodrilos de los más grandes que han sido atrapados medía 6.15 metros, un largo ejemplar que fue arponeado en 1960 cerca de Borroloola, en territorio norte de Australia, ¡pero éste no es ni la mitad del descrito por el comandante del U28!
¿Ha sido identificado el Leviatán?
Este misterio pudiera haber sido resuelto en junio de 1983, cuando se encontró un esqueleto en Bungalow Beach en Gambia. Lamentablemente no se pudo identificar ya que Owen Burham (quien encontró el espécimen) no llevaba cámara, y sólo registró la descripción y las medidas.<SUP>2</SUP>
Trabajando sobre ello, el conocido zoólogo, Dr. Karl P.N. Shuker, hizo una breve lista de 6 posibilidades posibles. Sólo una, la ballena Pastora Picuda (Tasmacetus shepherdi), es una criatura que se cree podría vivir actualmente el los océanos. No obstante, ésta es considerada como la menos probable de ellas. Las otras cinco posibilidades corresponden a animales prehistóricos marítimos. Dos de estas sustentan la descripción del leviatán, y la de la criatura vista por los tripulantes del U28.
Uno es el mosasauro, una versión marina de los lagartos monitores, y el otro es el thalattosuchian, un tipo de cocodrilo marino ¡supuestamente extinto desde hace 110 millones de años! El Dr Shuker se inclina hacia este último como el más posible de los competidores.
El behemot
Existe otro monstruo mencionado en la Biblia, el behemot. Job 40:15-24 lo describe como una gran bestia que se alimenta de hierbas, con gran fuerza en su lomo y estómago. Tenía una cola descrita como 'como cedro', y sus costillas 'como barra de hierro'. En este pasaje también se le menciona como un habitante de los pantanos.
El biólogo no creacionista Dr Roy P. Mackal, escribió en su libro, ¿Un dinosaurio viviente?3 'Estudiosos de la Biblia, hebreos y cristianos, no han podido dar con una explicación satisfactoria para el significado de esos pasajes'… 'Muchos comentaristas tratan de establecer la referencia con el buey, el elefante, el hipopótamo, o con el cocodrilo…otros, para ser más precisos, han considerado a esta criatura como un animal monstruoso e inidentificable'.
Una discusión acerca del asunto, publicada originalmente en latín en 1691 y traducida al inglés por Edmund Goldsmid en 1886, fue impresa de manera privada en Edimburgo bajo el título 'Historia Antinatural de los Mitos de la Ciencia Antigua'.
El autor original de la sección acerca del behemot fue George Caspard Kirshmayer, quien fue también el autor de las primeras seis secciones del libro. Era profesor en Wittenberg y miembro de las Sociedades Reales de Londres y Viena.
Intentó identificar al behemot como elefante, a lo cual el profesor Mackal, escribió, 'Es poco menos que absurdo que el intento de los estudiosos de definir la criatura como un buey. Obviamente, la única conexión con el buey es que ambos animales son herbívoros'.
Aún el hipopótamo no encaja con todo los factores, así como tampoco la cola de este animal puede compararse con un árbol de cedro. Sin embargo, la descripción encaja con muchos de los dinosaurios herbívoros, un tipo de los cuales es ciertamente el más grande de todos los animales terrestres creados. Tal dinosaurio estaba por lo tanto vivo para el tiempo que el libro de Job fue escrito.